A Mi RD: Haikyuu

Capítulo 9|La obra

Resueltos ya los problemas que surgieron en el campamento, llegó el día del estreno de la gran obra de teatro.

Estábamos todos muy nerviosos, en especial Kenma.

- En breve se abrirá el telón, Mina te toca salir en esta escena. - dijo un compañero.

- Sí- le contesté yo preparándome para salir en escena.

- ¡Mucha mierda! - dijo una voz no muy grave.

- ¡Gracias Kenma e igualmente!- le contesté yo con una amplia sonrisa.

Toda la obra transcurrió según lo previsto, milagrosamente no hubo ninguna falla ni mucho menos y todos nos sabíamos el guión al pie de la letra.

Esta llegó a su final, acompañada de un montón de aplausos. A la hora de salir a saludar pudimos ver entre el público a todo el equipo aplaudiendo, lo más gracioso fue ver a Tora secándose la lagrimita del hermoso final.

La supuesta escena del beso, al final la cambiaron por un simple abrazo. No me puedo quejar.

Antes de irnos recojimos todo y nos reunimos con el resto a la salida para ir a cenar como recompensa al gran esfuerzo que hicimos durante el festival cultural.

Era de noche, una hermosa noche bajo la luz de la luna y las estrellas. El cielo se veía con gran claridad esa vez.

El chico del pelo bicolor y yo nos quedamos algo atrasados del resto del grupo.

***

Kenma pov.

Les pedí ayuda a Kuroo y al resto para este momento. Todo iba sobre ruedas, justo lo esperado.

Todo el grupo se avanzaría dejándonos más o menos solos a Mina y a mi.

Los dos más alejados del resto, bajo la luz de la luna. Este es el momento que estuve esperando tanto tiempo.....

- Mina..... - dije sin pensar.

- ¿Que pasa?- me contestó ella.

No pienses, díselo. Como diría ella, sin miedo al éxito.

- La Luna está hermosa esta noche- dije más rojo que un tomate esperando su respuesta, suponía que era un si pero nadie sabe que pasa por la cabeza de otro ser humano.

***

Mina pov.

- La verdad es que si, esta muy Bonita hoy- dije mirando hacia el cielo dando a entender que no capté la indirecta cuando fue todo lo contrario.

El gatito, más rojo que un tomate, se puso delante de mí, con la cabeza algo agachada ocultando su sonrojo mientras decía eso que siempre quise escuchar viniendo de él;

- Me gustas Mina, me gustaste desde que me preguntaste que juego era el que estaba jugando. Sentí una gran conexión hacia ti y no te pude sacar de mi cabeza desde ese entonces.- solto de golpe y causo un sonrojo en mi.

Yo en esos momentos, es como si fuera una planta y me hubieran echo polvo, lo hubieran tirado al campo, hubiera crecido otra planta con mis cenizas y esta repitiera el mismo proceso una y otra vez.

- Yo también te quiero, gatito. - dije para luego darle un beso en la mejilla.

- ¿T-t-te risa s-salir c-c-conm-migo?- dijo tartamudeando con un gran sonrrojo en sus mejillas.

- Por supuesto que sí- le contesté yo.

Kenma se acercó poco a poco a mi preguntándome con la mirada si podía besarme y como obvia era mi respuesta, nos acabamos besando en aquella hermosa noche de primavera.

Después de eso, nos reunimos con los demás y nos lo pasamos genial el resto de la noche.