Dos chicos que desde siempre fueron rechazados por las personas solo por ser únicos. Se encuentran para ayudarse y empiezan una bonita amistad, pero los dos saben que no solo es amistad lo que los une, desde el primer momento los dos sintieron una c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Phuwin aún seguía sentado en el regazo de Pond, no tenía intenciones de bajarse y Pond no tenía intenciones de bajarlo así que sólo se quedaron así un rato apreciándose hasta que Phuwin habló.
-Siento que este momento lo puedo recordar para siempre.
Espero que así sea osito.
Pond solo respondía en su mente ya que su libreta se encontraba del otro extremo del sillón y por nada del mundo bajaría a Phuwin de su regazo. Solo quería que ese momento fuera eterno. Tenía las manos en la cintura de Phuwin acariciándola suavemente.
Phuwin se iba acercando cada vez más a Pond y este solo se quedaba estático esperando que Phuwin uniera sus labios de una vez por todas. El castaño se acercó hasta el punto que sus narices rozaban y sus respiraciones chocaban con la otra.
Por favor Phuwin, hazlo de una vez.
Phuwin no tardo en descifrar la mirada suplicante de el chico abajo de él y unió sus labios por fin. Al principio sólo fue un pequeño beso de pico, pero los dos querían más. Así que Pond agarro la cara de Phuwin con sus dos manos y con un movimiento rápido unió sus labios de nuevo creando que moviera su cabeza a un lado para dar más profundidad al beso. Sus labios se movían al compás en un ritmo calmado y suave, no había prisas sólo deseo y amor. El corazón de Phuwin era como un pequeño niño en su cumpleaños a punto de abrir los regalos, mientras que el de Pond saltaba de emoción por ese magnífico momento.
La falta de aire se hizo presente y los dos chicos se tuvieron que separar. Pond al ver a Phuwin con su cabeza baja sin atreverse a mirarlo a los ojos, agarró su mentón e hizo que levantará su mirada. Rápidamente Phuwin se puso rojo como un tomate al ver los ojos de su amigo que lo miraban con dulzura.
Pond solo negó con una sonrisa en sus labios y dejó un pequeño beso en la mejilla de Phuwin.
No hay de que preocuparse osito, fue lo mejor que me ha pasado en mi vida.
-¿Q-quieres t-tu libreta?
Pond negó aún con su sonrisa en la cara.
Quiero quedarme así un largo rato.
Phuwin no sabía que decir así que intento bajarse del regazo del contrario pero Pond no lo dejó y el agarre a su cintura se hizo más firme.
-No q-quiero que estés incómodo, lo mejor será que me siente en otro lado.
Pond negó de nuevo.
-¿No quieres que me vaya?
Quiero quedarme así toda la vida.
Pond acercó a su contrario y lo abrazó poniendo como siempre su cara en su cuello para oler su aroma mientras que Phuwin aún un poco nervioso lo envolvía lentamente con sus brazos hasta quedar lo más cómodo posible.
