Earth Katsamonnat Namwirote, un doncel bendecido por la luna, un criado en el palacio del reino moonlight, su hermosa figura y rostro a hipnotizado al segundo heredero de la corona, el general Kao Noppakao Dechaphatthanakun.
Siendo la luna el único...
El castillo se encontraba de fiesta nuevamente, le daban la bienvenida después de tantos meses a los herederos del reino, el futuro rey, Earth Pirapat y su esposo, Mix Sahaphap. Le encomendaron la tarea de ser parte de la corte del consorte real.
Se encontraba recolectando las cartas que iban dirigidas al primer consorte, más tarde tendrían una gala donde se llevaría a cabo la coronación de los nuevos reyes.
Llego a la habitación del futuro rey consorte, si dirigió al armario y saco los tres mejores trajes y sus respectivos accesorios, además de una corona de oro y piedras preciosas, provisional claro, después se le concedería la verdadera.
- Haz realizado una muy buena elección de bisutería – menciono Toptap, uno de la corte – solo falta que llegue Nine con los zapatos y que Mix escoja. – menciono mirando con añoranza y melancolía los bellos atuendos.
- Lo más probable es que Nine se haya escapado con el guardia que le gusta – ambos rieron, la monarquía la mayoría de veces no se enteraba de los amoríos que se vivían en el castillo -
- No difamen al pobre Nine, me lo encontré con el sastre, solo estaba arreglando uno de sus trajes y lustrando los zapatos – hablo entre risas Sahaphap –
Los tres rieron, podrían ser una corte, pero lo más importante eran amigos.
La historia del matrimonio era divertida.
Mix era un sirviente de otro reino, se conoció con Pirapat en una visita oficial donde era el auxiliar de compañía en su estancia, se enamoraron, llegando a que Earth lo visitara cada semana al punto de que le pidió matrimonio y el reino vecino termino cediendo la nacionalidad de Mix, ahora estaban casados y esperaban en un futuro cercano tener lindos bebes.
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Después de la coronación Earth se encontraba limpiando el salón cuando sintió como halaban su mano y lo colocaban en posición de baile, termino por ver a la misteriosa pareja de danza.
- ¿Se supone que debes estar aquí? – ambos conectaron sus miradas –
- Me pareció buena elección brindar de mis servicios a un bello doncel en su solitaria tarea – le dio una pequeña vuelta y sujeto su cintura –
- Bueno debo de terminar con mi labor – trato de separarse – creo que es mejor que su "misión" cambie de objetivo y brinde su amable ayuda a su esposo.
- ¿Sigues molesto? – cuestionó con voz cansada –
- Para nada, ya acepté que una relación como la de nosotros es inoportuna, no puede continuar – sostuvo su profunda mirada azulada y penetrante hasta ver como el porte audaz del contrario decaía.
Kao se sintió abatido, escuchar como el doncel de sus sueños hablaba con tanta facilidad de terminar la relación que tanto cuidaba y amaba, lo destrozaba. Negó con un movimiento de cabeza.
- Está casado – sus ojos se clavaron el anillo de bodas que portaba el general – te dieron la opción de negarte al matrimonio y sin embargo tu diste el sí, ¿Qué pasara si tu esposo, la corte o cualquiera se entera? Con suerte solo me echaran del castillo, pero tú y yo sabemos que la muerte será mi castigo.
- Tendrás mi protección y nunca lo permitiré – Earth quiso reír ante esa afirmación –
- Acepta mi despedida, renuncia a esta imposible relación, te amo y siempre será así. Sea feliz con su matrimonio y déjeme buscar mi propia felicidad.
Kao desvió la mirada, verlo alejarse era doloroso, soltó un suspiro y una solitaria lagrima baño su mejilla, sus manos se empuñaron maldiciendo el momento en que su egoísmo acepto casarse con un doncel que no amaba, era una condena perpetua que el solo se había declarado.
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Camino hasta la habitación que compartía con su esposo, se acercó casi obligado hasta el tendiendo su mano para que este la tocara.
- ¿Bailarías esta pista conmigo? – pregunto el doncel y encendió el tocadiscos, la alcoba se ilumino con la alegre balada.
Incluso el bailar se sentía incorrecto si no era con el doncel de rubios cabellos y azules ojos.
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