Volverá

Capítulo 1

23 de julio del 2009

Apoyó la cabeza en el respaldo del sofá por tercera vez desde que había comenzado la película, mientras trataba de mantener los ojos abiertos. En la otra parte del sofá, sus amigos no paraban de darse besitos y mimos. Estaba acostumbrado a ello, pero a veces le resultaba incómodo. Volvió a centrar la vista en la película, pero por más que lo intentase no le motivaba lo mas mínimo.

- ¡Che! Pablo que te duermes – Dio un sobresalto, abrió los ojos, miró a Manuel y Mia que le miraban con una sonrisa.

- No se rían, che, esta película es un muermo. Tendrían que haberme hecho caso y escoger la de miedo – Se recolocó en el sofá mientras cruzaba las piernas.

Mia frunció el ceño angustiada.

- No, a mi me dan miedo. – Dijo en un puchero.

- Por eso se llaman de miedo Mia. La próxima semana la elijo yo – Mia le miro mal.

- Esta bien – Mia se resignó. Aunque no se podía quejar siempre era ella la que elegía que película querían ver. Pablo se levantó y se fue a la cocina.
- ¿Quieren algo de beber?

- Yo no, gracias – Masculló Mia, mientras se recostaba en el sofá y acariciaba el pelo a su novio.

- Yo una cerveza – Dijo su novio.

Al cabo de unos minutos Pablo salió con ellas en la mano.

- Mia, ¿Cómo están Sonia y Franco? - Mientras le daba la cerveza a su amigo y se sentaba de nuevo.

- Bien, rebien diría yo, Sonia dice que quiere intentar tener un hijo, a estas alturas- Pablo le miro sonriendo.

- ¿En serio? Y Franco que opina – Dijo riendo.

- No le hace ninguna gracia, ya ves tú, con nosotras tres, ya ha tenido suficiente, aunque conociendo a Sonia, no me extraña que le intente convencer...

- Eso seguro – Dijo Pablo. Sonrió triste – un día de estos les iré a visitar...

- Si, ellos te re extrañan – Susurró Mia y Pablo le miró a los ojos. Manuel y Mia notaron que Pablo se ponía mal un poco y decidieron cambiar el rumbo de la conversación preguntándole por su ultima novia.

- Bien, este... bueno... llevamos poco tiempo y...

- Ya, Pablo que nos conocemos ¿pero es algo serio?

- No, ya sabéis que yo no quiero nada serio, no me merece la pena ya... - Mia suspiro, ante la manera de ser de su amigo.

- Pablo tienes que superar ya lo de Marizza - Pablo le asesinó con la mirada.

- No, nada que ver, que decís... Para mí, ella murió – Mia y Manuel se miraron ante las frases de su amigo.

- Bueno, Pablo, ya sabes...

- Manu, sabes que no me gusta hablar de ella, así que por favor dejen el tema... - Mia se levanto del sofá.

- Esta bien pero algún día tendrás que afrontarlo... - Pablo la miró y volvió a bajar la mirada. Suspiro mientras Mia le decía que ya era tarde y que se tenían que ir.

Pablo se volvió a quedar solo en su casa, como cada día, se apoyó con la espalda en la puerta mientras que en su mente se le aparecía claramente la última imagen de Marizza. Su cuerpo desnudo solo cubierto por una sabana fina que dibujaba cada una de las líneas del cuerpo de que por aquel entonces seguía siendo su novia. Cerró los ojos y retuvo esa imagen en su mente. Esa maldita imagen le había acompañado cada día de estos seis malditos años.