𝑴𝒂𝒍 𝒅𝒊𝒕𝒂 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊𝒗𝒂/ My Baby Aidan

6

Al otro día desperté a Aidan y en un segundo se puso de pie

A: que vamos a hacer tn-

_Cómo me dijiste?

A: mami
Qué vamos a hacer mami?

_Debemos ir a una reunión de negocios
Pero primero debo bañarte

A: qué cosa?

_Como lo escuchas bebé, te debo bañar.

A: no creas que me voy a dejar

_Si no lo haces por las buenas, te haré hacerlo por las malas

A: y que se supone que me ha-

Tiré fuertemente de su brazo camino hacia la ducha

_Bebé, debe quedarte claro que aquí se hace solo lo que yo diga, entiendes?

A: si mami

_Qué deberías hacer ahora?

Él con vergüenza comenzó a quitarse el pijama. Una vez que se desvistió completo, voltee para otro lado, no quería calentarme tan rápido.

Tomé su mano y lo metí en la bañera  comenzando a lavar cada parte de su lindo cuerpo

A: no mami, yo puedo lavarme solo, porfavor

_Dime Aidan, fuiste un niño bueno ayer?

A:....

_No, verdad?

A:....

_Entonces no tienes derecho a pedir lo que quieras, solo se hará lo que yo diga
Si?

A: s-si mami

_Buen chico -dije con una sonrisa acariciando su cabello.
Comencé tocando su glande de un lado a otro con mis dedos, se puso inquieto y bajé mi mano rápidamente hasta el principio de su pene, luego la subí lentamente y repetí el proceso varias veces. El ya estaba bastante nervioso, se le escaparon jadeos, y eso me ponía feliz, pero no me conformaba, así que subí mi mano a su abdomen lentamente haciendo que su piel se erizara.

A: m-mami basta -dijo aguantando los gemidos.

_Esa no es la forma correcta, o sí, corazón? -con mi mano comencé a masturbarlo mucho más rápido

A: mami no, porfavor, para!

Su respiración ya estaba totalmente descontrolada, y me encantaba tener poder sobre él, aunque sea en esa mínima cosa.

_Bien hecho nene, bien hecho -terminé de lavarlo y lo saqué de la bañera.

_Ahora vé a cambiarte, te dejé ropa en la cama, está listo el desayuno, baja rápido.  -Planté un suave beso en la punta de su nariz y me fuí.

Una vez cambiada bajé a desayunar

_Corazón, ya estás aquí! -dije sorprendida y sonriendo

A:...

_Sí que eres de pocas palabras..

A: solo hablo cuando es necesario

_entonces nos llevaremos bien..

A:....

Así fue el resto del desayuno.
Luego cuando estábamos saliendo, lo detuve en la puerta.

_Escucha amor, vamos a una reunión de negocios y familiar, nada de groserías, nada de caprichos, sé un niño bueno si?

A: qué me das a cambio?

Nada! Apúrate -entramos al auto y nos fuimos