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El príncipe se quedó en cuclillas por un rato largo, sin poder moverse ni hacer nada. Lloró por media hora, su mente no lograba comprender lo que acababa de suceder. Su asombro al recordar lo sucedido crecía cada vez más.

"¿realmente ha sido su culpa? esa pregunta había estado rondando en su mente durante todo el tiempo que llevaba en ese lugar, logrando que sintiera vergüenza de si mismo.

Ha obrado de manera despreciable antes, es por eso que los maestros en el internado no le permitían relacionarse con nadie por que temían que los corrompiera con su conducta licenciosa. Él había invitado a Lord Jong In a actuar de esa manera con su mirada lujuriosa y pensamientos lascivos que no pudo controlar ¿Qué pasaría si su hermana o su padre se enterasen de esto? Siguió llorando hasta que el sonido de unos pasos acercándose irrumpieron el silencio, y Kyung Soo se sobresaltó.

Se apresuro a levantarse y componerse, temía que sea el señor Jong In nuevamente, pero se alivio al ver el rostro preocupado de uno de los sirvientes.

"¡Príncipe!" dijo con una reverencia.

Kyung Soo carraspeó para eliminar el nudo que cerraba su garganta.

"¿Se encuentra bien joven?" preguntó levantando la vista. Kyung Soo agachó la cabeza por que era consiente de que a estas alturas tenia los ojos hinchados de tanto llorar, y debido al sueño, aunque se había resignado a no dormir.

"me he perdido en el camino a mi recámara.." dijo en un pequeño hilo de voz, el sirviente rápidamente se ofreció acompañarlo hasta sus aposentos. Le comentó por el camino se había encontrado con Lord Jong In y esté lo había mandado hasta allí para que lo escoltara hasta su habitación y asegurarse así de que llegué a salvo. Debido a esto Kyung Soo sonrió muy ligeramente.

Llegaron a las puertas de una habitación en un corredor que rápidamente reconoció, y se sorprendió al darse cuenta de que su habitación estaba justo a lado del de su hermana todo el tiempo ¡Oh! Si no se hubiese equivocado anteriormente pudo ahorrase muchos problemas. Cuándo entró exploró con la mirada cada rincón de la habitación, era tan acogedor, sintió deseos de recostarse en la gran cama y perderse en sus sueños para tratar de olvidar todo lo que perturbaba su mente. No obstante atinó a sentarse delante la mesita a lado del fuego, para despojarse de sus zapatos y esperar el amanecer para marcharse.

Escuchó un golpe en la puerta y está se abrió suavemente, se sorprendió al ver a su padre ingresando a su habitación a una hora semejante.

Kyung Soo tamborileaba sus dedos sobre la mesa, expectante y ansioso hasta que el Príncipe Do habló; " Sobre la petición que me hiciste.."

"¡He cambiado de opinión!" lo interrumpió apresuradamente. Su padre le dio una mirada de advertencia que lo hizo recobrar su buena educación;

"Lo siento, padre continúe por favor" agachó la cabeza en un gesto de sumisión.

"Sobre la petición que me hiciste, he decidido que puedes quedarte hasta que se efectué la boda de la Princesa"

"¡Padre! ¿Qué lo hizo cambiar de opinión?" preguntó sorprendido y emocionado.

"Tus palabras me hicieron reflexionar. He sido muy duro contigo" contestó fríamente, pero Kyung Soo estaba conmovido casi hasta las lágrimas.

No pudo hacer menos que sonreír. Había soñado con escuchar a su padre decir eso durante la mitad de su vida. Le gustaba la idea de permanecer en ese lugar rodeado de comodidades. De camino al palacio pudo saborear como se sentía la libertad. Cerró los ojos y recordó el verde profundo y brillante de las laderas de las montañas, el viento que silbaba en aquel prado agitando suavemente sus cabellos, mientras atravesaba el bosque. Pensaba en el paisaje, el olor a la hierba, el viento gélido, las crestas de las montañas, el ladrido de los perros, la libertad se sentía de esa manera.

Sin embargo, no tuvo mucho tiempo de meditar sobre eso sin que el recuerdo de Lord Jong In viniera a su mente, debido a esto sentía como su cuerpo se estremecía. Su sangre parecía circular más de prisa y le era difícil respirar. A pesar de los castigos, insultos y golpes, que recibió en el internado por parte de sus maestros, nunca lograron intimidarlo de la manera en la que Lord Jong In lo había hecho. Estaba asustado, no quería volver a verlo.

Después de reflexionar en ello, miró los ojos de su progenitor y cómo respuesta a la proposición dijo; " No, como se lo dije al principio noble señor, he cambiado de parecer" respiró profundo para que la opresión en su pecho disminuyera " Deseo volver a gran Bretaña lo antes posible"

"No he tenido el gusto de entenderte" dijo el príncipe asombrado luego de que terminase su alegato "¿De que estas hablando? ¿No querías quedarte aquí?"

" Lo siento padre, pero no puedo quedarme" Kyung Soo estaba exhausto, su cuerpo temblaba por el esfuerzo que le suponía tener que decir eso.

Su padre asintió algunas veces, tenía la respiración pesada y la mirada cansada "Nada te lo impide. Kyung Soo lamento que estés molesto conmigo tanto como para rechazar quedarte a mi lado"

"¡No es eso!" Su padre levantó la mano para callarlo.

"Pero pronto verás que esto es por tu bien" continuó diciendo "Mañana seguiremos hablando en el desayuno."

Fue eso lo último que dijo antes de dejar la habitación. Entonces Kyung Soo se puso a llorar nuevamente. No podía quedarse en ese lugar. Sabia que era el punto de partida, y que esto cambiaria su vida para siempre.



A primera hora de la mañana la noticia de que Do Kyung Soo se quedaría una temporada en el palacio llegó a oídos de la princesa. Ella se encerró en su habitación y pidió no ser molestada por nadie. Le pidió al mayordomo del palacio que la mantuviera informada de todos lo movimientos de su hermano, y que estuviera al tanto, si ocurría algún otro cambio se lo hiciera saber de inmediato.

La princesa recorría su habitación como una fiera acorralada durante horas; pensaba que este día nunca llegaría.

Supo de la existencia de ese vástago un día revisando los papeles de su padre. En dichos escritos se encontró algunos que hablaban de los amores en la vida de aquel gran gobernante, descubrió que el Príncipe había tenido relaciones intimas con una doncella a cargo de la recámara de la princesa Min Ra, su madre. Con está doncella había tenido un hijo. También supo que el príncipe le había prometido a la dama hacerla su esposa en cuánto pudiera desligarse de su madre, pero esta mujer había muerto al dar a luz, y antes de morir le pidió al príncipe que protegiera a su hijo. Es por eso que su padre cumpliendo su promesa había legitimado a su hijo.


Encontró también las cartas de ese hijo bastardo dirigidas a su padre, afectuosas y llenas de confianza.

Los primeros efectos de su descubrimiento la aterraron por que entendía el amor que el príncipe sentía por el niño, eso significaba que toda la fortuna de su padre estaba oscilando en la balanza entre ella y su hermano encontrado bruscamente. Ella como hija legítima era la heredera de toda la gran fortuna de su padre, se convertiría en la mujer más poderosa de toda la región en cuanto se casara con el hombre que su padre eligiera para gobernar a su lado.

Todo estaba bien mientras nadie supiera de la existencia de él, pero eso había cambiado drásticamente de la noche a la mañana, por que su hermano había sido presentado en sociedad. Y los planes de su padre cambiaron al permitir que se quede en el palacio.

Cerro los ojos con fuerza. Entonces se le ocurrió una idea que hizo una luz en su nube de desesperación. Poco a poco una visión de como se desasiría de su hermano se abría paso en su mente.

"cuándo acabe con ese pobre niño no quedará nada de mi querido hermano que recordar." Pensó.

REAL LOVE (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora