"Pesadillas"

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Narrador:

–¿Por qué gritabas la primera noche? –pregunto el chico del fuego con tono calmado.

Todos posaron sus miradas en el chico del viento (Trek con dificultad), el cual estaba cada vez más sonrojado. Intento devolver la esfera, pero esta volvía como si Eron tuviera un imán; al rato Ao-Ki, le dijo que no podía rechazar la pregunta, porque estaba realizando un reto.

–Pero tu dijiste que no podíamos hacernos preguntas demasiado personales, no pienso responder a eso. –protesto Eron, bastante alterado, y cada vez menos estable (está en la espalda de un compañero sentado con las piernas cruzadas, y lanzando una esfera que no dejaba de regresarle).

Los demás se extrañaron bastante por la reacción del chico, ¿desde cuándo Eron era reacio a contarles algo?

–Solo responde la pregunta, no te juzgaremos. –decreto el príncipe del hielo con seriedad, ya arto de la actitud de su compañero.

–¡BIEN!– grito el chico del viento, ya harto de todo. –¡La primera noche tuve una pesadilla, y solo grité porque no pude aguantarla! –explico más alterado, y aparentemente apunto del llanto.

Los demás se quedaron sin palabras, impactados por la revelación, y el aparente declive del chico más alegre.

–Lo siento, no pensé que era ... –Se disculpo el chico del fuego, con genuino arrepentimiento, pero fue interrumpido por el otro chico.

–¡PORQUE NO QUERIA QUE LO SUPIERAIS! –reprocho Eron gritando exasperado.

Estaba tan alterado, que casi provoca que él y Trek casi se caen al suelo, pero por suerte, sus demás compañeros los salvaron de caer, y con una mirada supieron que esto se les estaba saliendo de las manos, por lo que consideraron que ya era hora de terminar el juego, además de que llevaban unos cuantos días jugando, y más que unirlos, estaban abriendo rencillas, y quizás separando al grupo.

Todos se fueron a dormir, o eso intentaron: Trek e Ikor estaban preocupados por su amigo del viento, el cual seguía alterado por lo que tuvo que admitir frente a sus amigos, mientras que Riff se sentía culpable por provocar esa reacción en el chico del viento, y la única chica se sentía impotente por no poder hacer nada por ayudar a su equipo.

Eron intento quedarse dormido, pero alguien toco a su puerta, y al abrirla se encontró con el príncipe del hielo, que lo miraba preocupado. Le pregunto si podía pasar, por lo que ahora ambos estaban sentados en la cama de Eron, en un silencio algo incomodo.

–(suspiro) Escucha, sé que no somos los mejores amigos, pero me preocupa la reacción que tuviste antes. –explico Ikor con serenidad, tratando de no asustar al chico a su lado. –Se que, igual no quieras hablar de ello, a mí me pasa cada que tengo pesadillas. Pero si hay algo que pueda hacer para que te sientas más tranquilo, puedes contar conmigo.

Eron se lo quedo mirando, sorprendido y con algunas lágrimas en los ojos. Ikor estaba por disculparse, pero se vio envuelto por un abrazo desesperado por parte del contrario, que se encontraba llorando en el regazo de su amigo, que en confusión solo pudo darle suaves palmaditas en la cabeza, y tratar de frotar con cuidado su otra mano en el hombro del chico, en un intento de calmarlo.

Al rato, Eron empezó a respirar con más calma, y su llanto empezó a ser solo suaves jadeos y gimoteos. Cuando su respiración se volvió uniforme, se sentó recto, limpiando los restos de lágrimas de sus mejillas.

–Siento a verte llenado los pantalones de lágrimas. –se disculpó Eron, con la voz algo entrecortada por el llanto.

Ikor solo le quito importancia, tratando de darle apoyo a su amigo, que parecía algo más tranquilo.

–¿Te... Te puedes quedar... solo un ratito más? –pregunto el chico del viento, inseguro y aun con la voz algo entrecortada. Ikor asintió, y le dio suaves palmaditas en el hombro. –Gra... gracias –murmuro con una suave sonrisa. –sé que dijiste que igual no quería habla sobre las pesadillas, pero... cre... creo que me sentiría mejor hablando con alguien sobre ella... siempre que no te moleste claro.

–Eron, ya te dije que puedes contar conmigo, para ayudarte a calmarte. –respondió el príncipe del hielo, con calma.

–Ya, gracias. –agradeció el contrario, tomandosuaves respiraciones, tratando de calmarse. –Bien, lo que paso... es que laprimera noche... yo... yo recordé algo... algo que me paso cuando era más pequeño.(Inhalación temblorosa) Trato de no pensar en ello todos los días, manteniendomi mente todo lo distraída que pueda... pero casi todas las noches, ese recuerdome atormenta, pero... pero lo que más me inquieta es que cada vez es peor. Sesiente como si solo recordara, lo peor que paso en ese momento, y lo demás solose convierte en una distorsión... ¿sabes lo que es que todas las noches, el peormomento de tu vida, se distorsione y haga que sea peor de lo que ya es, y queaun así no pueda cambiar lo único que quiero olvidar?

Eron volvió a llorar, esta vez con las manos tapándole los ojos, bajo la atenta mirada del otro chico. Ikor se sentía algo incomodo, no era bueno consolando, y Eron parecía necesitar más apoyo emocional, que otra cosa.

–Después de que empezáramos esta aventura, deje de tener pesadillas. –admitió el príncipe del hielo, con voz suave, pero tono serio. –Pero antes, pasaba noches en las que solo podía tener la misma pesadilla, un recuerdo muy doloroso, y que también me llena de culpa. He intentado que la peor parte del sueño desaparezca o cambie, pero es lo único que se queda igual, y lo demás es cada vez más grotesco. Pero desde que empezamos esta locura, he tenido más cosas con las que llenar mis sueños. –explico con toda la calma que pudo reunir, bajo la atónita mirada de su compañero. –Lo que trato de decir, es que creo que se por lo que estas pasando, y aunque no sé qué es lo que pasa exactamente en tu sueño, si puedo prometer es estar contigo si necesitas apoyo.

Eron volvió a abrazar al otro con fuerza, pero más calmado, con una sonrisa y un leve rastro de lágrimas. Aunque sorprendido, Ikor no dudo en devolver el abrazo a su amigo; aunque algo que ninguno sabia, es que fuera de la habitación, el resto de sus compañeros se encontraban casi en la puerta, habían ido para intentar hablar con su amigo, pero los habían atrapado hablando, y acabaron escuchando lo que dijeron.

Se sentían mal por lo que descubrieron sobre sus amigos, pero no sabían que hacer, ambos estaban en un momento íntimo, y no les pareció correcto intervenir. Eron iba a empezar a contar su pesadilla, pero los demás no se quedaron a escuchar, por lo que acabaron todos en sus cuartos, Ikor se quedo con Eron hasta que se quedo dormido.

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Siento mucho el retraso, los estudios me sacaron mucho tiempo, además del bloqueo del escritor, espero que hayáis disfrutado del capítulo, y que los próximos también sean interesantes, falta menos para llegar al final. 

gormiti, los héroes de Gorm: Fuego & HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora