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un no

La el viento frío chocó con mi rostro haciendo que me estremeciera, al parecer también había tocado mi corazón, por qué me sentia más frío y solitario de lo normal. Mire detenidamente la pequeña caja entre mis manos, acariciando el pequeño moño color blanco que le había colocado.

Si alguien me hubiera dicho que me encontraría en tal situación, no lo hubiera creído, lo hubiera tomado a loco y le demostraría que era imposible estar así. Ojalá alguien me lo hubiera dicho.

Un "Lo siento, no he podido llegar" o un "Lo lamento, no quiero verte de nuevo" hubieran servido más que dejarme esperando más de una hora y media, con la ilusión de volver a verlo, con la ilusión de poder arreglar todo, con el corazón emocionado por su posible regreso.

Suspire, sintiendo como mis ojos estaban a punto de soltar unas pequeñas gotas de lluvia, que podían convertirse en un gran diluvio, mi corazón sintió una gran tristeza.

—¿Que tal te fue Nochu? ¿Lograste hablar con el? — Una pequeña sonrisa se pinto en su rostro mientras salía completamente de su estudio, su semblante cambio a uno serio, como si estuviera decepcionada en cuanto por fin se acercó lo suficiente y noto que aún tenía la pequeña caja de regaló entre mis manos.

—Ni siquiera llegó — Deje la pequeña caja sobre la mesa, camine un poco más hasta llegar al sofá y me deje caer, cubri mi rostro con mis manos, despeinando todo mi cabello. Nayeon se acercó con cuidado sentándose a mi lado, acaricio mi espalda, pude sentir su cuerpo rodearme.

Nayeon siempre había estado junto a mi en momentos importantes y significativos en mi vida, en las buenas y en las malas. Ella siempre supo mi historia desde principio a fin, no solo lo supo, lo vivía.

—Supongo que tuvo mot...

—Hemos estado justificando su comportamiento por casi tres meses, no asistió a la cita por qué no quiso, no le importa ya está relación. — Derrame la primera lágrima, sintiéndome avergonzado cubrí por completo mi rostro escondiendolo entre mis piernas y brazos. —Aun así, no tengo el valor para terminar con el, aún lo quiero Nay...

¿Sería bastante cruel si lo terminaba? Me había dado todo su apoyo desde que lo conocí, desde que empezamos a ser una pareja el comenzó a cambiar un poco, ya no era el mismo. Pero aún así estaba cuando lo necesitaba.

—¿Hay más soluciones Koo? — Su cuerpo se separó del mío, suspiro profundamente dejándome en claro que la charla que se estuvo retrasando este tiempo, estaba por venir. — Ya no es sano estar en esa relación, sobre todo desde que se fue sin avisarte, ni un mensaje, ni una sola llamada para decirte que se iba. ¿Crees que es justo para ti eso? Es mejor que lo termines Jungkook, ya fue suficiente de su inmadurez, te está evitando y cuando te llama que son unos cinco estúpidos minutos son para hablarte de su "maravilloso amigo" — Acompaño esto último con comillas por sus dedos y un tono de voz burlesco.

No iba a mentir diciendo que nunca pensé en terminarlo, lo pensé en muchas ocasiones pero me sentía culpable de hacerlo. Seguramente había tenido sus razones para irse sin avisar, pero me había dejado de sentir importante para el desde ese entonces.

¿Yo que estaba haciendo mal?