Hina estaba cansada de que Chifuyu se entrometiera continuamente en su relación, y tras la incomodidad por tener un "mal tercio" en la relación de ambos, Takemichi decide hacer algo al respecto, pero, ¿Cómo conseguiría hacerlo? ¿Se trataba tal vez d...
Se acercaba el catorce de febrero, y para ninguno de los integrantes de la toman pasaba por imprevisto.
A pesar que en su mayoría no llevaban alguna relación romántica con otra persona; el caso de Takemichi era bastante especial. Llevaba una verdadera y sana relación junto a Hinata Tachibana, una jovencita a quien amaba con todo su ser, y con quien claramente deseaba pasar estas fechas.
Él había preparado diferentes sorpresas e invitado a continuas citas por las tardes. Entre ambos se intercambiaban cumplidos y pequeños obsequios con el propósito de demostrar el cariño que mantenían.
Pero no todo era perfecto en su relación, claro estaba. Habían algunos casos de falta de atención o tiempo, pero por lo general, siempre concluían en una reconciliación amorosa y claramente sincera.
Todo marchaba bien y se deshacían de los problemas eficazmente. Pero existía uno cuya molestia se volvía cada vez más amplia.
Y se trataba de su gran compañero, su gran amigo, casi su hermano; Chifuyu Matsuno.
El rubio apoyó a Takemichi en su relación, e incluso, brindaba algunas ideas que podían llegar a ser bastante creativas y estúpidas a la vez. Pero, a la hora de la verdad, no podía evitar sentir un evidente mal tercio en su compañero.
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Era veinticinco de enero y la feliz pareja caminaba tomada de la mano.
Ambos se dirigían a una pastelería cerca a la escuela, en donde pasarían el resto de la tarde en medio de las risas y charlas tranquilas como usualmente mantenían.
Takemichi, a como de costumbre, mantenía su aura nerviosa e inexperta. Pero por más que fallara, continuaba intentando mantener una falsa seguridad que Hina lograba captar como una mentira.
Ella reía para sus adentros ante cualquier gesto gracioso del otro, y en medio del silencio, finalmente habló.
—Luces bastante nervioso, Takemichi —Soltó de repente, incrementando la inseguridad del rubio mediante sus expresiones. Dejando salir pequeñas gotitas de sudor a causa de los nervios—. ¿Hay algo que quieras decirme?
—¿Eh? —Trató de excusarse nervioso, pese a saber que la peliroja comprendería su reacción—. No sé de lo que estás hablando... Pero tal vez sí hay algo que quiero decirte.
Ella cubrió levemente sus labios, tratando de ocultar su expresión de gracia.
—Puedes decirme lo que quieras, Takemichi —Aclaró, deslizando lentamente su mano sobre la mesa hacia la del rubio, sonriendo.
—B-Bien... —Expresó inquieto, sonrojado inevitablemente—. Hina, ¿Tienes planes para este-...? ¡Ay, por la chancla de Mikey!
