Dos chicos que desde siempre fueron rechazados por las personas solo por ser únicos. Se encuentran para ayudarse y empiezan una bonita amistad, pero los dos saben que no solo es amistad lo que los une, desde el primer momento los dos sintieron una c...
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Pasaron los años, 9 años para ser exactos. Los niños fueron creciendo y ahora se han convertido en jóvenes muy apuestos; los dos ahora con 17 años, Pond se convirtió en la memoria de Phuwin y él se convirtió en la voz de Pond, los dos se complementaban perfectamente.
Phuwin se encontraba caminado a la escuela con su libreta en la mano siguiendo la ruta que había trazado para llegar.
-Voy por acá y después doy vuelta a la derecha ¿o era izquierda?- se dijo a sí mismo.
Como era de costumbre se perdió, esta era la segunda vez en la semana, temía que no había trazado bien la ruta; así que empezó a caminar con pasos indecisos a cualquier lugar. Sentía que esta vez sí se había perdido de verdad y cuando ya sentía que todo estaba perdido unas manos grandes se posaron sobre sus hombros haciendo que se asustará.
-¿Quién es?- volteo hacia atrás y vio s su único amigo. -Oh eres tú... tú...- Phuwin había olvidado el nombre de su amigo.
Él se fue hasta la primera página de su libreta donde tenía anotado absolutamente toda la información de su amigo junto con una foto con de él.
-Eres tú Pond, me asustaste- dijo después de revisar el nombre de su amigo.
Pond sonrió y Phuwin también sonrió. Él ya se había acostumbrado a que Phuwin olvidara de su nombre a veces, ya que era normal y no le molestaba en lo absoluto. Pond tomó la libreta y pluma de Phuwin y empezó a escribir apoyado en los hombros de este.
Vas en dirección contraria a la escuela, yo te guío.
Phuwin asintió y tomó la mano de Pond para empezar a caminar, Phuwin no quería depender siempre de su amigo pero no podía hacerlo gracias a su memoria a corto plazo, así que solo se dejaba hacer.
Lo que no sabía Phuwin es que siempre que intentaba ir solo a la escuela, Pond lo seguía de lejos cuidando de él, cuando veía que se perdía iba corriendo hacia él para guiarlo y asegurarse que llegara sano y salvo a su destin, y así pasaba cada vez que Phuwin iba a un lugar, él siempre lo cuidaba de lejos.
Los dos chicos llegaron a su destino aún tomados de la mano ya que Phuwin se negaba a soltar la mano del contrario por que tenía miedo de perderse, a Pond no le molestaba en absoluto así que solo dejaba que Phuwin hiciera lo que se le venga en gana con él ¿cómo negar al chico que ha sido su voz desde los 8 años?
Los dos llegaron a su salón donde Pond dirigió a Phuwin a su asiento y él se sentó al lado de él; como había sido siempre en estos últimos 9 años por si Phuwin necesitaba recordar algo, o si Pond necesitaba hablar en clase. Sus compañeros sabían perfectamente la condición de cada uno y siempre buscaban la manera de ayudarlos, pero los dos se negaban a cualquier ayuda que les ofrecían, ellos no necesitaban más ayuda que la del otro.
