Dulce sueños, amor

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Maratón=



Salí de mi cuarto corriendo, iba a llegar tarde a la primera clase, no tenía duda. Después de que Ron nos llevará a un lugar que su madre le dijo que tenía prohibido visitar, volvimos corriendo para no faltar a la primera clase del día

Tal vez Herbología no sea mi favorita, la de Neville si que lo es, le facinan las plantas, el se la pasa horas hablando sobre ellas y no lo culpo, yo haría lo mismo de ser que encuentre algo de mi agrado

Lo bueno de que llegue tarde, que no fui la única, Ron y Harry estaban ahí parados también. Visualice a Hermione ya sentada...¿cómo le hizo para llegar tan rápido?

—¿Motivo por el que llegaron tarde?—Preguntó la Profesora Sprout

Al ver que Harry y Ron no encontraban una gran excusa, tuve que hablar yo

—N-nos dormimos—Conteste ciertamente...esperen, esa respuesta fue estúpida—D-digo!, Nos quedamos dormidos

Sonreí nerviosa, sabía que ahora tenía mis mejillas algo rojas por la vergüenza de decir una estupidez

—Que no vuelva a suceder, siéntense—los tres suspiramos de alivió

Sin dudarlo, cada quien se fue a sentar

—Sabes que la mentira de que te quedaste dormida no me la creí, cierto?—Mumuro la castaña a lado mío

Me tense, cierto, Pansy no me vio en la cama en la mañana antes de ir al Gran Comedor

—Luego te lo explico—susurre

(...)

Cuando por fin estaba sola en uno de los pasillos de Hogwarts, saque el libro que le robe a la Bibliotecaria

Sigo pensando en cómo lo consiguió, pensé que Dumbledore los tenía. Abrí el libro y busque una página a lazar

Horrocrux

Poder poner una parte de tu alma en un objeto...eso sí que es de gran interés, creo que ya eh leído esto cientos de veces

Por lo visto, no es muy fácil destruir un simple Horrocrux, no es como...tirarle una piedra y ya, no, se debe hacer mucho más que eso

—Jennie—Una voz masculina hizo que me sobresaltara, cerré el libro y gire rápido para encontrarme la mirada sería de Riddle

«Desde cuando me habla por mi nombre?»

—Profesor—Hable lo menos nerviosa posible—¿Se le perdió algo acaso?

—Si—respondió lo más serio posible

—Bien, ojalá lo encuentre—Sonreí inocente

Me iba a ir, pase por su lado pero me tomó del brazo, el pasillo se combirtió en una habitación
Y no creo que sea su habitación de su despacho

Está estaba mejor «sin ofender» la habitación era negro y con detalles verdes y oscuros, la cama parecía de alguien realmente con dinero, la habitación era gran, había un armario, una puerta que creo que era el baño, un tocador y dos cajones a cada lado de la cama

Las ventanas estaban cerradas con una cortina gris y algo de polvo. Era raro estar aquí, no me sentía segura en este lugar. Algo me decía que puede que pase algo malo...

—Dame ese libro que traes en tus manos, cariño—Lo mire sorprendida

—Este libro me pertenece—lo puse detrás mío

—¿Encerio?—se rió sin ninguna pisca de diversión—¿Robarselo a Irma Pince hace ese libro de tu propiedad?

Lo mire sorprendida, cómo sabía el eso?

—No sé por que dices eso, pero yo no sé lo robe a nadie—hable firme y sin mostrarme nerviosa

«Pero por dentro me estoy muriendo de nervios»

—Cariño—Se acercó a mi y puso su mano en mi mejilla acariciándola—Yo fui el que te hizo robarle ese libro, la voz que escuchaste en tu cabeza, fui yo—Derrepente me abrazó, yo solo estaba confundida e intentado procesar toda la información que acaba de darme

Mi cabeza estaba pegada a su pecho, una de sus manos estaba en mi cintura pero luego se alejo, la otra, estaba en mi cabeza, haciendo que no pidiera separarme

—Entonces no me equivoqué—susurre aún sorprendida, pero mi voz salió temblorosa. Al parecer escucho lo que dije

—No amor, no te equivocaste—bese mi cabeza como si fuera lo más preciado que tuviera

—Sigues ayudando a tu padre—trague grueso

—Así es, y que tu hayas robado ese libro me facilitó la mayoría de mis planes—me tomó del mentón e hizo que lo mirará

Formó una sonrisa, pero sentí un piquete en una parte de mi cuerpo

—Dulce sueños, amor—lo mire con el ceño fruncido

Pero fue lo último que escuche, antes de caer inconsciente en los brazos de Riddle

Profesor Riddle | Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora