A la luz de la luna (Samekichi y tu)

Inicio-Capitulo 1

Nota: Esta historia está siendo re-editada, en redacción e historia.

Fecha de publicación inicial: 2015

El sonido de los tenedores resonaba por todo el comedor, el olor a comida junto con el leve sonido de las olas. Le di una mirada a mi padre. Tenía esta sonrisa nerviosa y sus pies temblequeaban de un lado a otro. Daba grandes bocados los cuales apenas masticaba y su cuarto vaso de bebida casi se había terminado. 

Mi madre le sujetó el brazo suavemente y sonrió con gentileza. Me miró sin dejar de sonreír 

—¿Que te parece el crucero cariño? —Preguntó. Odiaba que hiciera eso, si no me estuviera mirando no sabría si le habla a papá o a mi.

 —Está bien...— Respondí aun sin levantar la mirada de mi plato. — Además, ¡está comida está realmente buena!—

—Siempre pensando en comida ___—Se carcajeó por lo bajo ella.

Mi padre decidió interrumpir la conversación, aun con la voz quebrada y los pies temblorosos, amaba meter sus narices en todos lados.

—Yo no estoy nada contento...—Afirmó él con paranoia —¿Saben cuantas personas han muerto en el mar, acaso nunca vieron el Titanic? —

Rodé los ojos y lo miré fijamente, terminando de comer los pocos trozos de carne que quedaban en mi plato.

— Te preocupas demasiado cielo — Mi madre era algo así como amante de los sobrenormbres cursis "mi cielo, mi vida, mi oso, mi todo" ugh—Vamos, relájate un poco y disfruta tus vacaciones—

—Bueno, terminé de comer —Me levanté de mi asiento con brusquedad

 Mi madre me llamó por mi nombre, haciendo el gesto de que sé limpiaba con una servilleta invisible. Podía ver en sus ojos la palabra "Límpiate la boca con la servilleta"

Resoplé y me limpié con la manga del suéter.

Mi padre me sostuvo el brazo por un momento —No olvides ponerte tu chaleco antes de salir a la borda—

Rodé los ojos, pero aún así asentí —Aja, claro papá—Respondí en tono sarcástica sabiendo que no iba a hacerlo de todos modos.

—Cuídate, nos vemos luego

—Si. Estaré en el mirador por si me necesitan —Les sonreí a ambos y salí del comedor el cual estaba totalmente lleno.

Fui a al mirador de la parte superior del barco y me recosté contra la baranda para poder mirar el mar, sintiendo el viento revolver mi cabello y encontrarse agradablemente con mi rostro. Cerré los ojos.

El mar es algo inexplicable, maravilloso, no sé a que le teme mi padre... Tal vez simplemente tiene miedo a lo desconocido. 

Siempre he sentido una extraña conexión con las olas, el viento y ese olor salado tan característico; pero ese día me sentía extrañamente más conectada y curiosa...

Me senté en una silla, no había mucho sol ya que casi oscurecía. Me apoye sobre mi brazo y con el dulce sonido de las olas lentamente me quedé dormida.

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Un fuerte movimiento, un sonido estrepitoso y varias gotas sobre mi cabeza me despertaron violentamente casi tirándome de mi silla.

No tuve tiempo de asimilar lo que estaba sucediendo cuando de repente empezaron a sonar los altavoces.

¡¡SE LES INFORMA A TODOS LOS PASAJEROS QUE ESTAMOS EXPERIMENTANDO UNA FUERTE TORMENTA, POR FAVOR TODOS VAYAN A SUS HABITACIONES Y NO SALGAN HASTA NUEVO AVISO!!