*Narra Alexia*
Después de aquel mini entrenamiento me fui al hospital a ver a mi hermano, pero en el patio del hospital encontré a alguien.-Victor...
-¿Vienes a amargarme la vida?
-Vengo a ver a mi hermano, no eres el único con un hermano en el hospital.
-Es una escusa, se nota.
-¿¡No me crees!? ¡Ven conmigo!-Le cogí de la muñeca y le lleve prácticamente a rastras al cuarto de mi hermano.-Él, él es Aaron Blaze, ya lo sabes, soy Alexia Blaze, no Zabel.
-Pues vale.
-Agh...-Me enpecé a marear y a cerrar los ojos.
-No hagas tearto, se que es mentira.
-No es...-Me desmayé.
Cuando me desperté seguía en el mismo sitio, no había pasado mucho tiempo, y para mi sorpresa, yo no estaba en el suelo, Victor me había cogido, cada vez me gusta más, ¿será cierto?¿estoy enamorada?
-Victor... gracias.
-Me has asustado, fue sin pensar.
-Eso significa que sientes algo por mí que no es odio.
-Volmamos con Vlad.
-Victor...-Dije cogiendole del hombro.-Perdon por haberte asustado, debiste haberme dejado caer...
-Her... hermanita.
-¡¡¡Aaron!!!-Dije corriendo a la camilla a abrazarle.
Sin darse cuenta Victor sonrió, y cuando lo ví, no lo pude evitar, sonreí.
-¿Por que sonríes?-Me preguntó el de ojos ámbar.
-Por que me gusta tu sonrisa, me gusta verte feliz, ¿por que sonríes tú?
-Supongo que por que ví este momento. No, me encanta tú sonrisa.-Me puse rojísima cuando dijo eso.-Eres un tomate con patas.-Se puso a mi lado de cunclillas.
-Y tú el peor cómico del mundo. Y ahora ve con tu hermano, te estará esperando.
-Ven conmigo.-Me puse más roja aún, si eso es posible.
Durante el camino de la habitación de mi hermano al patio del hospital Victor parecía otra persona, era bueno conmigo.
-Victor... ¿puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
-¿Como lo consigues?
-¿El que?
-No lo se. A ver, quiero decir que siempre que me miras, me sacas los colores, ¿como?¿por que?
-Tú sabrás, pero a lo mejor es por que te gusto.
-¡No digas tonterías Blade!
Cuando llegamos Vlad nos esperaba.
-¿Por que tardasteis tanto?
-Emmm... Mi hermano despertó.
-Y además de eso, te desmayaste.
-Eh, um, sí, gracias, de verdad, por no dejar que callera al suelo, ya sabes...
-Sí, tomate con patas.
-¡¡¡VICTOR!!!-Rió levemente, me sonrojé.
-Ya veo...-Dijo Vlad.
-¿Ya ves que?-Dijimos Victor y yo al unísono.
-A vosotros dos juntos.
-Aún estoy a tiempo de romperte los brazos Vladimir.-Amenacé.
-Vale, vale.