Memorias Rotas (Reyes Volturi Terminada)

Capitulo 16

Aro le había tomado más de una hora regresar con una bolsa de sangre para mí. Durante ese tiempo, había estado rodando sobre mis compañeros, incómodo con el hambre y el ardor en mi garganta. Parecía que Marcus quería morir una vez más y Caius estaba a punto de decapitar a Aro por haber tardado tanto en conseguirme algo tan simple como una bolsa de sangre. Aro, leyendo la energía de la habitación, no trató de defenderse de las miradas de sus hermanos del alma y solo suspiró cuando me vio rodando y tratando de agarrarme del pecho de Marcus.

"Il mio amore, tengo la sangre", mis ojos se iluminaron cuando me alejé de Marcus, para su alivio, y abrí la bolsa de sangre para beberla. Había tragado la sustancia roja en menos de dos grandes tragos. Tenía tanta hambre y necesitaba la sangre en mi sistema. Tener tanta hambre no era normal para mí. No había tenido tanta hambre como para tener que salir de alguna incomodidad en más de un año. Miré a Aro cuando me di cuenta de que me había permitido quedarme con hambre durante una hora mientras él esquivaba, permitiendo que mis compañeros sufrieran conmigo mientras leían mi hambre e incomodidad a través del balanceo y a través del vínculo de pareja incompleto.

"Aro, si vuelves a tardar tanto, te mataré", amenazó Caius a su hermano. Aro sonrió asustado y trató de abrazarme. Me alejé, arrojando la bolsa de sangre al suelo y sentándome en el regazo de Caius, para consternación de Aro. Besé a Caius y me detuve sobre él, recostándome agradablemente sobre su pecho. Podía escuchar el ronroneo que llegaba profundamente dentro de mi pecho. Mi compañera dejó escapar un gemido confuso antes de besar mi cabeza, y finalmente se conformó con mi ronroneo.

"¿Qué es ese sonido?" Pregunta Aro, mirando a su alrededor para ver si venía de algún otro lugar que no fuera su muy cómodo compañero. "Suena como un ronroneo". "Es Annalise, gran bufón", dice Caius inexpresivo. Marcus me mira con nostalgia antes de mirar a un Caius muy presumido, volviendo la cabeza. "Ella es la que ronronea".

"Annalise, ¿cómo y por qué estás haciendo tal cosa?" Pregunta Aro, todavía confundido por todo el asunto. Para ser un hombre del que se dice que lo ha visto todo, seguro que parecía no tener ni idea sobre el tema del ronroneo.

"Déjala ronronear sobre mí, Aro. Tal vez si no llegaras tan tarde, ella estaría ronroneando sobre ti ahora mismo", gruñe Caius. Marcus se ríe de su trono.

"¡Caius, simplemente tengo curiosidad!" Aro se defiende, luciendo ofendido como siempre.

"Se ve cómoda. Parece que desde que fui yo quien la hizo sentir cómoda, ella ronronea sobre mí", Caius me mira. Estaba escuchando, pero estaba demasiado feliz y cómodo para hacer un sonido, simplemente permitiendo que los fuertes ronroneos vinieran de lo más profundo de mi laringe. "Cara mia, por el bien de la ignorancia de Aro, ¿puedes decirnos cómo estás haciendo ese sonido?"

Ronroneé en voz alta y miré a mi alrededor para ver a Aro mirándome intensamente. Dejó de ronronear para decir: "No sé. Me sentí cómoda y feliz".

"Si ese fuera el único factor, ¿no ronronearías tú también, Caius?" Aro pregunta. Fue un buen punto. El hombre parecía muy feliz y cómodo con la situación en la que se encontraba, teniendo a su pareja más preciosa abrazándolo y ronroneando hacia él.

"Creo que esto es algo que personalmente nunca hemos escuchado antes, pero algunos de los otros guardias pueden tener algún conocimiento. Chelsea y Afton son verdaderos compañeros. Han explicado que nuestro compañero se ríe de nosotros, pero no creo que lo hayan hecho. "Dije algo sobre un verdadero compañero ronroneando", reflexiona Marcus. Aro y Caius se miran el uno al otro antes de que Aro suspira y abandone la sala del trono, yendo a buscar a los verdaderos compañeros en cuestión.

Mi corazón, aunque muerto e inquebrantable, se sintió casi confuso cuando me acurruqué en Caius, inhalando profundamente su esencia. Mi compañero más protector olía a menta e invierno, olores que me encantaban. Me dejé acurrucar en él más profundamente mientras sentía que me sumergía en mi propio tipo de sueño. Mientras estaba despierto, no estaba realmente presente ni consciente.