- Capítulo 3 -

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Takemichi estaba a un paso de comenzar una nueva misión, y esta, a diferencia de las relacionadas a Hinata, Mikey o la Tokyo Manji en sí, se basaba solamente en Chifuyu. Y claro, las segundas intenciones de poder tener un tiempo a solas con su novia; pero dentro de todo, lo hacía por su compañero.

Y ahora, saliendo de la escuela junto al recién mencionado, caminaban hacia el hogar de los Sano. 

—Takemichi —Llamó—. ¿Para qué vamos a ir a la casa de Mikey? ¡Prometiste no decirle a nadie sobre lo que sea que hagas! 

—Tranquilo, Chifuyu. No vamos a buscar a Mikey, necesitamos la ayuda de Emma.

Allí fue cuando el otro terminó de confundirse. Emma, a pesar de ser una amiga cercana de Hanagaki, antes ni siquiera había cruzado palabra con Matsuno. Por lo que su compañero le comentaba, sabía que era la hermana del presidente de la Toman, pero no habían llegado a entablar una verdadera conversación.

—Ya me perdí —Respondió, suspirando—. No debí dejar que me ayudaras... ¡Solo será una perdida de tiempo! ¿Por qué necesitamos a Emma para saber si a Baji-San le gustan los chicos?

El rubio sonrió malévolamente mientras frotaba sus manos, tramando algún plan corrupto.

—No te preocupes, Chifuyu, lo tengo todo bajo control. Emma va a ser quien nos ayude a saber la verdad —Respondió, ahora llegando a su destino, tocando la puerta repetidas veces—. Ahora mira y aprende.

La puerta fue abierta por un anciano, quien automáticamente al verlo le dio paso.

—¿Son amigos de Manjiro? —Preguntó amablemente, aún así invitándolos a seguir con su mano.

—¡Sí! ¡Lo somos! —Exclamó Hanagaki—. Aunque realmente venimos a buscar a Emma... ¿Usted es su abuelo?

El hombre asintió suavemente y les dejó seguir, sonriendo. Ambos entraron y retiraron su calzado, ingresando a la casa.

Emma, al escuchar el sonido de la puerta supuso que se trataba de Mikey y Draken, por lo cual, desde su habitación exclamó:

—¡Draken! ¡Mikey! ¿Ya llegaron? —Exclamó feliz, hasta que al salir de su habitación se topó con los dos—. Oh... Si vienen a buscar a Mikey, no está aquí, supongo que sigue afuera comiendo o dormido en alguna parte.

—De hecho... Venimos por ti —Aclaró esta vez Chifuyu, tomándola por sorpresa ahora.

—¿Podemos hablar afuera? —Invitó ahora Takemichi, haciendo salir a la chica.

Ya afuera el rubio tomó una bocanada de aire para explicar lo que tenía en mente, evitando trabarse al hablar.

—¡Necesitamos que nos ayudes! Eres la chica más cercana que tengo además de mi novia, y tal vez seas la única apta para hacer esto.

—¡Ve al punto! No vas a convencerme si no te explicas.

—Verás... Necesitamos que salgas con Baji —Propuso espontáneamente, ganándose una mirada intimidante por parte de Chifuyu, quien en aquél momento quería asesinarlo.

—¿Eh? —Soltó la muchacha—. ¿Estás bien de la cabeza? 

—¡Claro que estoy bien! —Se quejó—. Pero en verdad necesito que tengas una cita o salgas con Baji-San, para así descubrir si le gustan las chicas o no.

La paciencia de Matsuno se agotaba a cada respiro de su compañero. Si seguía exponiendo su plan así, no respondería más.

—¿Y tú para qué quieres saber...? —La joven hubiera podido continuar con su pregunta, si no fuera por el notable sonrojo de Chifuyu, quien inmediatamente se delató—. Oh... Ya veo. Así que, ¿Quieren que salga con el amigo de mi hermano para saber si es gay y tu amigo pueda invitarlo a salir sin fracasar?

Cupido torpe | BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora