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A la orilla del mar no muy lejos de dónde las olas se rompían, se escuchaban los pasos suaves pero apurados de un joven que contemplaba inmerso el mar, el ruido agitado y sereno de las olas que se hacía presente en todo tipo de frecuencias dejándolo por completo aturdido a cualquier tipo de sentido, su sangre se enfriaba por la brisa de esa mañana, toda su mente se había enfocado únicamente en aquel chico de ojos grandes color azul celeste que llenaba por completo sus pensamientos, no había pasado tanto desde la última vez que lo había visto, probablemente unos minutos o incluso horas aunque en estos momentos solo podía sentir como el viento golpeaba con cierta rudeza su rostro.

-  takemichi- susurro para el mismo agradecido de que el ruido del mar fuera lo suficientemente fuerte para bloquear de su oído el nombre del responsable de que perdiera los estribos, durante toda su vida se había acostumbrado a mantener en calma sus emociones no había quien negara sus peticiones y aquellos que cuestionaran su dictamen eran inmediatamente castigado con la muerte, durante muchos años fue así y no iba a cambiar por un cualquiera.

-¿ Esta todo bien? Llevas horas aqui afuera, ni siquiera te haz presentado a desayunar- interrumpió una voz molesta otra vez.

Por su parte no hubo respuesta y solo camino en silencio hacia el palacio, era bastante molesto que le dijeran que es lo que tenía que hacer pero estaba muy cansada para alegar en estos momentos.

Sin estar muy convencido termino llegando a su habitación, sus ojeras se habían marcado más y llevaba un dolor terrible de cabeza con el, tan pronto como decidió tomar una ducha la puerta se abrió bruscamente y para su sorpresa era aquel que estaba tratando de evitar toda la mañana, en un abrir y cerrar de ojos su agotamiento y estrés se fue por completo.

- señor Mikey, no sabía que estaría aqui- dijo con una voz temblorosa y confundida mientras trataba de huir lo más pronto posible.

- ¿Por qué no estaría en mi propio cuarto?- parecía que la situación se había calmada y el ambiente dejaba de ser tenso por un momento.
Las manos del rubio no dejaban de moverse y sus ojos se volvían cristalinos parecía que en cualquier momento estallaría en llantos, Mikey era totalmente consciente de que su presencia hacia que el chico se pusiera de ese modo y en parte era algo que lo decepcionaba.

- ¿quieres entrar a limpiarte conmigo?- bromeó mientras observaba cada una de las acciones del joven.

- parece muy convencido a mantener contacto conmigo su majestad-  está respuesta era algo que definitivamente no esperaba había echo que  Mikey se cuestionara sobre su raro comportamiento que ya había sido recalcado por su amigo de la infancia.

Él silencio volvió a hacerse presente pero está vez fue takemichi el que decidió romperlo.
- si tanto insiste entonces estaría bien tomar un baño con su majestad.- su mirada habia cambiado por completo, apesar de que su cuerpo siguiera temblando de miedo en sus ojos se podían observar determinación se rehusaba a morir de una forma tan ridícula y menos por manos de alguien que no llevaba ni una semana conociendo.

Takemichi empezó a quitar cada una de sus prendas, se sentía incómodo por la insistente mirada del mayor pero estaba decidido, después de estar tanto tiempo encerrado había llegado a una conclusión, alguien no puede matar a la persona que ama ¿Verdad?, Se armó de valor y desde ese día empezaría a seducir a su imponente amo.

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Aún me recuerdan? Me había tardado mucho en actualizar, ni recordaba que tenía esta cuenta

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2023 ⏰

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