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el pequeño jungkook se encontraba empacando sus maletas dentro de su gran habitación, su madre lo veía con orgullo y sus pequeños hermanitos estaban llorando ya que sabían que no verían a su héroe en muchísimo tiempo, pero a la vez estaban felices ya que ellos saben que su hermanito estará feliz al encontrar a su alma gemela.

en el planeta de jungkook, es una tradición buscar a tu alma gemela, no importa cuanto tarde, ni cuantas vidas tengas que pasar, en algún momento deberás buscarla y jungkook estaba muy conciente de eso. un día, este estaba jugando con aquella brújula que hizo su padre para poder encontrar a su alma gemela, todos los padres deben hacer eso o por lo menos, mandar a crear una, hasta que esta se movió descontroladamenente y emitió un sonidito agudo lo cual hizo que su computadora se encendiera y mostrara un gran mapa, era la tierra.

desde ese momento, jungkook supo que su alma gemela estaba muy lejos de él, pero jungkook estaba convencido de ir hasta la tierra y encontrarlo. así que al terminar de empacar todas aquellas cosas necesarias se despidió de toda su familia y emprendió vuelo en su nave espacial, la cual recibió de regalo en su cumpleaños número dieciocho.

estuvo años luz viajando por el espacio, encantado de todas aquellas estrellas y planetas que no había tenido la oportunidad de apreciar hasta que finalmente entró a la atmosfera de la tierra, veía pequeños puntitos caminar, algunas más rápidos que otros y supuso que eso serían automoviles. estuvo encantado con la vista hasta que un sonido de su brújula lo sacó de sus pensamientos, esta estaba vuelta loca mostrandole el camino hacía aquella persona que sabía que amaría infinitamente.

emprendió su camino y estuvo muchísimas horas, posiblemente días pero finalmente llegó. era una casa enorme con un patio gigante, así que sin problema alguno pudo dejar su nave espacial con muchísimo cuidado de no arruinar las bellas plantas que adornaban el patio. al estar todo listo, bajó de su nave y vió como tres chicos y un cachorrito salían de aquella gran casa totalmente estupefactos. jungkook miró su brújula y lentamente se acercó al chico del medio que era donde apuntaba aquel cachibache y levantó su vista fijandola en los ojos del pelinegro, su corazón dió un brinco emocionado y sonrió mostrando sus tiernos dientecitos.

— mi brújula apuntó hacia tí, oh ¡eres tú! — habló con aquella suave voz que poseía e inmediatamente abrazó aquel robusto cuerpo muchísimo más alto que él.

después de todo lo ocurrido, aquel chico se desplomó en el suelo.