Fueron raros sucesos, sucesos que mi mente no ha podido procesar, aunque, sólo quiero olvidar…
Mi nombre es Diego, estoy por entrar al segundo semestre de preparatoria. Les contaré mi situación, con la ayuda de un diario que encontré. Intenten comprender, intenten explicarlo.
Estábamos un amigo y yo, recién pasamos a preparatoria y apenas eran vacaciones de verano (antes de clases). Nos entusiasmaba la idea de entrar a una escuela con gente y profesores nuevos, todo era diferente para nosotros. Todo estuvo bien, en vacaciones nos veíamos, salíamos, jugábamos videojuegos y tocábamos música, ya que él tenía una batería y yo unas guitarras y un bajo, los cuales nos turnábamos para tocar. Fueron de esos días en los cuales no ves el tiempo pasar, sólo te diviertes… a quién no le gusta divertirse así de bien.
El tiempo se acabó, y con su fin, llegó el tiempo de estudiar. Las clases comenzaron más rápido de lo esperado, no nos dimos cuenta, pero nuestro entusiasmo hizo que no nos importara. La noche anterior al primer día de clases nos quedamos en su casa para conversar sobre lo que nos esperaba. La plática empezó conmigo.
—Oye, Alan, ¿qué crees que vaya a pasar?
—¿De qué hablas?
—Pues, entramos a esto, que es como un nivel superior en nuestra vida, creo que tienes algo en mente de lo que nos espera.
—Pues claro que tengo algo en mente.
—Dime qué es.
—No, olvídalo…
—Anda, dime.
—Es que… no quiero hablar de eso.
—¿Por qué no? Habías estado muy emocionado.
—Si, lo sé…
—Entonces, ¿qué ha cambiado?
—Fue…. fue este sueño que tuve ayer.
—¿Qué fue?
—Pues…. no te burles. Verás, yo estaba en un lugar extraño, lleno de gente, apenas se podía caminar. Después me di cuenta de que era… era una iglesia, y todos vestían formal. No conocía a nadie. De ponto, se acerca una persona, no se acerca mucho, sólo lo suficiente para hacerme saber que me estaba viendo, inmóvil, en ese sitio. El sujeto comenzó a reír, era como una risa sarcástica, y yo no entendía por qué. Me aterró demasiado ver y escuchar a esa persona, sentí todo el cuerpo entumecido, fue un terror, como si no fuese un sueño. Luego, se fue alejando, y junto con él la multitud, dejándome completamente solo…
—¿Quién era él?
—No tengo idea, sólo veía su silueta negra y unos ojos blancos mirándome.
—Y… ¿eso cambió tu forma de pensar sobre lo que nos espera?
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Mundo creepypasta
ParanormalEn esta historia encontraran una gran variedad de creepypastas recopilados por mi (o bien escritos por mi), para todos aquellos amantes del terror psicologico y el no poder dormir por la noche ¡Salud!