❝ Dear you
What's your name?
When did we start this crazy game? ❞
━ Zebrahead
['Hittō' Kakuchō Simp Culture]
[2O21]
Edición de portada realizada por mí y créditos de ilustración a su yuu_sigu_65 -Twitter-.
¡Los personajes de Tokyo Revengers le perte...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
( メOne Shot - Kaku x Izana - Posible universo alterno - Genderbender ) ; Izana cae rendida solo con Kakuchō
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izana estaba segura que no tenía mal gusto. Solo un atracción muy segura hacia cualquier entidad masculina que le arruine los sentidos (emocionales).
Tampoco era supersticiosa. No se mostraba vulnerable ante algún oponente digno que le rompiera el corazón. Eso era demasiado difícil. Ella era la que los rompía, estrechando las venas y los vasos sanguíneos en sus manos para acabar con los latidos exuberantes de algún tipejo de pasada. Satisfactorio; además, era grato que fuera la originaria de los quebrantamientos románticos de otras personas, un honor que fuera Kurokawa Izana la que te rompiera el corazón.
Por ello, no era de su simpatía que aquella bimbo lanzada le hiciera competencia con su siguiente objetivo, ‘Hittō’ Kakuchō, el misterioso adolescente de ojos diferentes. Izana quedó prendada como chicle —sin querer— ante el muchacho. Era, sumamente amable, ¡No! más que eso, demasiado lindo, diría que hasta buena gente. Desde que fue transferido, no le quitaba un ojo de encima, que por cierto, era menor que ella. Pero no importaba, tenía un nosequé bombeando cargas eléctricas por donde no quería que fueran. Ya no podía hacerle nada, quizás le gustaba solo un tris a su buen raciocinio.
Sin embargo, la bimbo era el problema. Haitani Ran era exclusiva por ser una de sus amigas-conocidas más cercanas, y detestaba admitirlo, pero dentro del revoltijo maloliente de emociones encontradas llenas de orgullo, muy por debajo de esa capa gruesa, era posible que Ran pudiera llevarle una buena racha de competencia: es ridículamente bonita.
