DESEO: MÁS ALLÁ DE LOS SENTIMIENTOS

5

Anteriormente

"Y pensar que aún nos queda mucho por compartir, por vivir, por experimentar, y todo eso, lo quiero hacer a tu lado, por todo el tiempo que nos quede para estar juntos, quiero aprovecharlo al máximo porque..." Dijo de manera muy animosa y cariñosa, para proceder a cambiarlo a uno más coqueto y seductor, "porque más que amarte... ahora más que eso... también te deseo, Jayden."

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Jayden había escuchado bien, pero eso le costó el hecho de quedarse petrificado ante la declaración de su novia y se quedó razonando todo lo que Mia le había dicho, sobre todo, la última parte ¿Había dicho que lo deseaba también?

"M-Mia... ¿Tú...? Yo... eh... ¡Espera!"

La chica morena no dejó terminar a Jayden y se le lanzó sin aviso. Lo sujetó con fuerza desde la quijada solo para darle un enorme y apasionado beso; llegando a meterle la lengua en su boca.

Durante todo este año que llevaban juntos, ya se habían besado en muchas otras ocasiones, pero jamás de la forma en que lo hicieron hoy. Jayden, a pesar de no tener mucha experiencia, se dejó llevar por el momento y pudo disfrutarlo tanto como Mia lo hacía.

Lastimosamente, este tuvo que acabar el beso de tajo por la falta de aire. Eso no estaba nada bien, no podía, no tenía ni debía tener esa clase de comportamiento con su novia; aunque, en retrospectiva, fue ella quien se lanzó a besarlo y, en ese caso, si ambos lo querían, no estaba mal dejarse llevar de vez en cuando.

"M-Mia, yo..."

"Shhhh." Calló a su novio colocándole un dedo en los labios, "Solo relájate y déjate llevar. Yo haré el resto, mi amor."

Poco a poco, Mia fue empujando a Jayden, forzándolo a retroceder. Con una mirada efímera hacia abajo, este se pudo dar cuenta que Mia movía sus caderas de una forma provocativa y empezó a tragar saliva cuando descubrió que disfrutaba del movimiento de su novia.

Finalmente, su espalda pudo topar con un poste de luz y ya no pudo retroceder más. No sabía que le preocupaba más: el estar en una situación indecorosa con su novia o el hecho de que esto le resultaba completamente placentero y hasta excitante.

"Mia ¿Acaso estás bien?"

"¿Yo? Me siento mejor que nunca... lo que en verdad debería importarnos, es si tú te sientes bien con esto."

Jayden trató de responder de forma afirmativa ante lo sugerente de la situación, pero las palabras se quedaban atoradas en el enorme nudo que tenía en su garganta.

¿Qué era lo que le pasaba? ¿Por qué no podía responder? Mia no era ese tipo de mujer que podía pasar de ser la chica más tierna y adorable a la más pícara e incitadora en un segundo. Jamás se imaginó que ella pudiera tener ese lado tan... candente. Esto no tenía sentido, a no ser que...

"El champagne." Pensó rápidamente, suponiendo que esta sea la respuesta más lógica ante esta situación. "Sabía que no era tan buena idea y ahora está con un lívido a tope."

"¿Jayden...? ¿Te sientes mal? ¿Qué te pasa?" Cuestionó preocupada. "¿Acaso yo... no soy lo suficientemente atractiva para ti?" Dijo Mia, agachando la cabeza.

"¡¿Qué?! ¡NO!" Aclaró rápidamente, tomando la cara de su chica. "Te puedo jurar por sobre todo en este mundo que por nada en esta vida pensaría que no eres nada atractiva. Eres la mujer más hermosa y maravillosa que conozco."

A pesar de todas las burlas que hiciera cuando niños, Mia era hermosa, y el vestido que llevaba, vaya que acentuaba todo su esplendor físico.

"¿Entonces qué te pasa? ¿Eres un león o un ratón?"