IV

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Por fin tenía un excelente plan, entraría por la ventana del segundo piso, buscaría a su amiga y juntos se irían a un lugar más seguro, claro! Todo es perfecto
¿Qué podría salir mal? O eso quería pensar ya que no tenía ni idea de cómo subiría al segundo piso de esa mansión, ni siquiera sabía a dónde dirigirse una vez dentro, las cosas nunca salían como el deseaba parecía que atraía a la mala suerte, toda su vida fue así, llena de miseria y desesperación, había aprendido a sobrevivir a una corta edad sin nadie a su lado, fué así hasta que los padres de hina decidieron darle trabajo o más bien "comprarlo" allí conoció a hina por primera vez, desde chica siempre había sido hermosa, era como una muñeca, pero no solo era bonita tenía un carisma sin igual y una personalidad muy dulce, eso había hecho que se enamorara perdidamente de ella aunque siempre supo que jamás sería correspondido se prometió a sí mismo que siempre cuidaría de ella sin importar el costo y ahora cumpliría su promesa sin lugar a dudas.

Por fin tenía un excelente plan, entraría por la ventana del segundo piso, buscaría a su amiga y juntos se irían a un lugar más seguro, claro! Todo es perfecto ¿Qué podría salir mal? O eso quería pensar ya que no tenía ni idea de cómo subiría al s...

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El viento pegaba con rudeza en las ramas de los árboles dando con ello ruidos fuertes que señalaban que se acercaba una tormenta, el cielo cada vez iba perdiendo su vivo color naranja y la luna se hacía presente conforme pasaban los minutos lo que significaba que la noche se acercaba. Takemichi se encontraba parado buscando algo que pudiera servirle para elevarse y poder subir al piso de arriba, todo parecía inútil hasta que vió los árboles y dirigió su mirada a uno en particular que llamó su atención porque una de sus ramas dirigía a un cuarto del segundo piso, agarró lo primero que vió en su camino e intentó subir a una de las ramas del árbol, la mayoría de sus intentos no funcionaron y cayó muchas veces, pero en su último intento pudo lograrlo y ahora se encontraba arriba, arrastró su cuerpo el cual sentía que se balanceaba con el viento, tenía la sensación de que se caería en cualquier momento, en el mejor de los casos caería y moriría de forma instantánea sin sufrir dolor alguno y en el peor de los casos caería y su muerte sería larga y dolorosa, aunque preferiría no tener que pasar por ninguna de las dos no podía evitar pensar en que algo malo pasaría ese día.

Cuando por fin llegó a la ventana que para su suerte estaba abierta, entró sin más, eso hizo más fácil todo el trabajo; así como sus pies volvieron a tocar tierra corrió de prisa hacia la puerta y la abrió con rudeza, su cabeza volteaba agresivamente hacia ambos lados para asegurarse de que nadie estuviera allí y siguió su camino por los pasillos tratando de buscar alguna pista, hasta ahora todo había salido bien y parecía que así seguirían las cosas, pero Takemichi era muy poco cuidadoso y fué visto por uno de los sirvientes que atendían en la fiesta, no tuvo de otra que noquearlo con una maseta.

- Mierda, ¿Por qué tiene que pasar esto?- maldijo el joven mientras que su rostro cambiaba drásticamente de expresión, obviamente no quería hacerle daño a nadie, ni siquiera había planeado algo así, solo quería sacar a su amiga y protegerla, Takemichi deslizó sus dedos por la cintura del mesero y colocó el brazo del chico alrededor de su cuello para levantarlo y ponerlo en la cama de la habitación más cercana, lo cargó con cuidado y lo dejó delicadamente mientras le quitaba sus prendas cambiandolas por las suyas, así podría pasar desapercibido por los demás.

Así fue como takemichi llegó con éxito a la entrada de la fiesta y logró colarse entre los demás empleados, alrededor podía ver a personas de la más alta clase con ropa que ni siquiera podría pagar con su vida, odiaría cometer un error, pero su nombre era Takemichi Hanagaki un hombre al cuál la desgracia siempre lo seguía.

No faltó mucho para que la mala suerte hiciera de la suyas, ahora mismo se encontraba dirigiéndose hacia uno de los invitados, Takemichi tembló al hacer contacto visual con el otro individuo, sus ojos negros como la misma noche, tenía una apariencia muy atractiva y su aura era amenazante, vestía un traje elegante de color blanco y en sus dedos portaba anillos de oro, Takemichi no sabía quién era pero algo le decía que era alguien a quien no quisiera conocer.

Había pasado un tiempo desde que llegó y el intimidante hombre no paraba de observarlo y señalarlo, obviamente Takemichi no sabía que hacer ya que nunca en su vida había estado en lugares así de elegantes; al final terminó dirigiéndose al joven con pasos cortos con la esperanza de que el otro se aburriera o se cansara y terminara llamando a alguien más, pero eso nunca pasó.

Había pasado un tiempo desde que llegó y el intimidante hombre no paraba de observarlo y señalarlo, obviamente Takemichi no sabía que hacer ya que nunca en su vida había estado en lugares así de elegantes; al final terminó dirigiéndose al joven co...

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Perdón la tardanza pero tuve un bloqueó creativo trataré de actualizar más seguido y muchas gracias por su apoyo 💕

prometido del rey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora