Capítulo 1

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Primer asesinato

Hoy voy a contar la simple historia de como empecé con mi "adicción" con matar.

Tenía exactamente...16 años,era un adolescente de mierda,escuálido y horrible a la vista de cualquier ser humano,lo bueno? que ahora soy todo lo contrario...

Era 20 de diciembre,vacaciones de navidad,las odiaba y lo sigo haciendo,no podía quedarme observando a "Madeline Highs" la chica mas bonita en ese entonces,pero por desgracia...ya,no está...con nosotros.A lo que iba, era invierno por lo menos lo pasaría con la persona que mas me amaba,o mas bien la única que lo hacía,mi madre ,siempre la admiraré como persona, y será a la única a la que he admirado y admiraré ya que es la única figura que tuve en mi miserable existencia ya que mi padre tubo la poca dignidad de pegarse un tiro con un
revolver de calibre 38 delante de un crío de casi 9 años haciendo que la sangre manchara gran parte de su ropa , cara y la conciencia de "James Eddson" el pequeño e indefenso niño.

Era una fría mañana de invierno,me levantaba tranquilamente notando el frío suelo haciendo contacto con las plantas de mis píes . Caminé por el desolado pasillo escuchando el silencio sepulcral.

-Mamá-Llamé mientras caminaba lentamente haciendo sonar mis pasos-Madre?- pregunte disminuyendo mi paso.

Miré mi reloj de muñeca,eran exactamente las 9 am por lo que mi madre estaría en la cocina.Caminé hasta la sala recién nombrada,no había absolutamente nada en esa sala,excepto por los muebles y decoraciones que esta tenía. Me extrañé al no encontrarla allí preparándose un café como cada mañana.

Pensé en ir a su habitación pero ahora pienso que era mejor idea quedarme en aquella sala. Al abrir la puerta de su habitación un olor a muerte entró por mis fosas nasales, tardé varios segundos en captar que pasaba en aquel entonces ,las sabanas color gris cubiertas de sangre el suelo lleno de la misma substancia rojiza.Solo bastó con levantar la mirada para encontrarme el frío cuerpo de mi progenitora en una silla con un par de tiros en el pecho y otro en la frente, se veía pálida y demacrada, de mi garganta solo salió un suspiro de agonía,analicé la escena dándome cuenta de la ventana hecha trizas en el suelo,cristales por toda la habitación. La única persona en toda mi vida que me había valorado estaba muerta delante mía y toda su sangre esparcida por su habitación.

Los siguientes meses fueron normales exceptuando el hecho de que mi madre ya no estaba a mi lado. Siempre llevaba uno de los cristales de aquella ventana en el bolsillo derecho de los pantalones,no siempre llevaba los mismos pantalones pero estos siempre llevaban bolsillos. Ya habían empezado las clases y con ello me habían internado en un orfanato,en esa cárcel para niños cada uno iba a su rollo y con sus cosas,nade hablaba con nadie.

Ese día estaba en clases hora del recreo y yo estaba en mi árbol observando y vigilando a Madeline,como cada miércoles llevaba coleta que sujetaba su lacio y pelirrojo pelo,ya que tenía educación física,pantalón dos dedos bajo las rodillas y su balsamo labial favorito que le resaltaba los ojos.Ella era la primera persona que me había gustado en mi corta y miserable vida, estaba con su cuerteto de amigas,pero la verdad no importan aquí. Madeline se separó de su grupo para ir al baño y yo disimuladamente la seguí hasta allí a paso lento y calmado "al igual que aquella mañana en casa" pensé y todos los recuerdos de ese día pasaron por mi cabeza, restándole importancia seguí caminando hasta que la pelirroja entró en el baño para mujeres. Me quedé unos segundos fuera hasta que mi cuerpo reaccionó solo y miré hacia ambos lados comprobando que no hubiera nadie y como así era entré rapidamente viendola arreglarse apunto de salir,cerré la puerta con seguro y en ese instante agradecí mentalmente que no hubieran espejos,me acerqué y le tapé la boca con mi propia mano acercando mi otra mano al trozo de cristal que nadie sabía que tenía en mi bolsillo.

-shhhh- le susurré en el oído para segundos después clavarle aquel filoso cristal en el cuello rasgando gran parte de este,procuré no mancharme y te aseguro que eso no pasó-tranquila querida- volví a susurrar pero esta vez clavandole el objeto en el estomago disfrutando de la sensación y de verla sufrir entre mis brazos

Sonreí, Madeline ya no se movía la dejé en el suelo con total satisfacción y cuidado le di un beso en la frente susurrando "que agradable experiencia" ya no sentía el vacío que causó la muerte de mi madre,volví a sonreír. Agarré aquel trozo de vidrio ensangrentado y sin piedad lo tiré por el primer inodoro que había y tiré de la cadena, hoy en día aún me arrepiento. miré mi ropa y mis manos la tela no tenia ni un solo rastro del liquido rojizo,al contrario que mis manos, las cuales lavé con total tranquilidad dejandolas impolutas y después lavé los lavabos. Salí de aquel baño y observé la hora "perfecto" pensé, las clases ya habían comenzado por lo que no había nadie en aquel pasillo de colegio.

Ya que era invisible para podo ser vivo (excepto para mi fallecida madre) escapé de aquel lugar. Horas mas tarde en el orfanato nos dieron la "triste" noticia, y cerraron el colegio por las siguientes 2 semanas en las cuales día tras día sonreía recordando la sensación de apuñalar a la señorita Highs. Nunca sospecharon del pequeño e inofensivo Eddson, nunca sospecharon que yo la había apuñalado y había disfrutado muchísimo haciéndolo.

Soy James Eddson y así descubrí lo único que cubría el vacío de la muerte de mi madre.

Asesino casi perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora