Narrador omnisciente
Nicole estaba destrozada y comenzó a golpear la puerta.
—No. Rose, tu no.
—Ven —le dijo su madre tomándola del brazo y abrazándola después— No hay nada que podamos hace —dijo con la voz temblorosa, como si estuviera al borde del llanto.
—Suéltame. Hay que abrir la puerta —dijo soltándose y comenzando a golpear la puerta con mucha furia. Intentaba destrozarla pero la puerta no se abría y tampoco se rompía a pesar de ser de piedra.
Pensó en eso y dejó de golpearlo, sabía que así nunca lo lograría, así que en su lugar cerró los ojos y simplemente puso su mano en la puerta. Quería que se abriera, ella controlaba la tierra y eso incluía las rocas, así que podía lograrlo, confiaba en eso. De pronto la puerta comenzó a retumbar un poco y abrirse solo un poco, cosa que le estaba costando mucho, lo que sentía no era normal estaba sintiendo un gran temor, despues pasó a enojo y un conjunto de sentimientos negativos que sentía que se apoderaban de ella, hasta que sintió unos brazos alrededor de ella, eran los de su hermana.
—Rose -dijo Nicole correspondiendo su abrazo— no vuelvas a hacer esto.
—Descuida, no pasó nada. Pero aun tenemos que cerrar la otra.
—No, definitivamente no. No nos volveremos a arriesgar —le dijo su madre.
—Es necesario. Además por poco y alcanzaba a salir, estoy segura que la siguiente si lo lograré.
—Estás loca mujer, por supuesto que no lo harás. Judith puede continuar evitando que el ejercito de ese trio de ángeles entre. Así que ni lo intentes.
—Nicole, es necesario que lo haga —la interrumpió Rose— Judith puede ser importante en otro lugar, podría apoyar para pelear contra alguno de los ángeles, y si no sucede, no importará nada, muchos mas ángeles pueden morir.
—No me importan los ángeles, me importas tu. Ángeles hay muchos pero yo solo tengo una hermana, una de la que no pienso despedirme nunca.
—Nicole, entiende.
—No, no te dejaré. En ese caso yo cerraré esa puerta.
—¿Ah si? ¿Y cómo piensas hacerlo?
—De la misma manera que abrí esta.
Comenzó a caminar hacia la última puerta por la cual aún podían salir ángeles y de los cuales Judith se encargaba.
***
Habían logrado cerrar las tres puertas sin inconvenientes como en la primera.
—¿Y ahora qué? —preguntó Rose.
—¿Creen que ya le hayan dado la señal a Angel? -preguntó Judith.
—No lo se, esperemos que ya lo hayan hecho —respondió Jane— Creo que hay que ir hacia allá.
Se dirigieron hacia el territorio de los ángeles para ir a buscar a los otros. Mientras tanto Justin y Davis volvían a tener problemas con el ángel cuando parecía que estaban a punto de acabar con él.
El ángel se sentía mas fuerte que antes, su ejercito había dejado de salir por su puerta así que ya no utilizaba nada de su poder y por ende, este crecía en él. Aunque se dio cuenta que una de las puertas estaba destruida, y de ello no se había dado cuenta antes. Eso significaba que habían destruido a uno de sus hermanos. No podía permitirse seguir perdiendo el tiempo con ellos. Así que despues de disparar una flecha hacia Justin y Davis que ambos pudieron esquivar, este se marchó volando a gran altura y a gran velocidad.
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II: La reliquia vampiro del ángel caído
VampiroParte II finalizada, ya no habrá mas cambios.