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Hueningkai sintió la puerta de su apartamento ser tocada de manera insistente por lo que soltando un suspiro se levantó de su silla para abrir la misma con lentitud, encontrándose cara a cara con uno de sus mánagers.
El hombre entró a su apartamento sin siquiera dirigirle una palabra al adolescente, más la tensión que desprendía el cuerpo de este le daba la intuición de que no se avecinaba absolutamente nada bueno.
Claro estaba ya que apenas cerró la puerta del pequeño apartamento, acercándose lentamente a su Hyung, su mejilla fue azotada de manera brusca. No sintió dolor al momento del impacto pero si luego de este.
—Verdaderamente eres un inútil, solo debías terminar el jodido show para esos hijos de perra que pagaron el boleto para verte ¿Y que hiciste? ¡Ja!... saliste corriendo porque sentías náuseas...eres un jodido fracaso.
El azabache no respondió, pero sus piernas empezaron a temblar como gelatina y sus labios repitieron su acción de la misma manera.
—Jodido maricon, no me digas que quieres llorar.
Lo intento, juraba que intento guardarse sus lágrimas, pero su cuerpo no estaba al tanto de lo que su cerebro le decía, al menos no cuando sus mejillas fueron apretadas de forma brusca por una de las manos de su manager, causándole un agudo dolor por el reciente azote en su piel.
—¡Mierda! Si no fuera porque tienes una presentación mañana te daría buenas razones para llorar y sollozar con esa boca tuya.
El cuerpo del dócil adolescente se congeló, aterrorizado por solo esas palabras pero lo que más lo alertó en particular fueron las ásperas manos masculinas colándose bajo su ropa, bajando hacia su trasero.
Las arcadas se hicieron presentes, la repulsión, el asco y la suciedad se hicieron un sentimiento dominante así que no pudo evitar expulsar cualquier cosa que básicamente no haya digerido encima del hombre que aún permanecía asquerosamente pegado a su cuerpo.
Su manager como acto reflejó se alejó con una expresión entre asco y enojo. Tirándolo al piso mientras que gritaba insultos al azar y pateando su débil cuerpo que lejano a defenderse, solo recibía los golpes en espera de que esté se cansará y se fuera igual de colérico que siempre.
Dicho y hecho, luego de un par de minutos este se fue, no lo vean mal, era positivo ya que no volvería a verlo hasta que volviera a sus actividades normales.
La sensación de náuseas volvió a instalarse en su estómago pero no lo expulsó, simplemente se lo trago quedándose en posición fetal en el piso, haciendo el esfuerzo de recuperar un poco más la conciencia luego de las para nada inofensivas patadas que recibió en distintas zonas de su cuerpo.
Las náuseas no le eran nada desconocido en estos momentos, comenzaron a surgir desde que su staff decidió que era momento de que comenzará a seguir un estricta dieta para disminuir la masa muscular de su cuerpo y rostro. Al principio creyó que sería algo gradual pero se equivocó bastante al menos teniendo en cuenta que su ración de comida diaria era menos de un cuarto plato de comida solo en el almuerzo y cena incluyendo que su desayuno fuese un vaso de agua con pastillas las cuales asumía que eran vitaminas.
