☽ Odio hacia los dioses ☾
—¿Qué me estás diciendo?
Sonrió de forma forzada, jamás fui fan de que hicieran esa pregunta después de leer el tarot.
—Lo que le dije, no es sano la relación que tiene con su marido. Vea. —señalo la carta de los enamorados al revés y después señalo las espadas de diez y posteriormente señalo las demás cartas. — Hay dolor por parte de ambos, sus acciones no son las mejores y por eso actúan de la forma que actúan, si siguen así abra un divorcio más rápido de lo que usted piensa.
Regreso mi vista hacia la señora y le sonreí de manera amable al ver sus ojos medio decaídos.
— El tarot no predice el futuro, simplemente te enseñará las posibilidades.
Su rostro se tiñe de confusión así que vuelvo a hablar.—Es una guía, para que tú, con tu libre albedrío, puedas cambiar estas circunstancias hacia las que hay una tendencia. En este caso, el divorcio.
—¿Me estás diciendo que puedo cambiar estas conductas?
Asiento alegre porque está entendiendo, pero lo que dice a continuación hace que mi cara decaiga de golpe.
—Entonces iré con Afrodita, para arreglar esto.
—No me refería a eso.
—¿Entonces?
—Podemos hacerle aquí un trabajo de endulzamiento o mejor ir a terapia.
La señora niega con la cabeza y se levanta de golpe, haciendo que yo también me levante.
—Primero eso es para locos y segundo me ire con Afrodita, ella si le sabe.Abro mis ojos al escuchar. ¿Cómo que no le sé? Señora, la puedo convertir en sapo si quiero.
—¿Disculpe? —me atrevo a decir mientras veo como deja 100 dracmas y agarra sus cosas.
—¿Qué no escuchas, mocosa? No le sabes, aparte eres una mocosa, ¿de qué? ¿Quince años?
Abro los ojos mientras la veo salir del consultorio.
—¡Tengo diecinueve! ¡Y apuesto lo que quiera que Afrodita se negara a ayudarla!
La señora separa de golpe y gira en su propio eje para verme desafiante.
—¿Tú que vas a saber?
—Lo suficiente para saber que cualquier dios incluyendo a esa narcisista no necesita nada de usted, es más se va a burlar de la situación. Espero verla de nuevo por aquí cuando Afrodita la mande por donde vino.
—Le diré a mis conocidas que no vengan aquí jamás.
—Váyase de mi consultorio antes de que la convierta en sapo.
Abre los ojos por completo y da un paso hacia atrás y sale por el callejón.
Respiro hondo y exhalo todo el aire contenido.
Me volteo para recoger el tarot, intentando respirar para no explotar por lo sucedido.—Iri cin Ifridita, ti ni lis ibis. —arremedo de mala gana mientras mi enojo se expande más por mi cuerpo.
—Malditos dioses, no los soporto. Espero que se mueran.
Dudo que sea posible.
Al escuchar ese pensamiento hace que explote de golpe, haciendo que las cosas tiemblen a mi rededor, siento como mi cabello se eleva como si levitara y de un momento a otro estoy flotando en medio del consultorio mientras los objetos dan vuelta alrededor de mí.
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Hey cupido enamórame de una vez
Fantasy"Hey cupido enamorarme de una vez" la mayor estupidez que pude decirle a ese dios de ojos grises y cabello como la noche. No lo recomiendo, no lo griten y menos si están pasadas de copas y luego salen corriendo. Para Morgana el amor jamás fue lo me...