One Shots - Merthur

2: Juntos

Todos estaban reunidos en la sala del trono por la coronación del nuevo rey: Arthur

Uther estaba muy enfermo, así que decidió cederle el trono antes de morir.

Arthur entró a la sala del trono y vio que estaba lleno de gente, estaba nervioso, hasta que encontró a Merlín, al ver su rostro lleno de orgullo, se tranquilizó un poco.

Después de la ceremonia de coronación, se hizo la fiesta

-Lo felicito, mi rey - saludo Merlín cuando Arthur pudo alejarse del grupo.

-Me gusta como suena eso saliendo de tu boca - susurró sonriendo. Merlín sonrió nervioso y sonrojado - y gracias, sino fuera por ti creo que nunca hubiese llegado con vida a este momento. - sonrió

-No fue nada, fui divertido, por momentos.

-Va a seguir siéndolo, o eso espero.

-Ser rey no es tan fácil, Arthur. Vas a tener más responsabilidades a partir de ahora.

-Lo sé, tu también las vas a tener.

-Yo ¿porque?

-Vas a tener que lustrar más botas y hacerlo mejor, tengo que estar presentable ahora que soy rey - ambos rieron - es broma, ahora que soy rey vos sos el segundo al mando.

-¿qué? ¿De qué hablas? Solo soy un sirviente. No tendría que ser algún caballero?

-Si, pero sos mi sirviente, así que yo decidí que vos seas mi segundo al mando. Así que no te quejes. Tal vez más adelante puedas ser el mago del reino.

-Eso sería lindo - sonrió

-De cualquier manera vamos a reinar juntos. A pesar de cualquier título que tengas. Ese es nuestro destino, no es asi?

-Si, creo que si - sonrió

-Arthur - lo llamó Gwen

-Lo siento, debo irme. Pero nos vemos más tarde, en mi habitación.

-Si - murmuró. No estaba tan seguro de reinar junto a él. Esa era la función de Gwen. Ella era la reina, ella estaba casada con Arthur y él no debía interponerse en sus funciones como tal.

Así que esa noche, esperó a Arthur en su habitación.

Arthur llegó, un poco ebrio, al verlo pensativo se acercó a la cama, donde estaba sentado Merlín, y se sentó a su lado.

- ¿Que te pasa, Mer? - Dijo Arthur preocupado, el castaño sonrió ante el apodo.

- Nada, solo pensaba en eso que dijiste hoy...sobre reinar juntos

-¿que pensabas? ¿No quieres? - dijo triste

-Si, no. No lo sé

- ¿Si o no?, Merlín. ¿Porque no querrías?

- Es que... - se quedó en silencio unos segundos

-¿Es que, que? Merlín

-Eso debería hacerlo con Gwen. Ella es tu esposa y es la reina. Yo no tengo nada que ver. - se miró las manos que estaban en su regazo, se veía triste. Arthur lo miró preocupado.

-Si, claro que tenes que ver. Eres mi... - se quedó callado

-¿Tu que?, Arturo - dijo serio

- Mi amigo

-Pues, no es suficiente - se levantó de la cama y camino hasta la puerta. - lo mejor es que me vaya a mi pueblo. Ya cumplí mi deber.

-No, no lo hiciste. Tu deber es estar conmigo. - antes de que Merlín abriera la puerta, Arthur lo tomó del brazo y lo giro para que lo mirara, quedaron muy cerca. Arthur tenía sus manos en los brazos de Merlín. - Perdón, no eres solo mi amigo - juntaron sus frentes - eres... El amor de mi vida. Eres todo para mi. Yo...Te amo, Merlín - susurró el final.

-Puede que lo digas por el alcohol, pero yo también te amo, Arthur - se miraron a los ojos y se besaron, un beso dulce, lento y tierno.

-Dicen que los borrachos no mienten, no? - susurró cuando se separaron del beso

-Dicen, supongo - sonrió

-Y sobre Gwen. No te preocupes. Ella sabe que este matrimonio es una mentira. Ella sabe todo

Merlín y Arthur se acostaron en la cama. Arthur abrazó a Merlín y lo besó. Merlín se acurrucó en esos fuertes brazos y Arthur habló.

- No quiero que esto se termine, te quiero conmigo para siempre. - dijo mientras veía que se empezaba a dormir - Espérame ahora regreso - Arthur se levanto y salió de la habitación. Unos minutos más tarde regresó. Y se acostó junto a él otra vez.
Lo vio medio dormido.
-Merlín despierta - dijo e hizo que se siente, ambos mirándose a los ojos

-Arthur, ¿que pasa? - susurró Merlín. Vio en la mano de Arthur una pequeña cajita dorada, que tenía tallado un animal. Se dio cuenta de lo que sucedía y sonrió.

-Merlín, prometo cuidarte y respetarte siempre. Venga lo que venga y pase lo que pase, prometo que nunca voy a separarme de ti. Y que nunca voy a hacer que te sientas inseguro con nada, otra vez. Te prometo que voy a hacer todo lo posible para que podamos amarnos libremente y no escondernos más. - Sonrió y le colocó el anillo en el dedo anular.

-Yo prometo que por sobre todo te voy a amar y cuidar, como lo vengo haciendo. - sonrió - y que por más de que no podamos estar juntos públicamente y que esto siga en secreto, nunca me voy a alejar de ti. - repitió la acción del rubio

-En la salud y la enfermedad. Por y para siempre, JUNTOS hasta que la muerte nos separe - dijeron al unísono, con sus manos unidas

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Publicado: 31/10/2022