...y de nuevo sola porque me atrevo a mirar de frente. Porque creo en mí, en el amor, porque más que todo me siento viva."
—¡Zeinep, Zeinep!
—¡Melek, te has vuelto loca o qué! ¿Qué haces a está hora en la calle y vestida así? ¡Melek, te vas a congelar! ¡Estas loca!
—¡Deja de pelear y ayúdame a subir, por favor!
Una vez en el cuarto, me preparé para la refriega de mi hermanita quien me miraba con aires de madre compungida.
—Hasta el abuelo te está buscando. ¿Te imaginas que te hubiera encontrado afuera y en esas fachas? Ya llegaron las flores, mamá pasó y me dijo...
—¿Qué dijo mamá Zeinep? ¡Habla niña!
—Melek hoy es tu compromiso. Si que lo recuerdas, ¿verdad? ¿verdad? —me repite con susto— ¿No harás una de las tuyas? ¡Responde loca!
—¡El compromiso! ¡Gedish y su familia! Pobre Gedish, pobre.
—¿Pobre por qué? ¡Melek te exijo una respuesta!
—¿Cómo pude olvidarme Zeinep? No puedo hacerle esto a la familia. ¿O será que sí? Es mi vida ¿no?
—¡Ay Dios, esto es peor de lo que pensaba! —gritaba mi pobre hermanita asustada.
—Deja de chillar o todo el pueblo vendrá a nuestra puerta, por favor.
—¡Es que soy muy joven para lidiar con esto Melek! Sólo tengo 16 y ya me siento traumada —dramatizó la chiquilla—, ya voy y busco a Melike, ella sabrá que hacer. Ella te meterá en cintura, ella...
Así se fue mi hermanita gritando escaleras abajo, vaticinando la tragedia y completamente asustada y la verdad es que el terror de su carita tiene razones de peso. La situación se puede poner muy fea si me desaparezco, por más que me esfuerzo no me imagino al padre de Gedish aceptando un no por respuesta.
Además los planes del abuelo Hazar y mamá al parecer están dando fruto. Los primeros contratos ya están firmados y si la boda se celebra para el próximo mes los beneficios serán enormes pues las dos familias más poderosas del oeste del país al fin estarán unidas. Nosotros, los Celebi, con nuestras tierras, olivares y fuertes tradiciones, ellos, los Akinotsu,con la cadena hotelera, la marina y sus contactos en el extranjero. Será la boda del año, me criaron para esto lo sé y sí, lo entiendo, tengo el futuro de mi gente en los hombros. El abuelo incluso me prometió mejoras para el pueblo y que Zeinep se podría casar con quien quisiera, si yo no ponía trabas y el acuerdo al fin se cerraba. Yo... yo acepté pero no podía imaginar, cómo imaginar que terminaría...
¿Cómo podía siquiera atreverme a soñar? ¡ El amor era concepto abstracto para mi hasta hace instantes aunque llevo años enamorada! ¡Tonta, retonta!
Los pasos de Melike me hicieron reaccionar, ella me conoce más que yo misma, siempre ha sido mi espejo, mi confidente, mi otro yo, así que no hicieron falta muchas palabras. Su abrazo enseguida me tranquilizó.
—Zeinep está histérica—empezó—y tiene razón. Melek has llevado esto muy lejos para decir no ahora. La familia quedará en ridículo, el descrédito, la vergüenza, el señor Hazar no te va a perdonar.
—Lo sé y eso me aterra. Los quiero mucho pero no dejo de preguntarme: ¿Y yo? ¿Es qué acaso no tengo derecho a ser feliz? ¡Dime Melike!
—¿Y qué ha cambiado? ¡Quiero ayudarte pero necesito que me cuentes!
—No hay tiempo para contar y sé que lo que te voy a decir te parecerá una locura. Me voy para Cuba.
—¡Qué! ¿Cómo que Cuba? ¿Qué es eso de Cuba? ¿A Cuba, a qué? ¿Por qué?—no para de preguntarme con desespero.
—Me voy a luchar por mi amor, me voy porque por primera vez en mi vida quiero pensar en mí. Sé que, con mi partida haré sufrir a mucha gente, aún así no me queda otra. ¡Me estoy ahogando Melike!
— Es Antonio ¿verdad? ¡Claro qué es Antonio! —replica sin esperar respuesta—. De algún modo siempre lo supe y tú te encárgaste de disimularlo. ¿Por qué?
—No lo sabía Melike, no hasta hoy.
—¿No te parece una decisión demasiado drástica para un amor que reconoces sólo desde hace unas horas? Tienes hasta la tarde, piensátelo, por favor.
—Sí, qué lo piense. Va a matar a todos de un dijusto—intervino mi hermanita quien acababa de asomar la cabeza—¿Es muy guapo el Antonio?—preguntó— ¿Es negro?
—¡Zeinep, cállate ya! —le ordenó Melike. —Acompáñame mejor a preparar las flores y deja de hacer preguntas tontas niña.
Se alejaron peleando y todavía podía oír a Zeinep:
—¡Es que me dijeron que en Cuba todos son negros!
—¡Negros! ¿Cuba? —es la voz del abuelo—¿De qué hablan ustedes?
—Señor Hazar, es una tarea de la escuela de Zeinep, una tarea.
—¡Qué el señor nos acompañe! — grita enfadado— ¡Una tarea de negros! ¿Sabías Nara que a tu hija le hablan de negros en la escuela? —pregunta mirando a mamá.
—Suegro mejor nos concentramos en Melek, hoy es un día importante. ¿Sí?
Siempre he pensado que mamá tiene un poder especial, su voz hipnotiza, calma, relaja. Nara Celebi es una señora poderosa, su presencia impone y atrae a la vez. La muerte de papá fue el detonante para que ella asumiera que vino al mundo para mucho más que criar a dos pequeñas, logró sobrevivir y hoy los hombres tiemblan al escuchar su nombre. ¿Me perdonará mamá? ¿Podré volver alguna vez?
No sé y sólo de pensarlo las lágrimas comienzan a salir, me dejo caer al suelo, cierro los ojos y pronto los recuerdos me envuelven, me llevan lejos, tres años atrás a una mañana igual de fría en Estambul. A mi primer día en la Universidad:
"Todavía no lo podía creer, estaba a cientos de kilómetros de casa, compartiendo piso con una chica que a penas conocía en una de las ciudades más nombradas del mundo. Ni mi abuelo, ni nadie en casa pudo evitarlo. Es que estaba... ¿ cómo dicen los españoles?... ¡¡que flipaba!! Así que eran las siete de la mañana y no había dormido nada, nada...
"Tuve que correr, ¡duro! Imagínense la escena: En pantalones de dormir, con un grueso abrigo de lana, densas ojeras adornando mi cara y el cabello que no entendía de ese clima haciendo competencia con la melena de Simba.
"Completaba mi imagen un gran vaso de café humeante que no pude probar porque no más crucé la esquina terminó encima de los pantalones de un muchacho. La caída fue vergonzosa más porque el chico disimulando el dolor sólo hacía gestos con la cara.
"No habla turco" recuerdo que pensé. Y le pedí mil disculpas en inglés, que él aceptó una trás otra sin dejar de sonreír. ¡Esa sonrisa! Aquella noche algo en su sonrisa me envolvió, me conquistó. Hacernos amigos fue instantáneo, se sintió natural, bello.
Desde entonces y luego de atreverme a bailar salsa en plena calle, a correr completamente empapada bajo la lluvia ante decenas de personas que me miraban asombrada, a decir más veces sí, después dejar a mi corazón me di cuenta que conocer a ese hombre cambiaría mi vida para siempre."
Me cambió tanto que hoy completamente asustada pero dueña de mi futuro dejo caer la venda y me doy una oportunidad, la oportunidad bendita de ser feliz, de atreverme a decir no, y a, por primera vez mirar la vida a todo color.
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Hay momentos que nos definen, hay instantes que marcan nuestra vida, hay personas que llegan para remover todo nuestro ser.
No dejemos de creer, de reír, de continuar intentando. La vida se vive mejor sin lentes empañados, cortinas grises y espacios apretados.
Gracias por leer estas páginas que se empeñan en recordar el verdadero significado de la palabra amor.
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Cruzando el Atlántico
RomanceMelek es una chica intensa, todo en ella recuerda a un arroyuelo crecido, ha sido la primera de su familia en probar tantas cosas nuevas. ¿Será la primera en conocer el amor? Hoy Melek quiere ir a por más. A pesar de sus miedos decide arriesgarse au...