Games of Clothes parte 1: Calixta

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-"Rude, no... ¡Rude! No vayas"

-"Tengo que, le erraste Calix... ¡Liam! ¡Liam!"

Seguía escuchando voces murmurar a mi alrededor y alguien que llamaba a Liam ¿justo ahora? Con un toque de desgano pero con una sonrisa en la cara Liam dejó de besarme y atendió a quién lo llamaba.

-"¿Qué?... ¿Qué pasa Rude?"

-"Te necesito"

-"Si Rude ya voy..."

-"¡Maintenant!"-

-"Sí, ya voy..."-

¿Liam iba a cambiar mis besos por el francesito? No tenía porqué, pero ahí se iba como si solo fuera un títeres del francés, no me gustaba nada eso, así que si al francés le gustaba tener a sus amigos como esclavos yo no se lo iba a permitir, él podía esperar y Liam quedarse conmigo, nada podía ser de tan suma urgencia si hacía 5 minutos estaba besándose con... Bueno ésa de nombre raro y campera de cuero, la única chica que siempre ésta con ellos, la de mirada penetrante, la que me daba miedo y no sabía por que...
En fin, tosí para aclarar la voz, y la alcé para hablar, sin dudas quería hacerme escuchar: -"¡No! Liam no, vos te quedas conmigo... ¿No ves que estamos ocupados camperita? Liam, no te vayas"

-"Liam anda a mi casa, ya te alcanzo"¿Nadie me escuchó? ¿Me estaban ignorando? Sí, principalmente Rude, y de verdad que el francesito era rudo y en su rudeza insistía bastante, pero yo no me iba a quedar en el molde, no se por que algo me incitaba a llevarle la contra ¿para qué? Si Liam ni me escuchó, cuando me quise dar cuenta él ya no estaba al lado mío sino que se estaba yendo, supongo a hacer lo que le dijo al francés, traté de detenerlo, de agarrarlo, de retenerlo conmigo, pero alguien se interpuso en mi camino ¿cuán molesta puede ser una persona? Mucho tratándose de: 'visto repetidamente un millòn de veces la misma campera de cuero'.

-"¿Qué hacés? Correte nene... No, Liam... ¡Liam!"- Lo intente una vez mas, pero ya era demasiado tarde, Liam desaparecía lentamente entre la gente junto con la otra chica de campera de cuero,  y yo no había podido hacer nada para evitarlo mas que volver mi mirada hacia Rude, y ver que había perdido su expresión de molestia, ya no parecía tenso, y se parecía bastante al que era en el baño, el tipo seductor, con ése exquisito perfume y pose hipnotizador, si, lo que sea, pero ésta vez yo no iba a caer, estaba furiosa.

-"Pardonnez-moi, chérie, vous avez perdu"- dijo finalmente el aparente nativo de Francia revolviendo sus cabellos de forma provocativa, como buscando distraerme de mi enfado, no funciono, eso me enfado todavía mas, al punto de violentarme contra él, obvio que falle, la violencia no es mi fuerte.

-"¿Qué? Córtala con el francés camperita que, que-que..."- Rude esquivo hábilmente mi pobre intento de golpe, quizás una parte de mi quería golpearlo pero otra, quería que èl apretara fuerte mi muñeca y la sostuviera mientras me hablaba sonriendo...

-"¿Qué que...? ¿Vas a pegarme?"

-"Podría, mi mamá es judoteka y me enseñó a defenderme"- le respondí desafiante con una mentira buscando que el reaccionara, pero si mi intención era lograr una cosa con Rude lógicamente, con él   siempre iba a lograr lo contrario.

-"Me encantaría que lo intentes"

-"No me provoques francesito, por que..."

-"...Vamos afuera, acá hay mucha gente y no quiero arruinarle el bar a mi hermano, otra vez..."-  Nunca me dejo terminar mi frase amenazadora y como si estuviera esperando el momento indicado o supiera que iba a resistirme el francesito soltó mi muñeca, me agarró del brazo y me obligó a seguirlo; fuimos por la salida de emergencia del costado, la misma donde lo había visto por primera vez ¿acaso quería devolverme el favor empujándome por la puerta?

The antiqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora