𝙾𝚞𝚛 𝙻𝚊𝚜𝚝 𝙲𝚑𝚛𝚒𝚜𝚝𝚖𝚊𝚜

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Aidan Gallagher

Me encontraba de pie en medio de mis padres mientras el sacerdote cantaba en una misa dedicada a Clarice. Todas las personas presentes me daban el pésame. Amigos, familiares e incluso personas que no conocía lo hacían.

Clarice era hija de Andrew Curie, un empresario muy reconocido por sus negocios uno de los cuáles era dirigir una de las editoriales mas importantes de New York y esa era la razón por la que el funeral estuviera lleno de periodistas en la puerta.

Hubo un momento en el que el padre de Clarice se me acercó.

- Subirás a dar unas palabras en honor a mí hija - dijo imponente - solo porque fuiste una persona a la que ella le tuvo aprecio - mirando de arriba a abajo con desagrado -.

Solo asenti y el se marchó. Para el señor Curie yo nunca fui santo de su devoción. Aúnque le agradaba mí apellido y mí familia, el señor Curie casi pega el grito en el cielo cuando se enteró que me quería dedicar a la música y casi se desmaya cuando le comenté que quería abrirme mí propio camino y no depender ni hacer uso de la fortuna de mí familia.

Para el señor Andrew yo siempre fui un soñador empedernido que alejó a su hija de él y de su hogar.

Después de unos minutos el señor Curie me llamo haciéndome una señal para que suba al pequeño altar junto al micrófono dónde hablaría.

- Ten esto - me extendió unos papeles - le pedí a mí secretaria que escribiera algo lindo y cursi para que digieras frente al micrófono. Solo léelo y no lo arruines - advirtió y sin ganas de discutir subí al escenario -.

Todos incluyendo mis padres y unos amigos míos y de Clarice me miraban expectantes pues desde el hospital no había mencionado nada, no tenía ganas ni de respirar.

- Mí nombre es Aidan Gallagher, muchos de ustedes me conocen y saben que.. - no entendía lo que decían en las tarjetas, eran palabras tan rebuscadas que sentía que leía un diccionario. Mira a un costado dónde el señor Curie solo me indicaba que lea las tarjetas, por un momento pensé en hacerlo y seguir las indicaciones pero al instante cambie de decisión y preferí ser yo mismo - mí nombre es Aidan Gallagher y como muchos saben fui la pareja, novio, confidente, compañero, amigo y el apasionado amante de Clarice Curie... Mí chica de los refranes mal dichos - hablé mirando a la nada - Conocí a Clarice hace cinco años y es como si hubieran sido ayer -.

- Mí nombre es Clarice, Clarice Curie - me extendió la mano una hermosa y radiante joven -.

- Aidan Gallagher - contesté su saludo -.

- Déjeme decirle señor Gallagher, que a elegido un estupendo atuendo. Muy pocos hombres deciden salir de lo monotomo y apostar con otro color que no sea el negro - sonrió y guiñó un ojo coqueta -.

- La conocí un 10 de noviembre en la fiesta de los socios de su padre. Jamás pensé que en una de las cenas dónde mis padres me obligaban a ir encontraría a la mejor compañía en el mundo. Me bastaron solo 3 meses para saber que me había enamorado de ti - sonreí con nostalgia -.

- En serio que mí padre es una pesadilla - bufo impotente muestras se recostaba en el césped a mí lado - ¿Que me cuentas tu? ¿Cómo va la solicitud para el conservatorio de Brooklyn? - pregunto mirándome a los ojos -.

Sus lindos ojos marrón oscuro, esos mismos que desde que los vi fijamente supe que no había vuelta atrás. Mí alma y mí cuerpo gritaban que eran de Clarice.

- La vez que me propusiste ser pareja -.

- ¿Quieres ser mí novio? - soltó de pronto mientras íbamos en un bus -.

- Si! Digo ¿Esto es una broma? Porque si lo es, es de muy mal gusto Clarice - frunci el ceño -.

- No es broma - dijo nerviosa - si no quieres solo dilo - dijo apenada y apartó su mirada -.

No pude asimilar rápido la noticia ¿En serio la chica de mis sueños me estaba proponiendo ser pareja?.

- Si - solté y ella elevó la mirada -.

- ¿Si? - pregunto incrédula -.

- Si - afirme - ¿Y ahora que hacemos? - pregunté nervioso -.

- Pues debes besarme - propuso y la mire emocionado, se me acercó y dejo un pequeño beso en mis labios para luego volver a su sitio y mirar expectante - ¿Te gusto? -.

- Me encantó - sonreí y la volví a besar -.

Nos olvidamos que donde estábamos y recién nos dimos cuenta cuando los del bus empezaron a aplaudir.

Clarice tenía el poder de hacerme olvidar del mundo.

- Recuerdo cada momento que pasamos juntos y como no podría hacerlo si te ame desde el primer instante - termine y baje del altar -.

Todos los presentes me miraban apenados incluso los que no nos conocían, el padre de Clarice tenía la cabeza gacha como si quisiera ocultar sus emociones.

Al parecer no yo era el último afectado después de la muerte de Clarice.

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Webonas!!!

Feliz vísperas de Navidad, perdón por tardar tanto tiempo en actualizar pero estaba algo bloqueada.

Espero entiendan.

¿Que le pareció el capítulo?

Saben que siempre las leo

XOXO

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