II

5.4K 160 11
                                    


Vi una vez a Mattheo, antes de una reunión, él no sabía quién era, pero yo, ya me había informado. Y por lo que sé, a él también lo han aceptado este año.

·Flashback·

Entré en el recibidor, ya todos deberían estar en el salón, pero no era así.

Mattheo, no te atrevas a llevarme la contraria, te he dicho que no puedes estar, que te vallas y no hagas ningún ruido, molestarás y esta reunión es muy importante para todos.

Ahí estaba yo, presenciando una discusión entre el gran Voldemort y su hijo, que al parecer no estaba muy contento. Pero lo que más me sorprendió fue la situación. Alguien estaba discutiendo con Voldemort, y no contento con eso, su propio hijo le plantaba cara.

No pude evitar intervenir.

Vaya, el gran Voldemort enfrentado por su hijo. ¿Vas a caer tan bajo Voldy? Te creía más inteligente. Relájate, hay una reunión que te espera. Le dije con aires de grandeza. Y tú, Riddle, haz caso a tu padre, sube y no hagas ruido, sabes mejor que nadie que no te conviene enfadarlo. Le sonreí y le guiñé el ojo. Bueno, yo me voy, el deber me espera Dije abriendo los ojos en forma de burla. Los demás se estarán impacientando, les informaré que su jefe, está solucionando problemas...- Los miré de arriba abajo, personales terminé ladeando la cabeza con cara de desagrado.

Y dicho esto, sin esperar respuesta, me dirigí al salón.

·Fin del flashback·

Estaba tumbada en mi cama esperando a que mi padre me avisara para irnos al Callejón Diagon.

Cuando mi padre llama a la puerta, me levanto y salgo de mi habitación, ansiosa por tener contacto con el mundo mágico más allá de las reuniones y mis clases en casa.

(...)

Ya pasaron unos días y ya estaba todo preparado, había ido con Draco a un bosque al lado de su mansión para charlar y aprovechamos para que me contase y aconsejase.

Yo, por el contrario, le conté mi estrategia para sobrevivir.

No llamar la atención.

Si voy a Hogwarts es para aprender y ser la mejor maga de estos tiempos, no para ser famosa ni mucho menos popular, porque para eso ya tendría tiempo.

Se me recordará como una buena maga, no como una niñata e hija de papá de instituto americano.

No lo necesitaba, lo único en lo que quería destacar era entre los estudios.

Por cosas y planes, no podíamos decir que nos conocíamos tanto como lo hacíamos, porque seamos sinceros. Los Black y los Malfoy no son famosos por hacer fiestas cada día ni quedadas, y no podíamos decir que nos veíamos con frecuencia en reuniones de Voldemort.

Así que quedamos en que él iría con sus amigos y yo, en solitario.

Eso no era difícil para mí.

Estuvimos muchas horas hablando, consolándonos el uno al otro, siempre he sentido una gran capacidad para contarle mis problemas, supongo que es porque a él también le pasa lo mismo.

Cuando salimos ya estaba anocheciendo, y, aunque me negué rotundamente, al final me acompañó a casa.

Estaba nerviosa y no podía dormir, pero me obligué porque al día siguiente tendría que estar a las 9 subida en el Expresso de Hogwarts. 

Lo que nunca te diría [Mattheo Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora