II: La reliquia vampiro del ángel caído

Capítulo 29: Nueva audiencia*

Contado por Israel

Teníamos un plan en el que esperábamos poder hablar con Christina y detener esta locura. Nadie quería que rodaran cabezas de los ángeles, de ninguno de los dos tipos, a pesar de que Angel me explicó que cuando ellos morían regresan, pero pierden completamente su memoria.

Gracias a Ryan y Tyler, supimos que los dos tipos de ángeles tienen algunas leyes similares, y entre ellas una de gran importancia, ante una guerra de gran magnitud el contrincante tiene derecho a pedir una audiencia con el fin de llegar a un acuerdo pacífico y ellos tienen la obligación de aceptarlo.

Aunque en esa audiencia no buscábamos llegar a ningún acuerdo pacífico porque de ninguna manera conseguirán lo que quieren, si queremos evitar muertes.

En este momento me sentía demasiado nervioso y con un poco de miedo. No por mi, si yo moría no me importaba, pero el hecho de que los demás reciban algún daño si me preocupaba. Incluso Justin, a pesar de todo no puedo hacerle daño.

Salí de la habitación con el arma mas poderosa que hay en este lugar, mi varita. Se había llegado la hora de dirigirnos junto a un gran número de ángeles a la posición acordada.

Justo en la entrada de la ciudad se encontraban todos los demás, salimos junto con unos doscientos ángeles y nos dirigimos hacia el territorio de los ángeles de la oscuridad.

El ambiente se sentía tenso, nadie hablaba. Ni siquiera Angel al cual en un momento con engaños lo hice caminar al lado de Ryan, y por fin ambos se miraron a los ojos. A pesar del nerviosismo pude notar la sonrisa de ambos, eran tan bellos, tenía que haber algo entre ellos si o si.

Después de las horas de camino llegamos al límite del territorio, donde se juntaban ambos.

—Ryan ¿recuerdas lo que dirás para solicitar la audiencia? —le pregunté.

Él fue el elegido para eso, aunque algunos no creían conveniente que él vaya hacia ese lugar ya que estando ahí podría traicionarnos, cosa de la cual estaba seguro que no lo haría, era muy notoria su mirada hacia Angel, no nos defraudaría porque si eso le sale bien no sería mal visto por los ángeles, y el hecho de ser varón es otro asunto.

Ryan simplemente asintió ante mi pregunta, estaba muy nervioso, tanto que temblaba.

—No tengas miedo, no te sucederá nada. Judith y Davis te protegerán en caso de que algo saliera mal.

Los tres comenzaron a caminar en el territorio de los ángeles de la oscuridad, nosotros los esperaríamos en este lugar.

Noté que Angel se acercó a mi lado cuando los observaba irse.

—Este sería el momento ideal para gritar su nombre, correr detrás de él y besarlo apasionadamente.

—Dios santo, Israel ¿De donde sacas ideas tan raras? —preguntó riendo.

—Es natural. Es un poco cliché, pero sería muy lindo ¿O acaso me vas a decir que no quisieras besarlo?

—No lo se —admitió— Me conformaría con decirle que tenga suerte y tal vez darle un abrazo.

—Awww, que cursis son los ángeles.

—No eres gracioso.

—Y no es mi intención que lo sea, es mas. Cuando ellos vuelvan y esto termine los encerraré en una habitación por una hora.

—¿Y eso para qué?

—Para hablar, conocerse mas o incluso besarse, no hay límites.

—En verdad estás loco —mencionó alejándose hacia el resto de los ángeles.