CORTOS NAVIDEÑOS [DekuKatsu]-TERMINADA

6. Familia

I N F O:
AU sin quirks
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En un pequeño y humilde pueblito alejado de toda las comodidades que brindan las grandes ciudades, vivían dos jóvenes quienes cada día que pasaba luchaban por sobrevivir y sobre todo para tener aunque sea un pan en la mesa para poder comer.

Un alfa de cabellera rizada y de un color verde oscuro estaba dentro de su hogar el cual fue construido hábilmente con tan solo madera desgastada y algunas piezas que encontraron por ahí para usarlo como techo.

Izuku, que era su nombre, estaba arreglando una especie de escritorio para uno de los clientes de la carpintería en donde trabajaba, tenía varias herramientas que había pedido prestado de su jefe y con su talento innato, hacía todo lo posible para cumplir con su deber de la mejor forma.

El rizado no pudo evitar dibujar una sutil sonrisa al percibir el delicado aroma a durazno que venía desde afuera, aquello significaba que su compañero por fin estaba de regreso.

Mientras lijaba una de los lienzos de madera, escuchó que la puerta rechinaba al ser abierta y al levantar la mirada, se encontró con la silueta de un omega de cabellera rubia ceniza.

Katsuki, entraba murmurando una que otra grosería de su arsenal mientras traía consigo una bolsa de costal que él mismo había elaborado.

—Kacchan, que bueno que ya llegaste…—

Mencionó el alfa con una sonrisa mientras encajaba algunas piezas del mueble, a lo que recibió un chasquido de lengua del contrario. Era de esperarse.

El omega caminó hasta llegar a la pequeña mesita del lugar y colocó ahí su carga, en aquella bolsa de costal traía varias prendas de ropa que necesitaban ser remendadas, después de todo solía trabajar en la sastrería del lugar.

—Mira esto, Deku…—

Llamó la atención del peliverde quien al girar en su dirección, alzó las cejas con sorpresa al ver que el joven le enseñaba un pollo entero muerto, de esos que vendían en el mercado.

—No me digas que lo robaste…—

Indagó con algo de nerviosismo a lo que el menor lo miró con el ceño fruncido.

—No, qué va…lo compre con la gran cantidad de dinero que tengo.. —

Comentó sarcástico haciendo que el alfa forme un puchero con sus labios.

—Kacchan, no es necesario que robes…además, no falta un mes todavía para poder comer el siguiente pollo…—

Preguntó mientras miraba hacia arriba, haciendo memoria sobre el itinerario de comida que tenía el rubio ya que él era quien llevaba la cuentas del hogar y quien hacía maravillas con el poco sueldo que ganaban.

Era un experto en estirar el dinero. Katsuki era increíble.

—Ya deja de joder, no lo robé en el mercado…¿Contento?—