Navidad

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Marizza Andrade cursaba su último año en la escuela Elite Way School, siendo la mejor en la clase fue elegida como presidenta estudiantil y en ciertas fechas importantes en el país era la encargada de planificar las actividades para todos.

Estaban a un día de entrar a vacaciones, la época navideña se sentía en todas partes y Marizza no podía estar más emocionada sobre aquello.

Tenía variedad de actividades para ese día, intercambio de regalos con modalidad amigos secretos en cada salón, un mini-cine con películas navideñas y lo que más le tenía emocionada era la actividad del muérdago creador de parejas.

En el transcurso de la semana los estudiantes tuvieron la oportunidad de dejar en su casillero su nombre junto a quien le gustaría ser interceptado por el muérdago y prácticamente casi toda la escuela había participado.

Marizza estaba muy feliz de haber conseguido que las actividades entusiasmaran a todos, bueno, casi a todos, su objetivo número uno... no parecía ni siquiera importarle lo que sucedía a su alrededor y ese era Pablo Bustamante.

Originalmente, la idea del muérdago había surgido de una vana esperanza que su precioso Crush participara, pero eso no había sucedido.

Ella trató arduamente de acercarse al rubio, siendo amigable y hasta a veces demasiado insistente, pero siempre era ignorada con desinterés.

Siempre se preguntó cómo es que todavía seguía tan enganchada de él, un golpe justo entre sus cejas hizo que se quejara y volviera al presente.

Marizza: Aush, ¿Pero qué te pasa, Lujan?- Le preguntó mientras frotaba la zona dolorida.

Lujan: Llevo hablándote desde hace cinco minutos y no me haces caso ¿Estabas en Pablolandia, otra vez?

Marizza se sonrojó, pero alzó la barbilla no queriendo ser tan obvia.

Marizza: No, mi mundo no gira alrededor de él, Luji.- Respondió rodando los ojos.

Lujan: Oh, qué bien... entonces no te importa que esté en el puesto de dulcería recibiendo insinuaciones de esa chica ¿No?

Lujan no tuvo que decir más para que la castaña se girara por completo para ver hacia atrás.

Marizza no era de hacer enemistades, pero, Hermione se lo había ganado, ambas tenían una pequeña competencia con las notas, pero por suerte ella siempre le ganaba, todo su odio aumentó cuando Pablo apareció y llamó la atención de las dos desde el primer día.

Marizza exhaló, al menos Pablo parecía ignorarla mientras se compraba todos los bastones de dul... Esperen... se compró todos los bastones de caramelo!

Marizza: Luji, ya no hay bastones y no compré ninguno.- Se quejó girándose hacia su amiga.

Lujan: ¡Te importa más los jodidos bastones que te levanten a tu futuro novio!.- Bufó.

Marizza: Ay por favor, ya sabes mi Pablo no le da ni la hora a esa...

Lujan: Ni a ti.- Le interrumpió.

Marizza: ¡Luján!

Lujan: ¿Qué? Pero si es la verdad.- Se excusó.

Marizza: Ya verás que pronto me va a dar más que la hora.- Murmuró enfurruñada.

Lujan: Sí, sí, ya veo por donde estas yendo, picarona.- Dijo empezando a reír, Marizza se sonrojó a más no poder y dejó su tenedor sobre el plato.

Marizza: N...No hablaba de eso, pervertida.- Se quejó, Pablo pasó entonces por su campo de vista a una cierta distancia, con los bastones en la mano, Marcos le interceptó antes de salir de la cafetería, pasando un brazo sobre su hombro y bufó.- Oye, no podrías decirle a tu novio no oficial que deje de tocar tanto a mi novio no oficial.

Momentos One shots - PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora