The Poggets

The House Pogget - Capítulo I

The House Pogget

Capítulo I

Fallen gods

By Venuce

"Dioses se quisieron llamar,

dioses que fueron derrotados en su arrogancia,

arrogancia que la espada boreal puso de rodillas

Una nueva reina en Apogeo se levanta,

Lucy en las nebulosas con júbilo se canta,

los soles ante la casa Pogget hoy altivos se alzan

La oscura guerra ha terminado,

los mundos han tomado su rumbo anhelado,

los vinos de Orión borran la sangre que se ha derramado

Dioses se quisieron llamar,

dioses que la casa Pogget logró destronar,

las estrellas hoy se visten de gala en cada galaxia

para honrar a la nueva reina por todos amada."

Canciones como esta se escribieron tras el fin de la guerra del Big Bang como fue llamada por la historia universal, todas alabando a la reina Lucy Pogget, más conocida como "La Divinidad" para los hombres, dueña de los títulos de señora de la vida, madre de las cuatro eras de la tierra, protectora de las galaxias ancestrales, hija de lo eterno y cuidadora de Apogeo; Pero yo solo le digo tía, soy Marcos Pogget uno de sus dos sobrinos y le odio infinitamente, las canciones no dicen la verdad, la historia tampoco, todo lo que se dice no es más que hipocresía adornada para todo el universo, no me malinterpreten pero en el mundo de los hombres solo se enseña una parte de la historia del universo, por ejemplo, se les inculca como credo que solo existe una divinidad creadora de todo lo que conocen, cuán sorprendidos estarían los hombres si supiesen que existen diferentes divinidades en todo el universo y que estas no son tan divinas como podrían pensar y que esas mismas divinidades tuvieron una guerra que duró millones de años y se propagó por casi todo el universo; La guerra del Big Bang, el evento que puso en el trono supremo a los Poggets de Apogeo, destronando a los Stéllar de Cresendo la familia que gobernó el universo desde los inicios de la vida.

Tras el fin de la guerra mi "querida tía", la reina, comisionó a diferentes divinidades a explorar todo el universo tras el caos ocasionado, esto con el objeto de encontrar qué planetas eran sostenibles para albergar vida y cuáles habían sido afectados al punto de ser inhabitables, en el sector cercano a los dominios de Apogeo, Lucy comisionó a Armand su hermano mayor, una divinidad sabia y curiosa llena de bondad, Armand el piadoso así fue conocido por la historia de las divinidades por otorgar el perdón a Antoine de Stéllar por asesinar a su esposa en medio de la guerra, dejándolo a manos de la justicia de su hermana y a un tribunal en Apogeo, al menos eso sí es cierto, toda una tragedia que vivió mi pobre tío; Durante su exploración en los planetas vecinos encontró un planeta que le encantó por sus características, poseía un color azul intenso debido a la gran cantidad de agua en el y una extensión de tierra unificada, Armand pensó en que ese planeta sería ideal para olvidar los horrores de la guerra y pidió a Lucy que le cediera la guarda de este, ella lo nombró Lord protector de Sondeo como se denominó en aquel entonces, durante la época del gobierno de Armand sobre Sondeo surgió vida en diferentes formas, parecía que Sondeo no tenía límites frente a lo que en el germinaba, cuando Armand sintió que la paz volvía a él y vio que su tarea estaba completada decidió partir a otros lugares para ayudar en la reconstrucción de la vida gracias a su tecnología que muchos ignorantes llamaban hechicería.

Antes de irse, Armand cedió su puesto a su hermano menor Piero, mi padre, una divinidad de carácter fuerte y pasiones oscuras, más conocido como el Siniestro, durante el gobierno de Piero el nombre de Sondeo cambio a planeta División debido al plan que tenía Piero de fragmentar la tierra unificada del planeta en cinco continentes, esto con ayuda de los generadores de ondas sísmicas que permitían a quien los usaba generar sismos y profundas divisiones en la estructura interna de cualquier terreno en el paneta que fuese, esta herramienta fue muy útil para el reparto de varias tierras en planetas distantes para los diferentes aliados de Lucy en batalla; Piero buscaba con esta generación de continentes dejar que sus habitantes crearan sus propios dominios generando diversidad, dejando la intervención "divina" fuera de lo que aconteciera internamente en el planeta para ver como los hombres se comportaban sin una guía "divina" es decir sin que nosotros aprovechándonos de nuestra tecnología interviniésemos en su proceso evolutivo, probar su inteligencia, el resultado fue un periodo de crecimiento cultural, guerras, progresos y una planeta muy cambiante.

Piero se aburrió de ser el vigilante de aquel planeta pues extrañaba la vida en Apogeo, su rutina de castigar a los prisioneros de guerra, beber y no hacer nada más que no fuese disfrutar de placeres violentos le hacía falta, este cedió su lugar a uno de sus hijos, a mí, durante mi periodo de gobierno deje de llamar al planeta con nombres ridículos como mis predecesores y lo bautice como sus habitantes le llamaban, "Tierra", no jugué a ser Dios como Armand, tampoco a no hacer nada como mi padre, me dediqué a aprender sobre la visión de los hombres, como estos apreciaban las cosas que conocían y como se hacían una idea de lo que existía fuera de su hogar, como evolucionaban en diferentes aspectos, intervenía en ocasiones mínimas con la generación de algún evento que ellos llamaban catástrofe sobrenatural, terremotos usando potencia contralada de los generadores sísmicos, inundaciones activando condensadores en la atmosfera para que los ciclos del agua se alteraran de manera significativa y sequías gracias a los vaporizadores de mi padre, un invento para la guerra con el cual deshidratábamos las tierras enemigas y demás problemas que

llevarán a su intelecto a funcionar al máximo, no quiero presumir pero la tierra de mi mano logró avances que en siglos no había obtenido.

Mi periodo fue corto debido a la visita de mi tía Lucy a la tierra para ver cómo estaba el planeta, en cuatro eras nunca se había preocupado por pasearse por la tierra, seguramente los rumores de lo avanzada que estaba la estirpe de los hombres llegaron a sus oídos, ella se escandalizó al ver cuantas libertades había otorgado a sus habitantes, al punto de que estos ya salían ocasionalmente del planeta a buscar vida en otros lugares como si fueran divinidades, desarrollando tecnologías primitivas pero efectivas, este hecho y la evolución tecnológica que estaban teniendo fue el suficiente para que la aburrida de mi tía me sacara de mi puesto y me devolviera a Apogeo a vivir en el castillo como una pieza decorativa más del mausoleo brillante que tenía por hogar.

No fue el hecho de que me relevara de mi cargo lo que me dolió, fue que le diese el poder sobre la tierra a la ridícula de mi hermana, una divinidad tan superficial como tonta, Amelia la muy envidiosa le cambió el nombre a Planeta Crisálida en honor al despertar espiritual en el que puso a los hombres, se hacía llamar a sí misma la protectora de la nueva era, «¿nueva era?» todo el avance se fue al traste, los hombres dejaron todo atrás y se dedicaron a evolucionar espiritualmente, a encontrarse con su esencia y no sé qué más filosofías baratas que Amelia puso en sus cabezas, Amelia era una experta en las tecnologías que involucraran programación neuronal o reprogramación del comportamiento por hipnosis colectiva, en pocas palabras era una experta en jugar con las cabezas de los demás, así, su estúpida nueva era, esa que tanto promulgaba no era más que poner a los hombres bajo un estado de trance permanente en el que ellos solo hacían lo que Amelia pusiese en sus cabezas.

¡Joder! libramos una guerra contra los Stéllar, la casa que fundó todo esto, una familia tan poderosa y antigua que las leyendas se quedan cortas para contar su historia, luchamos porque trataban a las demás divinidades como inferiores y querían reinar como si fueran dioses en el universo solo porque eran la sociedad más avanzada, ahora parece que la reina Lucy quiere hacer lo mismo debido a nuestra ventaja y desarrollo milenarios y la incompetente de mi hermana se vanagloria a su lado, manipulando la conciencia de los hombres con sus juguetes telepáticos y de control mental, no puedo quedarme aquí a escuchar música de Venuce o a leer poesía de las nebulosas y tomar el fresco de la tarde como los demás cortesanos, mientras veo que el poder está corrompiendo los ideales por los que alguna vez los Pogget lucharon por defender, libertad y progreso para todo el universo, es momento de actuar así eso implique fracturar mi propia casa.