Capitulo 17

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Nuestro plan

Por culpa de esos agentes hemos perdido al alcalde Méndez y a Salazar. A pesar de todo, seguiremos con el plan establecido.

Sin embargo, he de admitir que la perdida de mis leales hombres supondrá un ligero revés para mi misión. Qué le vamos a hacer.

Reemplazar esas bajas no va a ser fácil. Debo elegir sabiamente, pues la plaga se apodera de la conciencia de sus huéspedes. Si los elijo mal podrían traicionarme.

Necesito hombres dispuestos a dar la vida por mí. Aprendí la lección cuando Será me traicionó, y no cometeré dos veces el mismo error. 

En esta hora definitiva no puedo permitir ni permitiré que nadie se interponga en mi camino.

Narra Ada

Me encontraba en el cuarto de vigilancia recostada de la pared con los brazos cruzados con el idiota de Krauser, el cual se encontraba jugando con un cuchillo... Ojalá se lo clave en la mano.

- ¿Que hay de nuestro amigo León y su noviecita?.- preguntó.

- No lo está poniendo fácil.- hablé.- ¿Y la muestra?

- La tiene Saddler.- respondió.- parece que se a olido nuestra pequeña treta.- lanzo el cuchillo y cuando lo atrapó y miro.

- Perfecto.- respondí, le di la espalda y comencé a caminar para salir de la habitación pero el me detuvo.

- Y ahora dejemos las cosas claras.- habló.- no confío en ti, ni en Wesker tampoco.- lanzo nuevamente el cuchillo y lo atrapó.- si te pasas de lista.- me señaló con el cuchillo.- te mataré.

- No me digas.- dije sarcástica.- Como sabes, conozco a Wesker desde hace mucho más tiempo que tú.

- Pronto lo comprobaremos.- dijo bajando el cuchillo.

- En efecto.- continúe caminando.- ya lo veremos.- hice un ademán con a mano y salí de la habitación.- idiota...

Narra Leon

Una vez que el dolor en mi pecho se esfumó por completo, comencé a caminar para encontrar a las chicas.

Fui obviamente por dónde Saddler fue, pero hasta ahora no he tenido resultados, llegué a la final de un largo pasillo donde se encontraba un ascensor.

- Debieron ir por aquí.- murmuré para mí mismo para luego subirme en el y presionar un botón, el ascensor cerró sus puertas y subió, una vez se detuvo y abrió las puertas camine, pero un presentimiento me invadió.- No estoy solo, hay alguien aquí.- pensé, me detuve y saque mi cuchillo.

De pronto sentí que había alguien detrás de mi por lo que voltee rápidamente pero no había nadie. Pero aún así el presentimiento no se iba.- Estoy seguro de que había alguien...- murmuré.

De repente escucho un ruido arriba de mi, voltee rápidamente  y vi a un hombre con un cuchillo viniendo hacia mi y estaba apunto de apuñalarme, lo esquivé rápidamente pero no lo logré del todo ya que había logrado hacerme un corte en la mejilla. Con mi mano derecha limpie la sangre que corría por mi mejilla y mire al hombre que me atacó.

Leon S. KennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora