Prologo

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ESTA ES UNA HISTORIA CREADA POR MI, TODOS LOS DERECHOS DE LA PELICULA A SU RESPECTIVO AUTOR Y CREADOR.

Mi nombre es Hipo Horrendo Abadejo III futuro jefe de la tribu de Berk, ustedes pensaran que tengo una vida perfecta por ser el heredero de una tribu de vikingos ejemplo: ser alto, fuerte, gran guerrero, el orgullo de mi padre y pueblo, tener muchos amigos, ser respetado. Sin embargo es todo lo contrario; no soy alto, no soy fuerte, no soy un gran guerreo, no soy el orgullo de nadie, solo tengo un amigo que es mi mentor, tampoco soy respetado.

Así como lo escuchan no soy el tipo de persona que se imaginan, cuando era un bebe mi madre fue raptada por un dragón desde entonces mi padre Estoico el Vasto juro que haría lo imposible para protegerme a mí y a la aldea de cualquier otro ataque de dragones, estos ataque también se las conoce como "Redadas o Incursiones de dragones" porque los dragones saquean nuestra comida y se los lleva a quien sabe dónde. Con el tiempo llego a la conclusión de que debían encontrar el nido y destruirlo que las incursiones de dragones terminen de una vez por todas.

Encontrar el nido es algo que no sea podido hacer por más de 300 años de historia vikinga, el nido sigue siendo un completo misterio para nosotros o para cualquiera de las futuras generaciones que seguirán nuestro legado. Desde que era un bebe mi padre espero que fuera un gran guerrero, incluso le pidió al herrero del pueblo que hiciera el hacha más pequeña que pudiera para poder sostenerla; desgraciadamente no era lo que esperaba mi adre pero él tenía la esperanza de que el futuro lo arreglaría.

Con el paso de los años mi padre se dio cuenta de que no era como los otros niños de la aldea porque no estaba en completo desarrollo como ellos, la mayoría me veía como una espina de pescado y un enano pero eso poco me importaba lo que dijera la mayoría, un día mi padre decidió que debía ganar un poco de musculo por lo cual decidió pedirle a su amigo Bocón el Rudo quien es el herrero de Berk me tomara como su aprendiz para la herrería. El acepto con gusto y yo estaba entusiasmado porque pensé que si podía hacer algo bien podría ganarme un poco de aceptación de la aldea.

El tiempo paso y aprendí mucho de Bocón practicante pasaba demasiado tiempo con el debió a los labores de jefe de mi padre y sus constantes búsquedas en barcos para hallar el nido de los dragones, por lo cual yo a temprana edad debía encargarme de los deberes del hogar como limpiar y cocinar; esto último fue complicado pero Bocón me enseño lo básico para poder cocinar carne y lo demás solo fue cuestión de práctica. Mis habilidades como herrero eran increíbles debido a la enorme imaginación que tenía para poder mejorar algunas cosas de las armas o aditamentos para el pueblo.

Mis pequeños músculos crecieron un poco pero seguía siendo muy débil para poder levantar una espada o sostener un escudo con una mano, cuando mi padre regreso de su viaje vio en mi un poco de cambio: Crecí un poco y gane un poco de musculo para poder trabajar en la herrería, aunque no lo demostrara mi padre esperaba un cambio más destacable que esto que tenía, siempre supe que mi padre me veía como una carga para sus deberes como jefe o para un futuro sucesor de su aldea. Esto casi no me importaba debió a que desde que tengo memoria él siempre me ha querido formar a su manera y no le importa lo que piense al respecto.

Paso la mayor parte del tiempo sin la atención de mi propio padre o alguno de sus consejos para sentirme mejor o impulsarme a mejorar, el único que me ha aconsejado es Bocón quien se convirtió en mi figura paterna en todo el tiempo que llevo con él, siempre que intento dar un consejo a alguien solo me dicen que no tienen relevancia o que solo sirvo para hablar y no para actuar, de ese modo se me dio el sobrenombre de Pescado Parlanchín. Pero la realidad es que la mayoría de las armas de la aldea fueron forjadas por mí mismo gracias a las enseñanzas de Bocón.Desde que era niño gracias a mi apariencia era blanco fácil de las burlas de los otros vikingos pequeños incluso del propio pueblo pero eso solo se efectuaba cuando bebían hasta embriagarse con Hidromiel, algunas veces tenía que correr de los brabucones en especial de mi primo Patán, Brutacio, Brutilada, Astrid, Patapez. Estos dos últimos no me golpeaban, Astrid sabía que iba a ganar pos ser muy fuerte y Patapez porque no le gustaba pelear, la mayor parte del tiempo regresaba con marcas de golpes o rasguños.

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