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wonyoung tuvo que quedarse estudiando en la biblioteca. eran alrededor de las 6 de la tarde y yujin decidió acompañarla. sus clases habían terminado a las 4 pm, por lo que llevaban dos horas extras juntas.
yujin iba a admitir que no había podido dejar de mirar a wonyoung en todo el día. la menor llevaba puesto un suéter blanco con cuello alto y su cabello negro caía suavemente por ambos lados de su rostro. para yujin esa imagen era adictiva y wonyoung estaba demasiado concentrada en sus libros como para advertir la mirada de la mayor.
se habían sentado en una mesa de la esquina de la biblioteca, la cual estaba aislada de las demás porque se situaba entre las estanterías de libros. a ambas les gustaba ese lugar y siempre se sentaban allí, debido a que era el doble de tranquilo de lo usual, y además, tenía un gran ventanal al costado derecho que les permitía la vista hacia el jardín exterior.
wonyoung levantó la mirada encontrándose con la de yujin, tras dicha acción la mayor ni se inmutó en apartarla lo que hizo que mantuvieran contacto visual. wonyoung tras unos segundos bajó la vista y suspiró, sintiendo sus orejas calentarse. yujin siempre hacía lo mismo y no entendía cómo era posible que estuviera tan tranquila y no se pusiera nerviosa.
—¿no crees que ya es suficiente por hoy? —preguntó la mayor. wonyoung asintió para posteriormente guardar sus cosas.
yujin no apartó la mirada de la azabache. su cabello se movía a causa del movimiento y sus largas pestañas revoloteaban con más frecuencia que antes. era idéntica a un ángel.
—¿vamos al jardín? —preguntó yujin con una sonrisa.
la menor la miró con un evidente nerviosismo en sus ojos, pero asintió de igual forma. se puso de pie y se dirigió a un estante cercano a guardar un libro que había sacado de allí anteriormente.
se dirigieron a la puerta, agradecieron a la bibliotecaria y salieron. caminaron hacia el gran jardín floral acompañadas de un silencio cómodo.
yujin se adelantó y buscó un espacio bajo un árbol para que se sentaran, allí llegaba directamente el sol anaranjado del atardecer y la vista del mar era hermosa.
ambas se sentaron una al lado de la otra con algunos centímetros de distancia.
—la vista es linda ¿verdad? —dijo yujin.
—sí, es preciosa.
nuevamente el silencio abrió paso entre ambas, en el que se concentraron en observar las olas moverse y las nubes flotar en el cielo, sentir la brisa chocar contra su rostro y disfrutar de la presencia de la otra.
—estás muy lejos. —wonyoung miró con confusión a yujin, pero apartó la mirada de inmediato cuando ella se sentó más cerca suyo, tanto así que los costados de sus piernas se tocaron. yujin sonrío al ver las puntas de las orejas de wonyoung enrojecerse.
la menor luego de un rato decidió dejar todo el nerviosismo de lado y tomar un poco más de confianza. yujin sintió la cabeza de wonyoung en su hombro, llevó una de sus manos al cabello ajeno y empezó a brindarle caricias suavemente. a menudo demostraban su cariño con contacto físico sutil y siempre sin hablar ni una palabra al respecto.
yujin, al estar consciente de que wonyoung no la vería, sonrío al sentirla tan cerca suyo, amaba eso y deseaba que ese momento jamás terminara. tomó la mano de la menor y la entrelazó con la suya.
—tus brazos están fríos —dijo wonyoung. había deslizado su mano libre por uno de los brazos de la mayor, sintiendo como la brisa fría chocaba contra su piel— tengo una sudadera, póntela. —abrió rápidamente su mochila y sacó la prenda color gris claro de allí para dársela a la mayor.
—no es necesario.
—hace frío tómala —insistió.
—pero ¿y tú?
—yo ya estoy lo suficientemente abrigada, no te preocupes, además, me gusta verte usar mi ropa —wonyoung sonrío al ver a yujin apartar la mirada y curvar sus labios levemente hacia arriba, mientras tomaba la sudadera y se la ponía. volvieron a quedarse en silencio admirando el sol que poco a poco desaparecía en el horizonte.
—oye —llamó yujin, recibiendo un murmullo en respuesta —, mírame.
wonyoung giró su cabeza hacia la izquierda, encontrándose directamente con la mirada de yujin, sus rostros estaban cerca y mantuvieron el contacto visual por unos segundos.
—te ves muy linda hoy. bueno, siempre te ves linda, pero hoy es mucho más de lo normal. —wonyoung soltó una pequeña risita y apartó la vista, sintiendo su rostro calentarse.
—me di cuenta, estuviste viéndome todo el día.
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