KILLER QUEEN

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Tiemblen al ver a la Killer Queen.

Esa mujer hipnotizaba a cualquier persona que pasara por su alrededor, su dulce aroma, su elegancia, su rostro... Todo en ella gritaba: ¡I'm an empowered bitch!

Pero no todo es belleza y elegancia.

Kim Taehyung tenía un oscuro secreto. ¿Quién lo imaginaria?

To avoid complications. She never kept the same address.

El hombre permanecía inconsciente amarrado a la silla, sus ojos vendados, su boca tapada con una cinta, sus muñecas y tobillos amarrados con una soga. Y encima de él una luz le alumbraba.

¿Quién era aquel hombre? Oh, bueno. Él era Jung Chin-mae, un empresario de 50 años, ceo de una de las más grandes empresas de Corea del sur, padre de una de las familias más famosas del país, quien lo viera diría que es un buen hombre... Oh, si supiera...

El sonido de unos tacones resonó por toda la habitación, seguido de una gran risotada, casi psicópata.

Los reyes habían hecho acto de presencia: Kim Taehyung y Jeon Jungkook con sus portes elegantes entraron tomados de la mano.

Kim llevaba un vestido rojo de gala junto con unos tacones del mismo tono, su cabellera castaña corta era decorada por una corona de oro puro con diamantes y rubís, un par de aretes colgaban de sus lóbulos y una sonrisa sádica decoraba su bien cuidado rostro.

Jeon vestía con un traje negro, su cabello azabache corto peinado perfectamente hacia atrás, su rostro mostrándose neutral, y aquellos piercings en su ceja, labio inferior y en sus orejas, lo hacían lucir extremadamente peligroso. Y en su mano libre llevaba un maletín rojo.

Y lo era.

Ambos eran demasiado peligrosos.

Taehyung se acercó hacia el hombre atado, sacó sin delicadeza alguna la venda que cubría los ojos del señor. Tiró el pedazo de tela a un lado y miró a su pareja.

—Saca la navaja, cariño —ordenó la castaña.

Jeon asintió y con obediencia, abrió el maletín y sacó entre tantos objetos, la navaja. Tendió el arma a su dueña y continuó observando.

Taehyung sonrió, amaba la obediencia de Jungkook, su conejito era un chico demasiado obediente. Jugueteó con el objeto en su mano y presionó un pequeño botoncito que había, sacando la hoja filosa que se escondía. La acercó al rostro del hombre mayor y con fuerza la presionó contra la piel, disfrutando de como esta se abría dándole paso al objeto.

Un alarido ahogado se escuchó, Taehyung sonrió aún más y Jungkook elevó la comisura de sus labios.

Los ojos de Jung estaban abiertos al tope, el terror claro en su mirada al igual que el dolor. La sangre no tardó en salir a chorros, pues la herida era profunda y grande, el líquido carmesí alcanzó a salpicar en el rostro de Taehyung, dándole un aspecto psicópata.

—No estarías aquí si hubieses aceptado mi trato —habló Taehyung, su voz sonando profunda y con falsa tristeza y decepción—. Pero no, tenías que dártelas de macho y rechazar mi propuesta, me has subestimado, Chin-mae, y odio que lo hagan.

Sin delicadeza sacó la navaja de la herida y la volvió a clavar, pero esta vez en la mano del hombre.

—¿Creías que te dejaría por ahí disfrutando con mi dinero? —inquirió entre dientes la castaña—. Eres muy ingenuo. Era obvio que no... Debiste pensarlo dos veces antes de creer que me podías engañar.

Killer Queen || [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora