CAP 01: Fragmentos

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Lan Wangji se encontraba recostado en su habitación, la luz de la luna entraba por la ventana de la habitación, los árboles se balanceaban de un lado a otro y el sonido del viento era la única compañía que tenía en ese momento.

Sus emociones se volvieron más inestables con el pasar del tiempo, cada una de esas risas inundaban sus pensamientos haciendo eco en cada uno de sus recuerdos, los fragmentos de lo que sucedió aquel día le empezaban a erizar la piel ¿Tal vez fue su culpa? el había prometido proteger a Wei Ying sin importar lo que sucediera, pero era débil y cada una de las cicatrices que tenía en su espalda se lo recordaba todos los días, cada latigazo fue el castigo que debía recibir por no cumplir su promesa.

El sudor se deslizaba por su frente, el ambiente se sentía sofocante, en cualquier momento sería asfixiado si de quedaba en ese lugar, estaba completamente desolado, nunca fue suficientemente fuerte como para cumplir una promesa, el solo sabía recordar sus errores, después de todo siempre fue su culpa.

Algunas veces imaginaba lo que hubiera sucedido si hubiera sido un poco más valiente, a veces se veía caminando por Gusu en compañía de Wei Ying, simplemente dando un paseo, otras veces anhelaba que su amado pudiera ver a A-Yuan crecer, después de todo lo sucedido, aquel chico fue el único recuerdo que pudo conservar del joven cultivador demoníaco.

Las emociones guardadas con el pasar de los minutos empezaron a nublar su vista, sin notarlo una pequeña lágrima cristalina empezó a dislizarse hasta su barbilla, después de esta siguieron saliendo como en torrente.

- Wei Ying ¿Alguna vez regresaras a mí lado?- Fue lo único que supo decir el cultivador, el cual parecía cercano a la locura.

Ahora no se encontraba completamente solo, tenía muchas personas que todos los días trataban de ayudarlo a mejorar pero eso no significaba que la sensación de vacío se fuera de su lado. La única persona que alguna vez lo hizo sentirse vivo, tal vez un poco humano o simplemente lo ayudo a dejar de presionarse tanto por las exigencias de su secta, esa persona había muerto hace bastante tiempo y ahora no había alguien que lo ayudará a recuperar la felicidad que una vez pudo tener.

Lo anhelaba, deseaba poder ver esa sonrisa radiante o aquellas travesuras que hicieron enfadar tanto a su tío, simplemente se conformaría con ver a aquel joven de lejos, se sentiría orgulloso de verlo conseguir cada uno de sus logros y lo esperaría, tal como lo está haciendo en este momento, el esperara a Wei Ying por el resto de su vida si es necesario. No le importan las estaciones necesarias o los años en soledad que tendrá que soportar.

La botella de sonrisa del emperador lo acompañó durante tantos años de duelo, lo escucho y lo consoló.
No negaría que más de una vez sintió la necesidad de tomar un poco para olvidar, pero ¿realmente deseaba borrar sus memorias por un tiempo? la respuesta es simple, nunca desearía borrar de sus pensamientos al joven enérgico que un día fue estudiante de Gusu.

El ambiente simplemente lo hizo sentirse peor y la única salida que encontró fue salir de esa habitación, no era la primera vez que rompería una regla, tampoco estaba muy seguro que fuera la última.

A paso lento salió de su habitación, la puerta hizo un leve sonido, afuera en viento golpeó con fuerza su rostro, el aura de desolación y abandono fue un desagradable recibimiento, con cada paso que daba los sonidos de las hojas crujiendo se hacían más notorios.
Aunque no era lo que esperaría, estar en el exterior era mucho más cómodo que morir asfixiado en su habitación.

Decidió ir al único refugio que lo ayudaba a sentirse mejor, pero a estas alturas de la noche su hermano debería estar descansando, ser un líder de secta tenía demasiado trabajo.

Quería poder ayudar a Xichen a cargar con las obligaciones, no importaba si no se encontraba en las mejores condiciones para ayudar, el quería que su hermano pudiera tener un descanso, el quería que uno de ellos si pudiera ser feliz.

Los ancianos solo imponian órdenes con respecto a aspectos de su vida, no intentaban entender los sentimientos de las otras personas, mucho menos les interesaba que el Líder Lan no amara a las personas que elegían para ser su compañera de cultivación.

Solo querían obligarlo a casarse para tener un nuevo heredero, una nueva persona a la cual ordenar y tratar como un muñeco, un pequeño niño que sería obligado a madurar desde muy joven para seguir llevando la imágen de perfección que tenían en Gusu.

No quería que alguien más pasará por eso, no deseaba que algún día a un niño se le obligará a cumplir todas las expectativas, tal vez no le permitirían jugar para que pasara mucho más tiempo estudiando.

Pérdido en sus pensamientos no había notado que se encontraba a pasos de su hermano, parece que ninguno de los dos podía tener un buen descanso.

Las ojeras fueron el recordatorio de que Xichen debería estar agobiado de trabajo estos últimos días.
También el aspecto desaliñado significaba que ser un Líder de Secta no era lo mejor que le podría suceder a alguno de ellos.

-Wangji ¿Qué estás haciendo despierto a estas horas?- La sonrisa calida de su hermano le devolvió la calma que necesitaba - Tal vez no puedes dormir.

-Mhm- Fue el único sonido que pudo emitir, su hermano lo hacía sentir pequeño.

-Parece ser que somos dos, ven no me importaría tener un poco de compañía- Dijo mientras señalaba el asiento- Podremos tener una charla después de tanto tiempo.

-las reglas- fue lo primero que pensó.

-No te preocupes tanto por eso, soy el nuevo líder de secta- Las leves risas inundaron el ambiente.

Estar con su hermano era el consuelo que necesitaba, en estos momentos no le importo quienes eran, mucho menos si al día siguiente recibirían un llamado de atención por ignorar los principios.
Solo deseaba volver a ser el niño que cada día recibía dulces sonrisas cuando se sentía mal.

-Bien- Tomar asiento cerca de Xichen lo hacía sentir mucho más cómodo, extrañaba esto.

-Veo que te encuentras un poco mal ¿Sucede algo Wangji? Sabes que sin importar lo que suceda estaré apoyándote- una leves palmaditas se posaron en su espalda- siempre fuiste muy malo ocultando lo que sientes.

Su hermano se equivocaba, muy pocas personas podrían entender sus emociones, siempre ocultaba sus sentimientos detrás de una cara de piedra, la cual sin importar los golpes nunca se fragmentaria.
No consiguió entender como Xichen comprendía lo que quería decir, pero se lo agradecía, a veces simplemente no encontraba las palabras para expresar lo que le sucedia, pero aún en estos momentos de sentía comprendido.

Simplemente hablo, derramó sus emociones frente su hermano, le mostró cada unas de las cicatrices que no le permitían dormir por las noches, las pesadillas que se arrastraban en su mente hasta que el sol salía por el horizonte, le contó sobre el dolor que sentía cuando recordaba todo lo que había sucedido.

Las lágrimas impregnaron el lugar, el resentimiento, dolor y decepción fueron las principales causantes de tan desgarradores sollozos.

Ese día el Segundo Jade de Gusu Lan, Lan Wangji, volvió a ser un humano con emociones frente a su hermano, volvió a ser el niño que perdió a su madre cuando era pequeño, volvió a ser la persona que espero arrodillado a que alguien saliera por esa puerta.
También fue la persona que perdió a su alma gemela y que se encontraba en esos momentos completamente perdido.

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⏰ Última actualización: May 13, 2022 ⏰

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