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Tu chico fue a darse una ducha mientras tú pedías la cena por servicio a domicilio.
La cena pasó con normalidad, habían risas, jugueteos y charlaban de su día.
No entendías que pasaba contigo, desde hace días necesitabas la atención de tu novio. Lo veías con otro afán, no lo veías como tu chico divertido y amable, si no como el chico más atractivo del mundo que tenía que ser tuyo esta noche.
Decidiste dar el paso tú. Changmin estaba acostado en su cama compartida, llegaste arrastrándote desde sus piernas a su pecho encima de él.
Al parecer changmin estaba en la misma situación que tú porque sentiste como dejó de lado lo que hacía para mirarte y tocar tu cintura con una mirada que te hacía sentir tan sumisa.
Tu boca fue bajando hacia su cuello, succionabas dejando marcas moradas en lugares donde no eran tan notorios.
La temperatura entre ustedes cambio más, en la habitación no había otro ruido más que gemidos mezclados, bajos y necesitados.
Changmin se posicionó arriba de ti sin lastimarte, te besó en los labios como si fuera la última vez que lo haría, mordía tu labio inferior y cínicamente sonreía después de hacerlo.
Quitó tu ropa interior y subió tu camisón esperando tu permiso, claro le diste el permiso.
Empezó a lamber tu intimidad, de abajo a arriba y llegaba a tu punto débil succionando tu clitoris. Colocaste una de tus manos en el cabello de changmin para agarrar fuerza y callabas tus gemidos con la otra mano.
-. Déjame escucharte bebé, quiero escuchar como te pongo. Dijo el chico tratando de alcanzar tu mano en tu boca y quitarla.
Metió dos dedos y procedió a besar tu cuello.
"Changmin por favor deja de jugar, hazlo ya".
No sé si fue tu voz áspera la que excito a changmin o simplemente que estaba tan necesitado pero tan rápido como se lo dijiste así te obedeció.
Changmin se quitó su camisa blanca y tú intentabas quitarle sus pantalones.
Viste a tu chico abrir una pequeña envoltura de color plata con la boca, colocó el preservativo en su erecto y entró a tu feminidad lentamente.
Era tu primera vez que follabas con alguien, tu chico lo sabía y te cuido en todo momento.
Las embestidas eran lentas sí, pero te sentías llena
-. Un poco más rápido, amor. Le pediste a tu chico.
Changmin acató las órdenes y apresuró sus movimientos.
Unos minutos más y sentías que la excitación se te subía a la cabeza y tu vista era nublosa.
-. Estoy cerca bebé. Changmin se movía rápido, besaba tu cuello y estimulaba tu clitoris. Te estaba volviendo loca.
Llegaron al orgasmo. Te dio un beso en los labios y se acostó en tu pecho desnudo. Ambos estaban regresando de esos 30 segundos en la gloria, sonrío y me notó tan cansada.
No podías creer que tus manos tocaron más arriba de sus piernas y tienes la sensación que no podrás olvidarte del placer que se escondía entre dos cuerpos maniatados por un gemido en coro.
