Cap 1; Papasito

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La habitación era fría, mi piel se erizaba ¿y a quién no? La anestesia me hacía sentir decaída, cada vez más, dentro de unos minutos seguro estarían colocando una silicona en cada uno de mis senos; tengo que admitirlo estoy muy nerviosa. El doctor me mira y sonríe

-Vas a quedar preciosa, Annie.
Con esas palabras mis ojos se nublan y de inmediato pierdo la noción del tiempo.

*^*^*^*^*^

Cuando abro mis ojos, me siento completamente adormilada, cuando recuerdo el por qué de mi situación no puedo evitar tensarme.

-Tranquila, todo ha salido bien, sólo debes tomar reposo y podrás disfrutar de tus senos nuevos.

Me calmé al escuchar esas palabras del cirugano plástico más bueno de la ciudad. La verdad mis senos no me molestaban, pero quería probar con la cirugía y hasta ahora, toda va bien.

-Vale Doc, más le vale que se vea tal y como quería.

La verdad mi situación económica era realmente buena y podía darme el lujo de mandar y tratar a la gente como se me venga en gana.

Las semanas de reposo fueron las peores de toda mi vida, hinchazón en los senos, dolores inexplicables, y uno que otro moretón que salían. Por suerte ya estoy en la quinta semana y me he mejorado bastante.

Tome mi celular y marque el número de Lucy, hace bastante días que no me comunicaba con ella necesitaba salir y despejar un poco mi mente de todo este lío con mi padre.

-¿Aló, Annie? ¡Mi puta favorita!- gritó riéndose a carcajadas- Vale, ¿como estás de tus tetas grandes?

-¡Lucyyyy! Pues no me quejo, ya los dolores se fueron y no tengo moretones, digamos que me recupere bastante rápido

-Ah pues muy bien, me alegro ¿y qué tal que hacemos hoy? ¡Es viernes de putas!

-Estaba pensando ir al antro que nos recomendó Tony la vez que te liaste con Fede ¿recuerdas? Necesito despejar la mente no soporto el lío que cargo encima con mi padre.

-Ya esta dicho amiga, y ¡a estrenar esas tetas! -dijo a carcajadas- Te busco a las 7.

Cuando me encontré con Annie, masajeó, observó, y piropeo mis senos nuevos, después de eso arrancamos a divertirnos, lo echaba de menos. Al llegar a nuestro bar favorito fuimos por la primera ronda de tragos hasta que decidimos divertirnos, jugando a retarnos.

- Vale, ¿estás lista para ésto, Annie?
Me tomé el trago de forma rápida y asentí
-Nací lista, bebé.

Me di media vuelta decidida a conseguir algún tío lindo para cumplir mi reto. Y si lo estaba buscando definitivamente lo encontré, me miraba de arriba abajo y yo le sonreí sensualmente, miré a mi amiga y avancé a paso decidido.

-Hola papasito, ¿tienes novia?

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