Capítulo 18. Un paso más y estás muerto.

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Las miradas perplejas de las personas estaban clavadas en Lan Sizhui.

Murmullos, susurros y el siseo de lenguas cuchicheando hacían que los oídos de Jin Ling picaran. Los miembros de los clanes presentes parecían un montón de hormigas sin saber que hacer confundidas por la lluvia, los padres de las doncellas candidatas apretaban el doblez de sus túnicas. 

Una que otra doncella soltó un suspiro al ver entrar al joven Lan, otras solo corrigieron su postura y trataron de arreglar su vestimenta para parecer igual de presentables que el recién llegado.

—¿Qué clase de broma es esta? ¡Un hombre como candidata! —se echó a reír el líder del Clan Han, su barriga bailó. Lan Qiren le devolvió una mirada sombría al hombre invitándolo a callar, el líder Han solo bufó — ¿Hablan en serio? ¡Qué ofensa!—renegó dando un paso al frente y mirando retadoramente a cada miembro del Clan Lan.

Esa acción provocó que los hombres más valientes y tontos de la molesta aglomeración se animaran también a señalar con el dedo a los Lan, mientras hablaban arrojaban saliva con sus protestas.

—¿Qué acaso están jugando con nosotros? ¿Qué se proponen con esto? —resopló alguien de la multitud rodeando y mirando de arriba hacia abajo a Lan Sizhui—. Si el líder Jin no tiene la intención de casarse de qué sirve hacernos venir a todos con nuestras hijas y para qué pedirle a este chico que se haga pasar por una candidata.

—¡De tal palo tal astilla! El hijo de los mangas cortadas se atreve a presentarse como candidata, es absurdo—bramó otro con una risa burlona—. ¿Cómo seguiría el legado de su clan si el líder Jin se desposa con este chico?

—¡Sí! ¿Qué clase de juego es este? Nuestras hijas no pueden ser burladas de esta manera, ¿Qué ganan con ofender a las doncellas?—replicó otro de la multitud quejumbrosa.

Lan Wangji dio un paso al frente al escuchar todas las replicas ofensivas que le hacían a su hijo, la mano apretada en el mango de su espada y su simple aura basto para que todos se callaran.

 La valentía que habían tenido esos hombres al hablar se esfumó, tal parecía que la mirada de Hanguang-Jun les cortó la lengua.

La multitud sin duda estaba sorprendida por el repentino anuncio de un hombre entrando en la selección sin embargo aunque la mayoría estuviera en contra otra buena parte daba su visto bueno o les generaba ninguna importancia pero callaba para no contradecir a los miembros de su Clan que no estaban de acuerdo.

Alguien de repente caminó hacia delante y dio la vuelta para encarar a todos.

—No es una ofensa—una doncella de túnicas moradas alzó la voz, Jiang Mingzhu, la candidata del Clan Jiang cruzó los brazos y les dirigió una mirada hosca a los hombres que antes habían protestado—. No me gusta que hablen en mi nombre, las candidatas somos completamente capaces de opinar en esta situación y ciertamente no lo considero una ofensa a mi persona, el Joven Maestro Lan tiene el mismo derecho de participar que cualquiera de nosotras. No veo el inconveniente que señalan ¿A alguna de las otras candidatas le molesta que él participe? —preguntó y todos llevaron sus ojos a las demás candidatas.

Las jóvenes negaron rápidamente, era una acción que Jin Ling esperaba ver, después de todo sabía que ninguna de las chicas estaba totalmente dispuesta a aceptar un matrimonio arreglado con él porque siendo sinceros ¿Quién en su sano juicio querría un matrimonio arreglado? Jin Ling consideraba que era una pena que sus clanes las instaran a llegar hasta aquí, no era correcto.

Si algo había aprendido que valoraba mucho del Clan Lan y del Clan Jiang es que nunca obligaban a sus herederos a desposarse solo por interés. 

Las candidatas no se opusieron a la participación de Lan Sizhui y Jin Ling creyó entender la razón, era algo muy simple si lo pensabas con atención. Un nombre más en la lista hacía que sus probabilidades de ganar fueran menos y ellas claramente no querían ganar.

So This Is Love?- ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora