One Shots | Naruto | T/N

⏳𝚂𝙰𝚋𝚊𝚔𝚞 𝙽𝚘 𝙶𝚊𝚊𝚛𝚊⏳

Dedicado a kiwiymiwi y Cielo554

Eran los exámenes chunin y ninjas de todas las aldeas competían por ver quien era lo suficientemente bueno como para convertirse en un ninja profesional.

Antes de la verdadera batalla, te encontraste a un tipo que te daba mala espina, era un muchacho joven, al perecer de unos 13 o 14 años de edad.

Este te miro de manera muy tétrica, era bastante intimidante, solo desviaste la mirada, sus ojos mostraban algo extraño, el no era confiable.

Ya en los examenes chunin (la parte donde se pelea en un bosque) estabas sudorosa, cansada y hambrienta, tu estrategia era esconderte y pasar desapercibida, te mantenias pegada a los de la aldea del desierto o del sonido, cualquier grupo letal era perfecto para sobrevivir. Si te mantenias cerca pero a distancia prudente, solo tenías que dirigir a la persona que te encontraba y el chico sin cejas se encargaría de el.

Era la mejor estrategia, aunque tenías que ser 20 veces más precavida en las noches, tu y tu equipo se turnaban para hacer guardia mientras los otros dos dormian, ya era la tercera, aún no obtienen el segundo pergamino debido a que se pasaban el tiempo esquivado a los enemigos, estabas preocupada por eso.

Aprovechando el insomnio por estrés te ofreciste para hacer guardia, tu equipo descansaba en las ramas de un árbol mientras tú estabas quieta observando constantemente los alrededores.

La noche era tranquila, el cielo resplandecía por las brillantes estrellas y no había rastro de ningun alma rondando por los alrededores,  por lo tanto decidiste alejarte un poco de tu equipo, solo querías disfrutar un poco de esa noche tan fresca.

Caminabas por las ramas mientras inhalas las brisas que se escurren por tu  rostro mientras saltas de un árbol a otro, en la esquina de uno no muy alto te detienes, cierras los ojos mientras te imaginas que estas en tu habitación cubierta por tus mantas, das una profunda respiración y las preocupaciones desaparecen.

En momentos como estos en los que te sentías tan intoxicada es en dónde deseabas saltar en el tiempo y pasar a otro momento de la vida en el que pudieras cerrar los ojos sin remordimiento ni temor de saber si vivirás mañana.  Pero eso no es posible, así que solo quedaba afrontar la situación de la manera mas madura que claramente era cantar para tranquilizar tus ganas de llorar.

En aquellas ocasiones en las que llorabas de frustración por algo, tu madre siempre se acercaba a ti con amor y  tarareaba para ti una melodía incomprensible, acariciaba gentilmente tu cabello y espalda, de vez en cuando besaba tu frente mientras se reía de ti.

Con el pasar de los años, fuiste tu quien creaba la lirica correspondiente de la melodía, la cantabas para ti en momentos difíciles y siempre era útil.

Mientras tú voz dulce intentaba no desafinar, tú llanto recorría tus mejillas liberando el miedo y la ansiedad que te invade.

No tan lejos de ti, un pelirrojo que se sintió curioso por tu canto te observa desde la oscuridad, este se encuentra quieto prestando atención a la letra.

Generalmente destruye todo aquello que sea ruidoso, pero tú voz es diferente, es tan hipnotizante que lo marea, por un momento siente que el demonio que lo domina se calma, el respira aire fresco por primera vez.

Sus músculos faciales se relajan y exhala paz pura, siente la brisa fría, por un momento un escalofrío recorre su columna y contrae los músculos de su espalda.

En la cúspide de la tranquilidad, cae a la cruel realidad cuando tú cantico cesa, en la rama del árbol secas tus lágrimas y sorbes tu nariz para después levantarte y regresar a los cuerpos de tus compañeros dormidos.

Gaara solo te mira regresar a tus compañeros mientras su mirada se vuelve amenazante de nuevo, quiere volver a sentirse bien, desea que sigas cantando, el desea poseer la sensación.

Decidido a arrebatarte el canto, te sigue sigilosamente para atacarte, pero se detiene al ver tu rostro, algo paraliza su cuerpo, no puede moverse ni un centímetro después de verte, pareces tan frágil que no sabe que hacer, algo en su estómago está mal, siente nauseas, sus manos sienten ganas de romperlo todo, de estrujar tu cara hasta hacerte sangrar.

Intenta esperar a que vuelvas a entonar tu dulce sinfonía pero nunca pasa, en cambio caes dormida por el cansancio, te miro dormir toda la noche, no se perdió ninguno de tus movimientos, miro cada uno de los detalles de tu rostro desde remoto escondite.

Cuando el sol estaba saliendo, escucho el llamado de su hermana, así que fue a ver, no sin antes echarte una última mirada de ir a su campamento.
 
-¿En dónde estabas? Ya nos tenemos que ir, hay que seguir buscando la salida- Kankuro reclamó a su hermano menor con cuidado de no sonar muy agresivo.

-Silencio, no te importa en dónde estuvo, no es de tu incumbencia- Respondió el pelirrojo con desdén -Quiero que me des un pergamino-

-¿Un pergamino? ¿Para que lo quieres?- Sintió curiosidad la bella rubia ante la petición de Gaara.

-Dame uno de tierra- Extendió su mano esperando a que le fuera entregado.

-Dale uno Temari, tenemos muchos así que no nos afectará- Kankuro ordenó.

-Agh, lo sé, pero podría mínimo decirnos para que- ella sacó uno de su mochila y lo puso en la mano del menor.

Gaara simplemente lo tomó y comenzó a caminar en busca de la salida.

Sus dos hermanos caminaron junto a el, cuando nadie prestaba atención lanzo el pergamino en dirección al árbol en el que te encontrabas, esperando en que lo atraparas.

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Cuando estaba escribiendo una parte del shot, iba a poner "sus cejas se relajaron" pero luego me acordé que el no tiene cejas y lo cambie jsjsjsjs.

Este shot es como una precuela del otro de Gaara, la verdad siento que me quedo lindo, espero que les guste, es un poco corto pero recuerden "no importa el tamaño del shot, sino que lo sepa mover" jsjsjs.

Bye preciosas 💋

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