West Alpine

Epílogo

Hoy fue el día. Lena y Kara habían pasado más de un año y medio planeando este día específico. Se aseguraron de que todo fuera perfecto, hasta el T. Kara no había dormido nada esa noche. Se quedó acostada en la cama de su hotel mirando al techo durante horas, tratando de que algún tipo de sueño la superara. Lena estaba unas puertas más abajo, pero se habían prometido mutuamente que no se verían hasta que Kara caminara por el pasillo por la tarde.

Kara no sabía si eran los nervios o el hecho de que no había dormido sola en una cama durante casi 5 años lo que le hacía tan difícil conciliar el sueño. Alrededor de las 2 de la madrugada, Kara dejó de intentar descansar, encendió la televisión y tomó los votos que escribió en un trozo de papel de cuaderno arrancado. Lo había leído y reescrito al menos cinco veces, pero estaba muy nerviosa y necesitaba mantener su mente ocupada.

El último año y medio había sido bastante estresante. En medio de la planificación de su boda, Kara y Lena también tuvieron que empacar la cabaña y mudarse. A Lena le habían ofrecido un trabajo en Seattle para ayudar con algunas investigaciones sobre genética y mejora del ADN. Básicamente lo que hizo mientras trabajaba para su familia, pero mucho menos estresante. Kara también consiguió un nuevo trabajo en Seattle; La enviaron a la escuela para convertirse en detective de la Oficina de Detectives de Seattle. Eran una unidad de investigación privada, en lugar de una fuerza policial real.

Así que ahora vivían en Seattle, en un cómodo apartamento, sin tener que ocultar su relación al mundo. El sueño de Kara era alejarse de West Alpine, pero hace 5 años nunca se había imaginado que se mudaría con el amor de su vida.

Actualmente se estaban hospedando en un hotel en Colorado. La boda iba a ser pequeña, llena de amigos y familiares. Kara había seguido el consejo de su madre y había fijado la boda en primavera. Era principios de junio y el pronóstico del tiempo decía que serían unos cómodos 85 grados Fahrenheit. Kara siguió revisando su teléfono para ver si el clima cambiaría, así como si alguien le había enviado un mensaje de texto.

Alex y Maggie habían llegado al hotel la noche anterior, planeando ayudar a Lena y Kara a prepararse temprano en la mañana del. Kara decidió que no quería esperar a que su hermana se despertara a las 5 de la mañana, así que empezó a prepararse ella misma. Se dio una ducha alrededor de las 3 de la mañana y se lavó bien el cabello y el cuerpo.

Se tomó su tiempo para secarse, susurrando sus votos para sí misma mientras se secaba el pelo con una toalla. Le prometió a su hermana que podría peinarse y maquillarse, así que lo dejó secar al aire. Eran alrededor de las 4 de la mañana y Kara no tenía idea de qué hacer consigo misma.

Había memorizado sus votos, había corregido algunas palabras y había visto tantos episodios de una telenovela al azar que ahora estaba involucrada en la trama. Eventualmente, sin embargo, Kara terminó enviando un mensaje de texto a su hermana diciéndole que si estaba despierta debería ir a su habitación ahora.

Aproximadamente media hora después, alguien llamó suavemente a la puerta de Kara. Miró por la mirilla para ver que era Alex, luciendo un poco arrugado, pero despierto y listo. Kara abrió la puerta de su hotel, sonriendo agradecida a su hermana. "Lo siento, no podía dormir y pensé que una ventaja no le haría daño a nadie", dijo Kara en voz baja, tratando de asegurarse de que su voz no llegara por el pasillo del hotel mientras cerraba la puerta.

"Sabía que estarías ansioso, así que puse una alarma para las 4:30 am porque sabía que estarías despierto". Alex le sonrió a su hermana menor. Llevaba varias bolsas grandes y las dejó sobre el escritorio de la habitación. “Así que… antes de empezar; Te traigo barritas energéticas y zumo de naranja. Puede que ahora no tengas hambre, pero sé que la tendrás cuando no puedas conseguir comida en ese momento. Como en medio de la ceremonia o algo así ". Alex tomó los bocadillos y se los entregó a Kara.