II

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¡TE ODIO KANG TN!...

Joder, no tenía ni idea de que me odiaba tanto. Ignoré cada palabra que pronunciaba. Después de todo, me merecía un buen baño, y eso es precisamente lo que hice. Disfruté quince minutos de un baño delicioso y luego salí. Me dirigí a mi maleta y saqué un lindo conjunto: un short y un top rosa pastel. Opté por un maquillaje sencillo, me puse unos botines, mis gafas de sol y salí de mi habitación. Sin embargo, me llevé una sorpresa al encontrarme al rey parado frente a mi puerta junto con varias personas.

¿Qué demonios está pasando aquí? —pregunté incrédula.

— Vine a sacarte de mi habitación —respondió con una frialdad que me heló la sangre.

— ¡¿Qué?! —exclamé, sin poder creer lo que estaba escuchando—.

— Exacto, así como lo oyes —dijo con arrogancia—.

— Eres un estúpido, Park. El hecho de que seas importante no te da derecho a comportarte como un tirano.

— Pues ahora mismo lo estoy haciendo.

— No, deja de actuar como un engreído presumido —replicaba yo, sintiendo cómo crecía mi frustración—.

— Vamos, no me importa lo que digas. Por favor, desháganse de esta mujer —ordenó con desdén—.

Por suerte, una señorita intervino en mi defensa.

— Mis disculpas, rey Jimin. Ha habido un malentendido con nuestro compañero. Yo misma lo guiaré a su habitación.

Un bufido apenas audible escapó de sus labios mientras observaba mi presencia, como si hubiera subestimado mi determinación. Era evidente que no esperaba que mi voluntad fuera tan firme. Después del enfrentamiento en la habitación, decidí dirigirme al comedor para desayunar. Sin embargo, para mi sorpresa, me encontré con la figura imponente del "rey engreído" ocupando un lugar destacado. Esta era mi oportunidad, pensé, mi oportunidad de entrevistarlo y desentrañar las capas de su personalidad.

Me acerqué lentamente, calculando cada paso, hasta que estuve frente a él. Sus ojos, detrás de las páginas del periódico, me miraron con una mezcla de curiosidad y exasperación cuando cerró el diario.

— ¿Qué deseas? —su voz era un hielo afilado—

— Parece que tienes un humor encantador esta mañana, Park —repliqué con un deje de sarcasmo—

— Deja de perturbar mi tranquilidad, Kang —su tono denotaba la escasa paciencia que le quedaba—. ¿No te basta con lo que sucedió en la habitación?

— ¿Por qué no asumes tus acciones, Park? —mi voz resonó con una intensidad creciente—. ¡No puedes evadir la responsabilidad!

Sus ojos se entrecerraron ligeramente, reflejando una mezcla de molestia y frustración mientras esgrimía su respuesta.

— Eres una molestia, Kang —sus labios se curvaron en una mueca de desdén—. Aparta de mi vista, no deseo tu presencia —regresó su atención al periódico—

— No, necesito algo —mis dedos jugaban nerviosamente entre sí—

— Parece que la señorita Justicia requiere de mi ayuda —dijo con arrogancia—

— Odio admitirlo, pero sí. ¿Podría entrevistarte? —mi súplica fue sincera, aunque apenas pude mantener la mirada

— ¿Y qué obtendré a cambio? —su interés estaba claramente picado—

⚜️ 𝑬𝑫𝑼𝑪𝑨𝑵𝑫𝑶 𝑨𝑳 𝑹𝑬𝒀 ⚜️ ☾︎ᵖᵃʳᵏ ᵐⁱⁿ ʸᵉᵒⁿ☽︎/Finalizada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora