V

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—¿Kara? —gruñó la pelinegra somnolienta a la cama vacía.

Los golpes de la puerta le habían despertado y se limpió las lagañas para levantarse. Arrugó la frente, viendo que era la hora en la que todos habían quedado, pero antes de llamar de nuevo a la rubia, observó la nota encima de la mesita de noche.

Se dirigió hacia la puerta conforme los golpes aumentaban, arreglándose el pijama navideño mientras leía el trozo de papel de paso. Antes se preguntó que estaba pasando o sí Supergirl estaba acudiendo una urgencia, pero arrugó la frente cuando solo puso:

"Lo siento, pero me he levantado antes para hacer una cosa. Seguramente la familia llegue antes yo. Con amor, Kara".

—¿Y ya está? —se preguntó Lena a sí misma antes de abrir la puerta.

Vio a toda la familia y les dejó pasar como si estuvieran en su casa. Su sonrisa aumentó con cada saludo, pero se borró cuando vio a Esme acurrucada en el pecho de Kelly sin levantar la mirada. La madre le dedicó una mueca junto con Alex; significaba que habían predicho lo que iba a pasar, pero agitaron la mano despreocupadamente, sabiendo que se le pasaría en cuanto abriese sus regalos.

Eliza se encargó de hacer té mientras los demás pasaban al salón y Lena se cambiaba. Todos, a los minutos, estuvieron preguntando por Kara cuando se percataron de su ausencia, pero la pelinegra simplemente decidió decir que llegaría pronto porque se había olvidado de algo. No podía decir otra cosa ya que ni ella misma sabía que estaba pasando.

—¿Lena? —habló Brainy acercándose a ella junto a Nia y la pelinegra arqueó las cejas de manera interrogante cuando vieron sus rostros inquietos—. ¿Y los regalos?

—¿Qué? —preguntó confundida y miraron por encima de sus hombros. En efecto: habían desaparecido—. Pero, ¿qué...?

No pudo continuar cuando la puerta volvió a ser golpeada. Todos se miraron entre sí y Lena suspiró antes de dirigirse a abrir. Frunció el ceño cuando lo hizo lentamente, pero abrió los ojos de par en par cuando supo de quién se trataba.

Ho, ho, ho —canturreó alzando los brazos con el saco en una mano.

—¿Kara? —preguntó la pelinegra en un susurro.

—Me veo ridícula, ¿verdad? —cuestionó un poco avergonzada de su actuación, no pensando en las consecuencias que tendría y mucho menos pensó en que la primera persona que se cruzaría sería la pelinegra—. Rao, parezco estúpida.

—Para nada —habló Lena segundos después, acariciando el traje rojo—. La verdad es que te ves adorable con cualquier cosa —elogió con sinceridad, sacándole una sonrisa a la kryptoniana. Le dio un suave apretón antes de apartarse de la puerta y gritó—. ¡Mirad quién ha venido!

Si pensó que con Lena se sentía un poco ridícula, con toda su familia se avergonzaba más. No querían que la juzgaran por sus tontas ideas o por sus repentinos pensamientos. Sin embargo, dejó de darle vueltas cuando todos sonrieron y gritaron con ilusión que entrara al apartamento. Parecía que habían pillado al vuelo lo que intentaba conseguir y más cuando la sonrisa de la pequeña apareció de nuevo en su rostro.

Después de cerrar la puerta y pasar al salón, agitaron el brazo de Esme cuando sus ojos se iluminaron. No tardó en saltar para ir corriendo hacia ella. Sin duda, fue un gran acierto.

—Hey —susurró Kara, agarrando a su sobrina en brazos mientras dejaba el saco en el suelo.

—Te ves genial, tía Kara —chilló Esme entusiasmada, aunque luego hizo un puchero—. Pero acabas de venir de repartir los regalos, ¿verdad?

Mi mejor regalo eres tú, Santa Claus  | Supercorp AU NavideñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora