SungHoon abrió los ojos apenas la alarma comenzó a sonar, era 24 de diciembre por lo que una estridente melodía típica de la fecha llenó la habitación e hizo al pelinegro sonreír somnoliento. Eran las ocho de la mañana y tenía tiempo suficiente para tomar una larga ducha y desayunar tranquilamente antes de tener que marcharse a su trabajo, aunque aún se encontraba un poco triste de tener que salir ese día, no podía simplemente llevarle la contraria a su jefe, sería un suicidio.
El pelinegro era empleado en una pequeña joyería del centro, y si le preguntan, realmente no sabe cómo terminó trabajando allí. SungHoon tenía una increíble habilidad para atraer a la gente, siendo un chico amable, extremadamente guapo y con una sonrisa encantadora, se convirtió en el empleado ejemplar de la tienda, y por lo tanto, con un horario más extenso.
No se quejaba, adoraba ver a jóvenes buscando algún regalo para sus parejas, muchachos que sonreían nerviosos al contarle los detalles de su visita. Los anillos de compromiso eran sus favoritos para vender, los ojos brillantes de amor con los que llegaban era algo sin duda que esperaba sentir algún día.
Prendió el televisor en la sala mientras se dirigía a la cocina y se preparó un desayuno rápido, no esperaba volver tan tarde y planeaba pasar la noche frente al televisor viendo películas que se repetían diariamente antes de que llegaran sus amigos a golpear su puerta y así intercambiar regalos. Shwen ladró a su lado moviendo su colita y SungHoon le sonrió antes de dirigirse a llenarle su platito de comida.
Hace unos días había nevado así que se puso una bufanda y un gorro antes de salir, sin olvidar despedirse de su perro.
—Wennie~ pórtate bien mientras no estoy ¿Si? —el perrito le ladró y SungHoon se acercó a abrazarlo—. Volveré temprano.
Hacía frío cuando llegó a su trabajo así que mantuvo su bufanda puesta, su jefe ya estaba ahí y apenas le dirigió una mirada cuando le dio los buenos días. HeeSeung era un tanto serio a simple vista, pero las pocas veces que lo había visto sonreír habían sido suficientes para darse cuenta de que debajo de toda esa máscara de indiferencia se encontraba un joven realmente simpático, aunque solo era así con un muy selecto grupo de amigos. Para no decir que solo dos.
El tiempo que SungHoon lleva siendo empleado del mayor ha logrado conocer muy pocas cosas, una de ellas es que la relación con su padre es muy lejana, y si bien la tienda que HeeSeung manejaba fue en algún tiempo propiedad de su progenitor, se hablaban lo justo y necesario, y la mayor parte del tiempo por teléfono.
Ese día no había mucha clientela, mas bien eran unas pocas personas comprando regalos de última hora a familiares o personas especiales, por lo que se pasó la mayor parte del tiempo escuchando villancicos desde su celular o viendo videos. Trabajando turnos en solitario como ese día sentía que se aburría demasiado, su jefe poco se paseaba por ese lugar de la tienda y regularmente se paseaba por el sector de su oficina para asegurarse de que seguía vivo.
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𝘃en a mi casa esta navidad ⸝⸝🐧𓂅
Fanfiction⌲˘͈ᵕ˘͈ -𝗵𝗲𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻 ‧₊˚SungHoon solo quería llegar rápido a su casa para celebrar navidad con su perro, HeeSeung era el jefe que lo hizo trabajar hasta tarde esa noche. ¡adaptación autorizada!: @vantbleu