Desde que llegó a ese sitio, hasta en ese momento que llevaba tiempo encerrado, tuvo algo en claro.
La esperanza no era bienvenida en ese lugar.
No podía haber piratas sin sueños y no podía haber sueños sin esperanza, la marina se lo tomó muy seriamente y obligó a casi todos los reclusos a rendirse por voluntad propia, solo algunos ingenuos permanecieron intactos.
Ace era gris, tal como las nubes a punto de llover pero sin ninguna gota de agua que dar, una parte queriendo rendirse y otra luchando con resiliencia.
No tenía mucho que perder aparte de su hermano, pero era lo único que le impulsaba a seguir viviendo y una pequeña parte de el todavía quería cumplir esa promesa que hizo hace tantos años, pero tampoco podía decir que tenía grandes esperanzas de salir ahí.
La supuesta justicia lo condenaba sin siquiera haber escuchado su voz antes de tiempo y lo deshumanizaba por completo.
Para el mundo, Ace era un monstruo que merecía ser exterminado y tal vez el mismo podia sentirse como tal, pero su familia no lo hacía y si tan solo vieran el brillo en los ojos de su hermano cada vez que lo miraba, su admiración y cariño que reflejaba hacía su persona, ni siquiera el mismo Ace podría negarlo, así que si tal vez el gobierno lo viera podrían darle una oportunidad para demostrar de lo que es capaz.
Las paredes lo ahogaban y Ace extrañaba tanto a su hablador hermano en ese momento, entonces las puertas del elevador se abrieron atrayendo la atención de todos en el cuarto.
Un hombre con cuernos y colmillos que desfilaba con el uniforme de la prisión dirigía un nuevo prisionero por el pasillo. Magellan, era el nombre del alcalde y el tipo más peligroso entre todos los oficiales que había en el lugar y cuyo pasatiempo era, o matar reclusos o hacer del baño.
El nuevo tipo por aparte, no parecía tener las mismas esposas de piedras de mar, era seguido por otros dos guardias y lucía como si acabara de tener una gran pelea.
El hombre arrastro sus pies con la cabeza en alto mientras pasaba por cada celda que le insultaba, Ace no podía ver su expresión, pero si podía ver algo de su aspecto.
El tipo era alto y de contextura gruesa, se notaban sus musculos a través de la ropa que se encontraba levemente desgarrada, la cuál por cierto, no parecía ideal para un pirata, sin embargo lo más destacable no fue su ropa, si no el reconocible peinado en forma de pan que todo el mundo en el resto de las celdas solían apuntar primero antes de maldecir.
"Thatch, comandante de la 4ta división de los piratas de Barbablanca." Habló Magellan mientras se posaban afuera de su celda y uno de los guardias sacaba un par de llaves para abrir la puerta."Debido a tus crimenes estas condenado a la pronta ejecución y deberas permanecer aquí hasta que se asigne el día de tu muerte".
Thatch resopló con burla y se encaminó adentro de la celda sin ningún forzamiento.
"Acabemos con esto". Murmuró el pirata por debajo y se dejó encadenar a la pared. Magellan estaba viendo todo desde afuera y su vista se poso en Ace al mismo tiempo.
"No quiero ninguna estupidez por parte tuya". Le dijo con desprecio, a lo que Ace simplemente permaneció en silencio y se inclinó con desagrado.
Ace estaba amarrado con cadenas en el suelo, pero no de la misma manera estricta que el pirata de Barbablanca estaba siendo atado. Al contrario de lo que pensó, los marines si tuvieron algún tipo de piedad con el y solo le pusieron un par de cadenas que se estiraban lo suficiente para poder pararse y caminar un poco en la celda.
Thatch volteó su mirada con curiosidad hacía él y frunció levemente el ceño antes de volver a desviarla hacía los guardias.
Finalmente después de instalarse, Magellan junto a los dos restantes, salieron de la celda y se dirigieron hacía el ascensor. Ace suspiro en alivió al escuchar el timbre que indicaba que estos últimos ya se habían marchado del todo y cerro los ojos con pesar.
Un sonido sordo se hizo en el ambiente y pudo escuchar a su nuevo compañero de cuarto retorcerse entre las cadenas.
"¿Realmente era necesario atarme tan fuerte?" Maldijo Thatch mientras hacía una mueca de dolor. Ace abrió los ojos y miro al hombre de cabello castaño a su lado.
"Así son siempre, tuviste suerte de que no te ataron más." Resopló con agriedad. El pompadour le dirigió la mirada con interes.
"Parece que sabes mucho de aquí." Dijo mientras le sonreía. "Mi nombre es Thatch, por cierto."
"Lo se". Ace estiró su cuello hacía un lado." Lo escuche de Magellan".
Thatch levanto una de sus cejas con duda para después resoplar con diversión.
"Supongo que no soy el único que fue escoltado por el, lastima, casi me hizo sentir especial." Ace río levemente y se acomodó en el suelo.
"Entonces... ¿Barbablanca?" Preguntó con curiosidad.
"Eso supongo." Thatch se encogió de hombros."Espero que no me odies por ello". Ace nego con la cabeza y trató de relajar sus músculos.
"No lo hago." Respondió con pereza." Nunca había visto un pirata que se escuchara meramente decente en este lugar."
"Realmente no hay mucha gente decente en el mundo." Habló Thatch. "Aunque no tengo mucho derecho a decirlo, después de todo soy un pirata."
"Pero hay piratas buenos" Le dio una pequeña sonrisa al pompadour y apoyo su cabeza contra la pared.
"¿En serio? ¿Cómo cuales?" Preguntó Thatch mientras inclinaba su cabeza hacía lado con interes.
"Hace tiempo, uno salvo a mi hermano pequeño y desde entonces el no dejaba de mencionarlo todo el tiempo." Una rafaga de nostalgia sacudió su corazón. "Quería agradecerle cuando saliera, especialmente porque perdió algo muy importante al hacerlo, pero ya sabes donde estoy."
"¿Perdió algo importante?" Ace asintió con vaguedad.
"Mi hermano iba a ser atacado por un rey marino, pero él intervino y lo salvo, a cambió el monstruo le quito uno de sus brazos." Ace recordó la historia que Luffy siempre le contaba en las noches cuando no podía ir a dormir. "Le estoy agradecido por haberlo salvado en ese momento. "
Thatch lo miró con asombro y pudo ver el sentimiento de realización en sus ojos. "¿Cómo se llamaba el pirata? El mar es un lugar enorme, pero si lo que dices es cierto, dudó que un pirata de ese estilo pase desapercibido."
"Creo que se llamaba Shanks o algo por así." Por un momento pensó que vio a su hermano sonriendo en frente suyo al mencionar el nombre de su idolo. Thatch abrió los ojos con sorpresa y volteo a mirarlo como si estuviera viendo un fantasma.
"¡¿Shanks?!"Ace asintió en confusión ante el tono del mayor." ¡¿Cómo el pelirrojo Shanks?!"
"Bueno no se si era pelirrojo...." Murmuro por debajo.
"¡Eso no es importante!" Thatch sonrió con satisfacción." ¡Descubrí el misterio, gane la apuesta!"
"Espera ¿Misterio?¿Apuesta?" Thatch asintió."¿A qué te refieres? ¿Lo conoces?"
El pompadour resopló y volvió acomodarse en su lugar.
"Lo hago y de hecho, creo que en todo el grand line y el mundo lo hace."
Ace fruncio levemente el ceño, "¿En serio?" Preguntó confuso, a lo que Thatch le sonrío con suficiencia.
"¿Cuál es tú nombre, niño?" Preguntó el castaño.
"Ace y no soy un niño." Dijo y Thatch rodeo los ojos con sarcasmo.
"Claro, entonces Ace, como parece que estaremos un largo tiempo aquí, creó que debería educarte acerca del mundo real."
Thatch lo miró con emoción y una pequeña parte de el se retorcío en una sensación agridulce, tal vez su estadía no resultaría tan mala después de todo.
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Daft Green
FanfictionNo importa si los caminos se desvían, siempre llegaras a casa. o Ace es encarcelado antes de que zarpe hacía al mar, Thatch encuentra la yami yami no mi mucho antes de tiempo junto Teach en una misión de parejas y Marco tiene una gran migraña.