"Te estas llevando a la mujer mas hermosa de la corte, debes sentirte alagado."
Dijo Lord Oh sehun a su amigo, mientras observaban a la Princesa Do Min ah aparecer con una aureola de belleza y de encanto tal, que era imposible encontrar otra parecida, aún en esa corte de hermosas mujeres y elegantes caballeros.
La princesa era extraordinariamente bella, y las mismas mujeres reconocieron que realmente no tenia rivales. Vestida con un soberbio vestido de baile de seda blanca, sobre el cual le habían aplicado un tul de broderi que realzaba su magnifico cuello, así como su espalda y brazos desnudos. Ella conquisto la admiración de todos los presentes y Lord Kim quien se había acercado a ella para ofrecerle su brazo como apoyo, y esta le sonreía aceptando el gesto con vehemencia, se convirtió en la envidia de todos lo hombres mientras paseaban por el salón con su hermosa prometida.
La hija del príncipe Do Ji won uno de los mas grandes y ricos señores del imperio, Do Min Ah contaba con un numero considerable pretendientes desde los dieciséis años cuando su padre la presentó en sociedad, y el encanto y belleza de la joven provocaron la admiración de toda la nobleza.
Sin duda su prometida era inalcanzable para cualquier hombre que la pretendiese, sin embargo conquistar a la princesa fue tarea sencilla para Kim Jong In. Él era apuesto, más que cualquier noble que haya pretendido a la princesa alguna vez. Era un hombre alto, de agradables facciones y porte aristocrático. Hijo único del acaudalado hombre de negocios kim Jong Ah, el segundo hombre mas influyente del imperio, como tal Kim Jong In era heredero de una gran fortuna. Su educación había sido esmerada y brillante; era un consumido poliglota, desde la cuna le habían enseñado a expresarse fluidamente en coreano, francés, ingles y español. Participó activamente en los negocios de su padre desde una temprana edad, demostrando su gran habilidad para estos. Así se había convertido sin duda el soltero más codiciado de toda la corte, aunque era bien conocido por su carácter orgulloso, acostumbrado a dar ordenes desde su nacimiento y a que esas ordenes se cumplan de inmediato, no obstante eso no le ha supuesto ningún problema ya que le ha dado la reputación que posee, siendo admirado como un hombre audaz e implacable.
El príncipe Do había rechazado incontables veces a los nobles de alto rango que pedían la mano de su hija en matrimonio, esperando pacientemente el día en el Lord Kim, lo hiciera.
Felizmente para el príncipe, ese día había llegado, su hija se había comprometido con el hombre destinado, no fue si no por un convenio entre Sir Kim Jong Ah y el príncipe Do. Ya que Lord Kim Jong In no entendía la regla impuesta de que un hombre soltero y rico debía buscar esposa, el disfrutaba estar solo, si deseaba la compañía de una mujer en su cama lo obtendría sin problemas pero solo para una noche, no le gustaba la idea de atarse a otra persona, pero jamás iría en contra de los designios de su padre, por eso a petición de él había optado por el matrimonio. Y para celebrar tal gloriosa unión, se organizó una grandiosa fiesta en el palacio. La fiesta duraría la noche entera, se habían invitado a más de decientas personas, de todos los pueblos, la numerosa élite de las provincia gobernada por el príncipe Do; por petición de la princesa y para aportar diversión todos debían ir con un antifaz, a acepción de los recién comprometidos novios.
No se economizó en nada para que esta fiesta fuera esplendida y digna del rico y poderoso gobernador.
Lord Kim y la princesa danzaban al ritmo lento de la música para deleite de todos los invitados quienes los observaban con total admiración, la música cesó por un intervalo, y aprovecharon para deslizarse fuera del salón, para tener un merecido reposo, ya que al ser los anfitriones, eran solicitados para bailar constantemente y no tenían tiempo para descansar.
Lord Kim se dirigió a un rincón del salón, alejado de la gente que poco a poco comenzaban a danzar al ritmo nuevo de una melodía.
Camino por unos corredores no frecuentados por los invitados, pero familiares para él que ya había estado en el palacio en numerosas ocasiones. Sofocado todavía por haber bailado el último vals, necesitaba un lugar separado de todo el bullicio para recuperar energía, y se topó con un escenario inusual.
En uno de los pasillos escucho la voz malhumorada del Príncipe Do.
" De ninguna manera, te quedaras esta noche y regresarás a Gran Bretaña en la mañana"
" Es la única petición que le he hecho en dieciocho años, su majestad le ruego que reconsi-"
" No ¡he cuidado de ti durante toda tu vida concediéndote mi apellido a pesar de el desagravio que ha supuesto para mi familia tu sola existencia!" Dijo el príncipe exasperado.
"Yo no considero que enviarme lejos a un internado por toda mi vida, condenandome a la soledad eterna sea una forma de cuidar de mi, señor ¿no me ha castigado suficiente por haber nacido?"
Jongin se acerco sigilosamente para lograr escuchar tan interesante discusión, tratando de no hacer ruido alguno, por que el sitio era silencioso pues se encontraba separado del ruido baile.
"Eso es más de lo que cualquier otro noble haría por un hijo bastardo, tienes educación y un lugar donde vivir, considérate bien pagado y agradece a tu madre que logró cautivar mi corazón, tanto que me fue imposible dejarte desamparado cuando eres su vivida imagen"
"Padre no-"
"Calla, ve a la fiesta, conoce a los invitados, disfruta de la velada, y partirás a primera hora de la mañana luego iré a tu encuentro".
Dicho esto último, Jong In escucho los pasos del Príncipe alejarse, unos pocos minutos después de que el silencio reinase en el lugar, algo choca inesperadamente contra él. Jong In estuvo a punto de caer al piso pero se logró estabilizar a tiempo, el Jovencito que lo había chocado con tal violencia, luego de recuperarse no hizo menos que pedir disculpas por su torpeza.
"No te disculpes no me has hecho daño, no fue más que un simple accidente" le dijo al joven lanzándole una mirada.
Jon In se quedo impresionado por tal imagen, ese jovencito delante de él, es dueño de una belleza sumamente encantadora, posiblemente estaba en la fase mas cautivadora de su belleza; una cabellera soberbia, un tinte puro y trasparente, una piel nacarada que le hacían comparable a la porcelana. Labios carnosos y poseía unos ojos brillantes, los mas hermosos que jamás haya visto. Las formas de su cuerpo estaban en perfecta armonía.
"Debería ir a la fiesta con su permiso." murmuró con una voz tan profunda como la noche. Se veía como un lindo joven, educado y notablemente cohibido por el escrutinio al que estaba siendo sometido.
Lord Jong In solo asintió, permaneciendo parado lo vio alejarse.
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REAL LOVE (Kaisoo)
FanfictionKim Jong In poseía un carácter caprichoso y autoritario. Él no podía soportar una negativa ni una dilación, y quería ser complacido desde el mismo momento que había impartido la orden. Satisfacer un deseo o un capricho era un derecho para su natural...