— Mew, los gemelos... — Mild entró, vio la escena y Mew gruñó ferozmente, espantando al joven.
— ¿Qué les pasó a mis bebés? — dijo Gulf con tono asustado. Mild le respondió desde el otro lado de la puerta entreabierta.
— No les pasó nada malo, solo saldrán más temprano de clases —, la pareja suspiró aliviada.
— Pero no se preocupen, su tío Mild los recogerá y pasaré el fin de semana con ellos para que ustedes sigan celebrando su aniversario, par de pervertidos —, la pareja agradeció a Mild mientras este cerraba la puerta.
— Y yo pensando que se habían peleado cuando Gulf me pidió que te avisara y que lo llamara periodista Kanawut; ¡pervertidos...! — Gritó Mild desde el otro lado de la puerta, haciendo reír a ambos hombres.
— Ahora que estamos solos, periodista Kanawut, dígame ¿por qué decidió decirle a todos que soy su esposo? ¿En su oficina volvieron a tratarme de vago, mantenido o drogadicto? — Gulf escondió su rostro enojado en el cuello de su esposo.
— Apostador — Mew rió.
— Eso es nuevo, pero creo que solo deberíamos revelar la información cuando tú lo consideres adecuado. Ambos decidimos mantenerlo en secreto para poder crecer profesionalmente — Gulf salió de su escondite y lo miró directamente.
— ¿Crees que lo hago por esos envidiosos que inventan cosas sobre mi esposo solo porque me convertí en el periodista más famoso de Tailandia? —
— No, amor, solo digo que si crees que es el momento adecuado, te apoyo. Además, sabes lo celoso que soy y que he querido gritarlo a los cuatro vientos durante años, especialmente cuando aquel Alfa innombrable se acerca a ti — Gulf lo abrazó y lo besó castamente en los labios.
— Además, este será mi último trabajo. Voy a renunciar — Mew lo miró sorprendido.
— Pero amas tu trabajo, ¿por qué renunciar? —
— Sí, pero ahora quiero pasar más tiempo con mis bebés — los ojos del Alfa se llenaron de amor y asintió.
— ¡Mew! ¡Quiero comer papitas, dame papitas! — lo miró inexpresivamente por un momento, ya que siempre le llamaba la atención esos repentinos cambios en su Omega, que últimamente eran más radicales.
Gulf cubrió su cuerpo desnudo y se bajó de Mew, quien comenzó a arreglarse la ropa. Gulf mordió su labio y lo detuvo.
— No te muevas, quédate así — fue por su teléfono y le tomó una foto.
— ¿Para tu colección? — Gulf asintió feliz, ya que en su celular tenía una carpeta oculta donde coleccionaba fotos de Mew en poses que él llamaba "orgásmicas" o "pornográficas".
— Cariño, si algún día pierdes tu teléfono, tendré graves problemas — Gulf rio.
— ¡Ahora dame mis papitas! — dijo mientras comenzaba a vestirse.
— ya te las voy a comprar —
— Mew Suppasit, no te hagas el ignorante. Sé perfectamente que sabes dónde está mi escondite secreto y también sé que te las has estado comiendo a escondidas — el Alfa lo miró con un poco de temor en sus ojos, mientras su lobo agachaba las orejas.
Poco a poco, Mew comenzó a desocupar su escritorio, levantó la cubierta y dejó a la vista el escondite secreto de Gulf.
— Amor, de verdad tendrás que tratar tu adicción a las papi... pa... papás... vamos a ser papás — dijo emocionado mientras veía que en el escondite de Gulf ya no había papitas, solo había un trajecito, unos zapatitos y una ecografía.
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El periodista ✔
FanficLa vida del famoso Alfa, Ceo y padre de familia Mew Suppasit es un absoluto misterio, pero acepta rebelársela al incorruptible periodista Kanawut a cambio de algo que hará que el joven Omega lo quiera solo para él, haciendo que un gran secreto se re...